Antes de entrar sé que ella ya llego. Su risa chispeante y abierta retumban en mis oídos como una dulce melodía. Mi cuerpo ansía volver a verla y con tan sólo saber que está cerca se pone expectante queriendo volver a abrazarla.
Desde que se fue prácticamente no supe nada de ella. Ya pasaron más de 9 meses. Desapareció de las redes sociales al tiempo que mi Instagram parecía activarse con tanta noche, planes, salidas y entrenamientos. Así que la curiosidad por ponernos al día y volver a tener a mi mejor amiga cerca es inexplicable. Son tantas las cosas que quiero contarle, es increíble lo mucho que la eche de menos este tiempo y lo idiota que fui por no escribirle, pero ya esta, ya estamos de nuevo aca, ya esta de nuevo acá.
🎶Reírme, feliz, y viviendo bien
Cantando, bailando, y perdiéndome
Mostrando mentiras de cómo es mi vida, olvidándote🎶La Konga comienza a sonar cuando traspasó la puerta de entrada y una corriente de de furia se apodera de mi al chocarme con la imagen de Pau abrazada entre risas a un don nadie, <<¿Y Ese quién mierdas es?>>. Es como si por dentro algo diera un brusco giro y directo a la banquina cuando la letra no se me pasa desapercibida y su mirada se posa en la mía. Transportando en milésimos de segundos a la última vez que la vi, la última vez que me beso, la última vez que la cague.
🎶Volviéndome loco, partiéndome en trozos por no entender
Te pregunto un día, vida mía, dime lo que quieres
Respondiste, vida mía, yo te quiero a ti🎶
Tú vivirás solo por quitarme lo que duele
Yo vivía lo que nunca pensé en darte a ti🎶- Veo que en Buenos Aires no pierden el tiempo -digo con sarcasmo, sin medir mis putas palabras.
- Pensé que este año era buena idea venir acompañada al cumple de los mellis -me rebatió sin achantarse y con un fuego en sus ojos que hasta ahora no conocía, para luego darse vuelta y desaparecer de mi vista junto a ese energúmeno.
🎶Me vas a ver
Cogiendo la mano de no sé quién
Haciendo lo que nunca quise hacer
Volviéndome loco, partiéndome en trozos por no entender🎶- ¿Cómo estás?
- Perfecta -sonríe, con un brillo que la hace relucir, sin dejar de cortar los sandwich que Sonia le pidio.
- Buenos Aires te sienta muy bien - dije arrimandome más, justo cuando giró sonriendo, quedando tan cerca de mi rostro que caí en la cuenta de que la extrañaba mucho más de lo que me atrevía admitir.
- Si -susurro para que en un nuevo giro el clima cambiará por completo- Aunque no sé si tanto como vos. Vi en las redes que la vida te trata como rey. Cómo diría La Konga << Que no te voy a mentir que me va bien de nuevo, la noche, los tragos, la gira...>>
Por un instante quedé sin palabras. Su pésima voz tarareando esa canción me llevó de nuevo a aquella última noche. Aquella dónde verla bailar tan despampanante esta canción de la mano de Mateo hizo que me invadieran los celos. Unos que al igual que ahora no quiero darles voz, no puedo darles voz porque sería lo mismo que cavar mi propia tumba. Porque esos celos no fueron tan fuertes como la sensación de amargura que se adueño de mi por meses al perderla, al verla dejarme aquella mañana.
La observó sin decir nada. Si, por más que parezca que no soy capaz, me quedo contemplando su perfil en silencio mientras por dentro no tengo más opción que reconocer, por primera vez, lo que hace tiempo sé pero no quiero, el motivo por el cual alejarla resulta más fácil, y quizás cobarde, que tenerla cerca: <<no sé cuando pase de desearla a quererla>>. Pero no puedo quedarme quieto, rendirme nunca fue lo mío, así que...
- Qué te mentiría... Si no te digo que a tus brazos de nuevo volvería -Pau no se mueve, no me dice nada pero tampoco se aleja mientras me acerco por la espalda a su oído- Y que podrás estar con otros y sigues siendo mía...Por más que no exista un "Nosotros", ¿por qué no pasaría?, ¿No era eso lo que querías?...
- ¿Patricia? -suelta con un hilo de voz entrecortado- ¿Cómo está? ¿Ya hace un año que están juntos, no?
Entonces, antes que apareciera su acompañante, le susurré mientras por primera vez en mucho tiempo mis dedos rozaban su cintura, la verdad sobre una mentira que nunca debí dejar correr. Porque en definitiva fue el maldito desencadenante de todo esto.
- Nunca estuvimos juntos.
Y sin más salí de la cocina con una extraña sensación de gloria, sin dejar de notar su asombro, desconfianza y hasta diría sorpresa. No voy a negar que una parte de mí creyó que todo podía volver al punto donde lo habíamos dejado, al punto antes de que todo cambiará y se fuera por un barranco a la mierda, pero a medida que la tarde fue pasando no tuve más remedio que darme cuenta que no.
Pau está más lejos que nunca y yo no soy de los que suplican... menos a una mujer.
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¿Y si NOS VOLVEMOS a ENCONTRAR?
RomansA veces el amor no es suficiente para tanta intensidad. A veces la conexión es tan profunda, que no sabes qué hacer con ella. A veces dejar ir ese amor que no nos hace bien, es el camino, porque ya esta doliendo. Porque a veces las heridas ahogan, a...