Un amor

42.

Lo de Peter obviamente me tenía muy preocupada, no quería que dejara de jugar porque le había prometido a su abuelo que no se lo iba a permitir, pero por otro lado, claramente no estaba en condiciones, él se esforzaba mucho por estar bien, pero tampoco le podíamos pedir demasiado, había sido una perdida muy fuerte.

—Gimena y Nicolás nos están invitando a su casa este fin de semana, para que vayamos a la playa todos juntos, yo me voy con Bella, ¿no te quieres sumar con Peter? —preguntó Eugenia mientras yo estaba agendando todas mis reuniones por zoom una por una para no olvidarme

—Estaría divertido —dije con una sonrisa— Necesito ayudarlo a Peter a poner la cabeza en otra parte

—¿Está mal nuevamente? —preguntó Eugenia preocupada

—No está mal nivel esa vez que me dejó, pero sí está un poco bajón, es que tiene sus días complicados donde yo prefiere darle su espacio para estar triste, porque no lo quiero forzar a nada, ahora hay algo que sí me preocupa, es que la psicóloga del club no lo ve listo para regresar a jugar, eso es nuevo y no es bueno, considerando que ya han pasado varios meses de la partida de su abuelo —suspiré— Hay muchas cosas que siente ahora que... bueno ya sabes, le complica un montón

—No merece, pobrecito —dijo Euge— Si algo me dijo Bella, es qué pasa que ella lo conoce muy bien y no hace falta que le diga las cosas, dice que Peter no se siente a gusto jugando sabiendo que no estará su abuelo, pero supongo que todo esto es parte del proceso, le va a tocar sufrir los primeros partidos y luego se le acomodarán las ideas, yo estuve chusmeando un poco con Harry y no le van a permitir no jugar

—¿Quiénes? —dije sorprendida

—El y el club —respondió Eugenia— No sé si van a forzar el regreso, pero es que Peter gana demasiado dinero Lali, son contratos de millones que mueven diferentes marcas, incluso Nike entra en el proceso porque que su estrella máxima no esté en el campo significa que menos camisetas se van a vender —me explicó— Es una forma muy fría de verlo pero el negocio es así

—Lo entiendo pero esto es como si Peter se hubiese roto una pierna, no tiene la cabeza apta para jugar —dije triste— Pero también me imaginaba que no se lo van a permitir, es más, estaba pensando hablar con Claudia porque quizás sería buena idea que vea una especialista fuera del club, a ella le pagan para traerlo de regreso —Eugenia me escuchó con atención y asintió— También el ya tiene una confianza especial con ella, es difícil llegar a sus sentimientos, le costó trabajo decirme lo que le estaba pasando

—Pobrecito, se quiere mostrar fuerte por su familia, es el hombre de la casa ahora, debe sentir una responsabilidad extra, la mamá de Peter es una mujer muy fuerte, le ha tocado duro, ¿sabemos si tiene novio? —preguntó

—Para mí sí tiene pero no se lo va a decir, yo la he visto hablando por teléfono algunas veces media escondida, nunca le he preguntado a Peter, porque si no es un tema que habla conmigo significa que no debe tener demasiado conocimiento —respondió, en ese momento se abrió la puerta del departamento y entró Peter riendo cargando a una bebé de unos tres años, más atrás entró Bella y luego su hermana que venía hablando por teléfono— Hoooola mi amor —dije sonriendo— ¿Y esta bebé tan linda? ¿Cómo se llama? —pregunté

—Khai —respondió ella algo tímida y luego miró a Peter con una sonrisa

—Es mi sobrina —dijo Bella con una sonrisa, era igual a su hermana, ella colgó y nos saludó a ambas

—Está siendo mimada demasiado por sus tíos, no te aproveches Khai —dijo Gigi riendo

—Es hermosa como tú —respondí

—Muchas gracias Lali —dijo sonriendo

—No la conocía —dije mirándola con atención

—Es que no hemos tenido demasiado tiempo para compartir, porque ustedes están siempre de un lado para el otro y cuando están acá a veces yo no estoy, por suerte ahora coincidimos —dijo Gigi, Peter estaba tirado en el piso con ella, completamente embobado, me dio mucha ternura verlo así, ella le trataba de explicar algunas cosas con sus juguetes en las manos