7- Fede: Impulsos en la noche

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-¡Fede! -se hizo oír la voz de la mujer de mi amigo a modo de saludo, llamándome mientras abría la puerta de la calle.

-¡Sonia! -saludé viéndola apoyar las bolsas cargadas de cosas para el asado que preparabamos, pensando en disfrutar el partido de Talleres contra Boca Juniors, un clásico desde que éramos niños, ya que el fanatismo que cada uno tenía por el fútbol y su equipo nos unía hace tiempo-. ¿Te ayudo?

-No, está bien -dió un fuerte suspiro-. Ahí Pau trae lo que quedó en el auto.

-Tu hermana ¿no? -sabía que la había visto, pero no la recordaba muy bien.

-Exacto -dijo cuando una pelotita de colores aterrizó sobre mi cabeza, momento que salí corriendo para atrapar a los mellizos y hacerlos volar por los aires a la vez que reían a carcajadas-. Y por favor deja de alterar a esos niños que ya es hora de entrar en calma ¡Vos los vas a dormir!

-¿Calma?¿Qué es eso? -pregunte antes de escucharla saludar tímidamente, <<¿De dónde la conozco?>>.

-Algo que dudo que conozcas -contestó Sonia sumergida en una carcajada a la vez que lanzaba un repasador de manos a Javi que estaba concentrado en la previa del partido-. Pau, ¿Podrías traer a los peques a comer? Porque si espero al padre hoy hacemos pijamada. Y ni hablar del tío Fede, ¡un niño más a la vista!

-Pero si soy el más way de todos ¿o no? -mire a Sol y Santi buscando complicidad, pero ya estaban encima de su tía siendo llenados de besos a la vez que intentaba usar un tono firme para hacer que los niños le hicieran caso- ¿Dónde van a encontrar un tío tan gracioso y copado como yo? La vida es para di-ver-tir-se.

-Pero máquina, en algún momento hay que madurar - rio Javi con sarcasmo saliendo de su burbuja, dándome una palmadita en el hombro-. Vamos a ver el fuego.

-¡Jamás! -lo seguí- la idea de Peter Pan me agrada -grite mientras giraba la cabeza hacia donde estaba ella, <<Que lindo que te llenen así de besos>> pensé esbozando una sonrisa que me sorprendió por completo.

Ni que estuviera en la mitad de un boliche viendo bailar a una hermosa mujer, menos si no tengo un par de copas, aunque para encenderme no necesite mucho. Disfrutar sin ataduras, vivir fantasías que con mi ex jamás se me habían ocurrido y otras que tengo en el tintero, aunque pronto seguramente las llevaré acabo. Pero que alguien que acabo de conocer, sobrio, en familia, de la nada me incite a la acción ¡nunca!.

<<Quizás me esté faltando un buen polvo>>. Desde que comencé a hablar con la chica Tinder que no he ligado con nadie, la verdad es que no había caído en la cuenta de que llevó más de tres semanas que prácticamente no salgo más que para juntarme con amigos en asados, familia o jugar un partido, ni siquiera tuve la necesidad de salir a correr, <<Tengo que cambiar eso hoy>>.

-¡Me debes un whisky macho! -dijo Javi dándome una pequeña palmada que me agarró desprevenido mientras miraba a su cuñada, la misma que cuanto más parece querer esquivarme más llama mi curiosidad-. ¡Otra apuesta perdida por ser de Talleres!

-¿Y el otro a qué se debe? -levanté una ceja-. Además no vas a considerar que haya entretenido a tus hijos, tu mujer y tu cuñada mientras te olvidabas del mundo.

-Si -río a carcajadas- sobre todo por el hecho de que casi haces que los mellizos se atraganten con un pedazo de carne.

-Errores técnicos -levante la mano saliendo al patio a tomar algo de aire con Javi-. ¿Esa es tu cuñada?¿la del cv?

-Si, por ahora no tengo otra.

-Parece muy seria, demasiado tímida -dije observando su sonrisa tras el ventanal que daba hacia dentro de la casa. Ahora se veía más relajada, distendida.

¿Y si NOS VOLVEMOS a ENCONTRAR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora