Un amor

62.

Los directivos infelices de las Águilas no supieron negociar el contrato de mi hombre y lo lanzaron a la hoguera pública para que la gente le ejerciera más presión, me daba mucha bronca que usaran la carta más baja posible, después de todo lo que Peter les había dado, no lo aceptaba, tenía muchas ganas de ir a sus oficinas a gritarles pero obviamente no lo hacía porque Peter se moría. Me dolió mucho ver gente que lo estaba llamando interesado, porque sabía perfecto que para él era doloroso. Después de un rato lo convencí para salir a caminar y comprar un helado.

—Antes del embarazo el helado de chocolate era uno de mis favoritos, pero no estaba en el top tres, ahora no puedo dejar de comerlo —él me miró con una sonrisa y me guardó en sus brazos, me mimaba con todos mis antojos y locuras

—Después te queda toda la cara llena de chocolate —se burló mientras sonreía

—Lanzani —un desconocido le habló, yo me giré y el chico de seguridad que siempre se quedaba un poco más distante para no invadirnos tanto, se acercó— No quiero joderte en tu momento familiar, pero lo único que quiero pedirte es que no te vayas —era un hombre de unos 25 años— Todos los hinchas reales de las Águilas te amamos como a nadie, te pido que por favor no te vayas — Peter soltó una sonrisa sin responder nada

—Gracias por tus palabras amigo —respondió educadamente

—Lali —me miró— No se vayan a Kansas —yo me reí también ¿Qué podía decirle? No te preocupes, no hay forma que yo vaya a vivir a Kansas, pensé riendo

—Peter, ¿escuchaste lo que dijo? Que todos los fans de las Águilas te aman como a nadie, yo soy la novia y tengo que lidiar con esta relación de tres, nosotros dos y tu —agregó la chica con personalidad, yo solté una carcajada pero me pareció muy divertido— Así que por favor no te vayas porque voy a tener que soportarlo yo —Peter simplemente se reía de este divertido momento— ¿Te puedes sacar una foto con él?

—Amo que las novias después de un tiempo terminamos siendo las madres aunque no queramos —dije riendo y la chica me miró con una sonrisa

—Lali, tu eres la mujer más hermosa del planeta tierra —agregó mirándome

—Gracias amor —sonreí y tomé mi helado, Peter se puso a posar con el chico para la foto— Eso, muy bien! Fly Eagles fly

—Vayan tranquilos, todo estará bien —dijo mi amor con una sonrisa— Gracias por el cariño y por el respeto, yo siento la misma admiración por los hinchas. Muchas gracias —cuando ese chico se alejó, se acercó otro hombre más grande y también le pidió una foto, después de eso el chico de seguridad propuso salir del lugar y nos fuimos caminando hasta el parque

—No sé si me imagino una vida lejos de acá, no quiero la verdad, tampoco quiero que me vean la cara de estúpido y que me amenacen de la forma que lo están haciendo, quisieron usar toda esta movida pública solo para forzarme a firmar, porque sabían que iban a generar todo esto —dijo triste mirando su helado— Tengo mucho que pensar

—¿Qué onda Kansas? —pregunté

—Van a venir, porque si yo viajo se armaría un lío grande —dijo suspirando— No sé, ellos están dispuestos a hacer lo que yo pida, es muy diferente a estar rogando que me den un poco más de respeto, Harry me mostró el porcentaje que me dan por las camisetas, por el derecho de la imagen, se quedan con mucho dinero, pero bueno... no es lo que a mí me importa, solo quiero un poco de respeto —me miró sonriendo— ¿Qué harías?

—Lo que mi corazón me diga —respondí

—Siempre que se termina la temporada y pensamos que vamos a tener tiempo para disfrutar y ser felices entre nosotros pasa algo, ¿no? —me miró sonriendo— Y siempre tengo la culpa