13: El inicio del ocaso

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Jisung, Jeongin, estoy a punto de llegar hasta vosotros

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Jisung, Jeongin, estoy a punto de llegar hasta vosotros.

Estuvimos en Bangkok, por lo visto os vieron paseando por el mercado. Una mujer me dijo preocupada que Jisung tenía una herida en el cuello y que estaba atado a la muñeca de uno de esos sucios piratas. Sea quién sea ese impresentable que se haya atrevido a herirlo va a recibir su merecido cuando sienta mi espada cortarle el cuello.

Shin ya me ha avisado, han avistado el barco de esos piratas en el puerto de Songkhla. Esta vez esa serpiente azul no va a poder ayudarlos a escapar, sobre tierra nosotros tenemos ventaja, tengo a tres hombres por cada uno de los piratas que se atrevieron a alejar a los chicos de casa.

Cada vez que pienso en que Sung está herido, siento que he fallado como persona y como soldado. Hoy usaré este sentimiento de fracaso como leña para esa llamarada de ira en mi pecho que siento que me consume.

Por primera vez en las dos semanas desde que partí desde Incheon, siento que estoy cerca de alcanzar la justicia, estoy a tan solo unos metros de poder recuperar a los chicos y llevarlos de vuelta a nuestro hogar. Ya han pasado demasiado tiempo lejos de casa.

Hoy esos piratas por fin pagarán por el sufrimiento que han traído al reino, que llora la falta de su príncipe y por el mío al no saber si mis hermanos de corazón estan a salvo.

Ha llegado el día.

Jeongin y Jisung caminaban delante, todos estaban alejándose lo máximo posible de la costa

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Jeongin y Jisung caminaban delante, todos estaban alejándose lo máximo posible de la costa.

Changbin les había dicho que sus padres tenían una mansión secreta allí, en lo profundo del bosque, una mansión que no recordaba haber visitado mas que unas cuantas veces a lo largo de su vida, fue el último lugar donde vio a su familia, el día que se escapó junto a Seungmin.

Tenían el riesgo de cruzarse con uno de los padres de Changbin, una pareja de importantes duques, bien conocidos por el rey. Pero era un riesgo aceptable a correr teniendo en cuenta que Jisung ya les había hablado de la cantidad de gente que cabía en esos barcos, y sin pensarlo, la tripulación del Levanter al completo partió bosque adentro, hacia aquella mansión secreta.

La Princesa Y El Gato De MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora