Jisung no se sentía querido, sentía su vida perder el sentido por momentos, encerrado en esa jaula de oro en la que siempre había vivido.
Para un pequeño grupo de piratas que por casualidad se enteraron del problema del príncipe, la solución se veía...
💙 Pequeña recomendación, sobre todo durante la segunda mitad de este capítulo, escuchad "13" de Jisung, hay podcast en Spotify donde podéis escucharla.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegaron por fin a su última parada en Indonesia, el camino hasta entonces había sido pacífico y tranquilo. Con Minho prácticamente recuperado, la tripulación del Levanter estaba lista para embarcar hacia la tierra sumergida de Lemuria.
— Descansad hoy, no haremos otra parada hasta llegar a la última isla de Filipinas, y no sabemos si las tropas reales lograrán encontrarnos, os quiero a todos frescos como lechugas mañana ¿Entendido? — Exclamó Chan, recibiendo un colectivo "Sí capitán" de los siete miembros de su tripulación antes de salir corriendo a investigar el pequeño pueblito en el que habían parado.
Jisung tomó la muñeca de su mejor amigo antes de que Hyunjin tuviera oportunidad de robar de nuevo su tiempo, y salió corriendo entre las casetas de madera y paja que se levantaban junto a la playa de arena blanca en la que habían parado.
— ¡Por fin podemos dar un paseo solo nosotros dos! — Gritó Jisung cuando se vio lo suficiente lejos del Levanter como para estar tranquilo con su amigo, tenían muchas cosas para hablar mientras disfrutaban del ambiente paradisiaco de aquel lugar.
— Ahora que estamos solos tengo muchas cosas que preguntarte.
— Y yo... Pero empieza tu — Jisung caminaba relajado sin notar la pequeña sonrisa picara en los labios de su mejor amigo.
— Minho y tu... Estáis muy unidos estos dias ¿No es cierto? — El príncipe se giró hacia el chico, viéndose claramente molesto, haciendo que una sonrisa victoriosa creciera en los labios de Jeongin. — Explícate.
— No hay nada que explicar, Jae lo hirió, me siento responsable y cuido de que no se muera por mi culpa. Es simple... ¿Y tu Innie? — Dijo Jisung tratando de cambiar el rumbo de la conversación. — Hace días que no hablamos por qué cada vez que tenemos algo de tiempo Hyunjin te arrastra como si tuviera alguna prioridad sobre mi mejor amigo, explícate tu, sirenito.
— No quiero...
— ¡Entonces si hay algo! — Jeongin se lanzó sobre él, tapándole la boca.
— No es lo que tu piensas. — Dijo el tritón, viendo como su amigo, aún con la boca tapada, levantó una ceja, cuestionando aquello. — Vale, quizás sea parecido a lo que piensas...
— Te he oído cantarle al mar por la noche, y entiendo lo que dices. — Jisung agarró la muñeca del chico, quitando la mano de su boca para hablar. — Soy tu mejor amigo desde prácticamente siempre, puedes contármelo, no te juzgaré.
— Me da miedo pensar en ello, dentro de poco deberíamos volver a palacio, y ellos seguirán navegando por el mar ¿Y si jamás volvemos a vernos? ¿Qué voy a hacer yo con estos sentimientos? — Jeongin suspiró frustrado revolviéndose el cabello con una mano, golpeó de una patada una piedrecita en el camino. — No quiero quererlo así, pero él no ayuda para nada.
