Eros

Capítulo 2

Cuatro años después:

Neela:

El dolor es tanto, siempre que leía acerca de ese sentimiento, pensé que nunca podría llegar a sentirlo de esta manera. No como si, se me consumiera el alma y quisiera tirarme a un pozo sin fondo, para agonizar de dolor esperando la caída, para irme con ella.

Seis meses, mamá murió hace seis meses, luego de años luchando contra el cáncer no pudo más, se la llevó. Me dejó sola, no sé qué hacer, como sentirme, si este dolor es normal. Por suerte tengo a mi familia materna y a mi mejor amiga revoloteando todo el tiempo a mi alrededor.

- ¡Creo que te vendría bien! -afirma Mariana mi prima, con demasiado entusiasmo.

-Es que-me interrumpen.

-Es que nada, tienes que relajarte un poco-contrataca su gemela Mariam.

Mi hermano y mi papá han insistido tanto para que pase una temporada con ellos, ya no sé cómo seguir negándome, por lo menos no sé cómo decirle que no a mi hermano.

Marcelo es otra cosa, desde hace años ha insistido en que ejerza mi profesión, soy doctora, sin ningún tipo de especialidad. No lo elegí por vocación, sino para apoyar a mi mamá. Necesitaba una persona capacitada para su cuidado y yo no me apartaría de su lado por ninguna razón, así que elegí sumergirme en ese mundo, ser la mejor, para ser su mejor opción y lo fui.

Ella siempre estuvo en contra de esa decisión quería que siguiera mis sueños, que los alcanzara. Amo la literatura, quería ser escritora, pero para mí no había nada más importante que mi mamá.

Recibí mucho ayuda de toda mi familia, mis abuelos, mis tíos, mis primas, también mi hermano, pero sabía que él tenía trabajo y que necesitaba estar en Nuw York además mamá era mi responsabilidad, por ninguna razón la dejaría en manos de alguien más.

Hace alrededor de tres años le comenté a mi hermano que me haría cargo de los viñedos, que no viajara tanto, que me encargaría de todo, que tenía una amiga que me ayudaría y es cierto, me ha ayudado a tomar las riendas de la herencia de mamá. Mi hermano tiene sus propios negocios y casos complicados, no podía seguir cargándolo con todo. 

- Alexandra se encargará, no te preocupes-suspiro negando. 

-No puedo seguir sobrecargando a Alexandra de trabajo, es mi responsabilidad, lleva años manejando el negocio, no es justo para ella encargarse de todo.

-Para mí no es ninguna carga. Las amo como si fueran mi familia, si no fuera por ustedes que habría sido de mí, de mi niña-su mirada se une con la mía, esa dulce, pero decidida mirada.

Alexandra es una mujer fuerte, independiente y segura de sí misma, uno de mis ejemplos, se parece a mi madre en esos aspectos. Cualquier mujer desearía ser como ella, porque además de todo eso es muy bella.

-Descansa-continúa- solo son dos meses, cuando regreses estaremos juntas y te enseñaré todo lo que necesites para dirigir.   

-Sabes perfectamente que lo dirigiremos juntas -ella sonríe negando, pero sabe que lo digo en serio.

-Además no te dejaremos sola, te acompañaremos-dicen las gemelas al unísono.