37- Celes, Destino o Casualidad

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¿Destino o casualidad? Soy sin lugar a dudas de aquellas mujeres que creen en las señales, por algo somos amigas con Pau, pero aún así estoy completamente segura que a nuestro destino lo hacemos nosotros. Las decisiones que tomamos, los caminos que elegimos son sólo nuestros, nos pertenecen al igual que cada uno de los pensamientos a los cuales les damos lugar, como cada sentimiento que expresamos o nos guardamos bajo la piel, sobre todo si de amor se trata, sobre todo si de mí se trata. Porque puedo a mucha honra decir que soy una enamorada del amor, que creó en el amor puro y verdadero. Ese mismo que te llena el alma sin sentido ni razón, ese que te hace volar con los pies en la tierra, si si, como si de películas románticas estuviéramos hablando. Aunque claro está que sigo besando sapos, que mi mundo a los casi 38 años sigue girando sobre ilusiones, creyendo en el amor a pesar de que los últimos meses me haya preguntado más que de costumbre y cómo dice la canción: <<cuál habría sido el detalle, que seguro cupido mal interpreto>>.

- ¡Enrique! -Pau exclama con emoción- Por favor, decime que no me necesitas presente en la oficina.

- ¿Ya te aburriste de nosotros? -se escucha la voz aguda de su Jefe a través de la video llamada.

- ¡Jamás!

- Menos mal -la intensa carcajada llega hasta el otro lado de la sala donde estoy sentada- Porque ya estamos cerrando contrato con la empresa que nos va a proporcionar todo para la nueva división de la compañía, y claramente te necesito para todo lo que se viene.

- ¿Entonces? Por lo pronto ¿puedo hacerme la rata? -pregunta mi amiga con picardía.

- Claro que si -Enrique vuelve a reír- La primera fase ya terminó, ya tenemos todos los informes, análisis y la experiencia para que en la próxima etapa puedas empezar a plasmar todo en las plataformas, hacer los diseños instruccionales, buscar la gente adecuada y todo lo que ya hablamos.

- Perfecto, porque hubo algunos cambios.

- Me lo imagine -volvió a reír- Pero en dos meses, como mucho, vas a tener que estar de nuevo acá porque en la fase tres, como vos misma planeaste, vas a tener que empezar a fusionar las culturas y la nueva imagen de la compañía, así que vas a tener que estar en Buenos Aires para trabajar con Rafael.

- Para ser sincera -su tono se volvió frío y la mirada de Pau se clavó en mí- Espero estar de vuelta en menos de dos semanas.

- Ay pequeña -el viejo rie con guarra- Si pretendemos que esto sea un éxito, que mejor que prueba piloto remoto. Además vas a tener que juntar mucha energía y paciencia para trabajar con Rafael codo a codo.

- ¿Por? ¿Su cuñado no es tan abierto cómo usted?

- ¿Usted? -Sono serio por un instante- ¡Estoy viejo pero que no se note! (jaja)

- Viejos son los trapos, Enrique -soltó Pau con guarra- Ojalá todos tuvieran a su edad la energía, la visión y la mentalidad predispuesta a innovar,a crear nuevas cosas.

- Ay mi niña. A veces te veo tan parecida a mi pequeña Marina.

- ¿Marina?

- Si, era mi hija. Ella tenía una vitalidad y creatividad que dejaba boca abierta a cualquiera.

- ¿Y dónde está?

- Falleció hace cerca de cuatro años -la tristeza mezclada con nostalgia de aquel hombre traspasaba la pantalla- Se hubieran llevado muy bien.

- Lo siento, Enrique.

- ¡Qué va! -hizo un pequeño silencio- Una de las últimas cosas que me dijo antes de marcharse es que no se arrepentía de nada, que había vivido todo lo que quería a su manera al cien por cierto, así que yo no tenía de qué arrepentirme -chasqueo la lengua- Así que espero que esto funciones y Rafael quiera de una vez por todas tomar la Presidencia de la compañía para poder retirarme ¡Que este cuerpito si que esta viejo!

¿Y si NOS VOLVEMOS a ENCONTRAR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora