<Junio 2023>
Estar en Cariló, en esta pequeña ciudad de la costa Argentina que te envuelve con sus pequeños bosquecitos y cabañas, la inmensidad del mar que te recuerda que somos una pequeñita parte de este bello mundo, la fría brisa del invierno que parece no tener sentido cuando el fogón entre risas, amigos, anécdotas, sueños y música al compás de la guitarra te abrigan el alma... Esto es todo lo que está bien, todo lo que mi ser necesitaba: estar acá, con ellos y sólo con ellos, disfrutando de lo simple, del instante del momento.
El corazón se me explota de la emoción, de la felicidad que llevo dentro, literal, siento que la gratitud y alegría me invade por completo haciendo que mi pecho se infle tanto que parece que mi corazón quisiera salir a jugar, libre de todo lo que lo pueda atar.
Un fuerte abrazo envuelve mi cuello por detrás al tiempo que una amplia y expresiva sonrisa llega a mis ojos. Esos mismos que observan como niña traviesa en parque de diversiones a un José que lleva en hombros, para tirarla al mar, a una Mery que grita y patalea entre risas. Como Marite se funde en una de sus novelas eróticas junto a una Celes que no deja de teclear en su teléfono con una sonrisa de niñata enamorada, ambas tiradas en una manta, como siempre, intentando que el sol broncee algo de la poca piel que en esta época uno se atreve a mostrar. Juancho y Fran, que en los últimos meses volvieron a salir con los chicos cuando se reencontraron en una fiesta a la que no pude ir, jugando al tenis o más bien tirando la pelotita hacia las chicas, sólo para molestarlas como adolescentes de viaje de egresados.
La voz de Sebastian Yatra con Aitana cantando a todo pulmón de fondo: <<Pero vienes y me pones todo el mundo al revés. Si yo te cambió los planes, dime cómo lo ves. Yo sé que no llegué primero, pero sí me iré después>>, impactan en mi mente al tiempo que un incómodo escalofrío, seguramente producto del frío y fuerte viento de invierno, me recorre entera hasta que esté fuerte abrazo de Mike me abriga recordandome lo maravilloso de tener personas que te aman como sos, sin pedir nada a cambio, sin exigencias, con la confianza eterna de que cuidan tu vulnerabilidad. Porque si algo aprendí junto a ellos, es que cuando amamos cedemos al otro el poder absoluto de lastimarnos y confíar, aun sabiendo esto, aun sabiendo que pudiendo destrozarte no lo hacen, para mí es amar...
Amo la esperanza que me invade cuando veo a José derretirse de amor por Mery, como se siguen eligiendo a pesar de todas sus sombras.
Amo la facilidad con la que Mery me hace reír.
Amo hablar sin miedo a ser juzgada cuando la inocencia de Celes se cuela con sus comentarios.
Amo las miles de ideas que me atrapan cuando veo la picardía de Juancho justo antes de hacer una maldad, las ganas de volver a hacer bromas como una niña.
Amo arriesgarme a ser yo misma cuando la extrema sinceridad de Marite se hace presente sin preámbulos.
Amo el mundo de sensaciones que se abren frente a mí cuando Fran y la música se fusionan en uno solo, haciéndome volar con los pies en la tierra.
Amo la paz que me envuelve cuando Mike me abraza, cuando sus palabras reflejan mi ser y su paciencia me acepta sin reclamos.
Amo lo que soy junto a ellos.
***
- ¿Alguna vez lo hizo en el mar, señorita Quiroz? -un susurro sexi y electrizante me recorre cuando su aliento se cuela junto a su perfume en mis pensamientos.
- ¿Qué haces acá? -exclamó sobresaltada, quizás con un tono más fuerte del que pretendía, al tiempo que me levanto de la arena.
- ¿Qué pasa, Bonita? -su rostro sorprendido junto al tono calmo de su voz hacen que pueda ver su desconcierto ante mi reacción.
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¿Y si NOS VOLVEMOS a ENCONTRAR?
RomanceA veces el amor no es suficiente para tanta intensidad. A veces la conexión es tan profunda, que no sabes qué hacer con ella. A veces dejar ir ese amor que no nos hace bien, es el camino, porque ya esta doliendo. Porque a veces las heridas ahogan, a...