Un amor

60.

Desperté y Lali no estaba en la cama, obviamente me preocupé porque después de todo lo que había comido la noche pasada probablemente hoy no se sentía bien, de pronto abrió la puerta y me miró con una sonrisa.

—Por fin despertaste príncipe de Philly—dijo con una sonrisa— ¿Quiéres que te traiga el desayuno a la cama? No te pude esperar porque me moría de hambre

—¿Qué hora es? —dije sorprendido, ya estaba cambiada, significa que hasta se duchó y yo no sentí nada

—Casi las doce, no te quise despertar porque estabas durmiendo muy profundo y ayer estuve jodiendo hasta tarde —dijo con una sonrisa— Almorzaré con Bella, quiero hablar con ella sobre lo importante que es para mí su amistad y que Dua también seguirá siendo mi amiga —me acarició, yo solté una sonrisa, entonces se acercó y me besó— Hasta te di unos besitos y no despertaste con nada

—Estaba muerto, estoy muy cansado, recién me está bajando todo —dije con una sonrisa— ¿Así de linda vas a comer con Bella?

—Sí, quiero ver si se me da con ella por fin, vamos a ver si es tan fiel como Eugenia —comenzó a joder— Ven, vamos a comer, hay algo que tengo que darte —no entendí nada, me sorprendió y me asusté un poco, cualquier cosa podía salir de Lali, me puso un desayuno super producido

—No entiendo nada lo que está pasando, ¿es algo malo? —pregunté preocupado

—Lo que te voy a dar ahora, te lo tenía guardado mi papá pero le pareció que era buena idea que te lo de yo, para mi simplemente no se animaba a mirarte a la cara y darte esto, porque es algo muy importante en tu vida y yo creo que el respeta mucho esta parte —sacó un sobre de su chaqueta— Es para ti—me dijo con la voz quebrada

—¿Es algo malo? —repetí sin entender porque estaba así, negó mientras se limpiaba las lágrimas

—Es una carta que tu abuelo le pidió a mi papá que guardara para que te la diera cuando ganaras un nuevo Super Bowl, supongo que en el fondo de su corazón sabía que eso sería pronto —dijo con una sonrisa— Como ya te dije, mi papá me pidió que te le de yo —se puso de pie

—No te vayas —le tomé la mano y la abrí a su lado, la abrí con un nudo en la panza, porque se atrevía a hacerme algo como esto, mi abuelo estaba loco

"Mi adorado y exitoso nieto. Espero que esta carta llegue a tus manos a la brevedad, si Leo cumplió con su palabra entonces la estás leyendo cuando te convertiste en campeón del Super Bowl por segunda vez y si lograste sortear el dolor que te dejó mi partida significa que eres bicampeón. Mi único deseo siempre será verte feliz, volando en casa, disfrutando de tu juego, escuchar a la hinchada corear tu nombre es algo que voy a recordar hasta la eternidad.

Felicitaciones campeón, lo conseguiste nuevamente, ya sabes perfectamente lo que pienso sobre el éxito, hay que trabajar duro para conseguirlo y tu siempre fuiste un muchacho muy trabajador, hijo querido, no pierdas tu norte, no olvides tus objetivos, no olvides nunca lo mucho que amas hacer este deporte, nunca nadie te ha regalado nada, no olvides que es lo verdaderamente importante, sigue disfrutando jugar con tus amigos, sigue aumentando tu historia, estoy seguro que con la compañia de Lali juntos alcanzaran objetivos familiares maravillos. Peter, estoy contigo siempre, en cada jugada, en cada yarda, en cada vuelo, como te lo prometí, solo tienes que pensar en mí y ahí estaré, mantente fuerte, sé un buen chico, sé un ejemplo para tu familia que te admira tanto.

Cuídate mucho y vamos por el próximo, no esperes otra carta, no hay!! Solamente quería que sepas que estuve contigo a todo momento, ahora es momento de que vueles por tu cuenta.

Te amo mucho, tu abuelo"

—¿Estás bien? —me preguntó haciendo un puchero mientras a mi se me caían las lágrimas sin parar