Capítulo 15

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Neela:

La luz se cuela por el gran ventanal de mi habitación de hotel, las gemelas no irán al viaje, no quieren dejar sola a Natalia. Resulta que está embarazada de su ex novio, el cual al enterase desapareció, pero creo que en esa historia hay algo más.

Sus padres son de esos que consideran una vergüenza tener un hijo fuera del matrimonio. Al parecer le saben algo a mi padre y lo chantajearon para que se casara.

Aunque lo peor es que a ella le dieron a elegir eso o abortar, eligió al bebé por supuesto. Su padre la amenaza con hacerla abortar, es un médico de gran prestigio, no le costaría nada sedarla y cumplir su amenaza, ella espera el anuncio oficial así se sentirá más segura, pero estamos trabajando con mi tío para sacarla del país, ya está casi todo listo, es cuestión de días para que ella tenga una nueva vida en Italia.

Mi hermano está que se muere de la dicha, Aurora es prefecta, lo aceptó de inmediato. Cuando Alexandra se lo dijo se puso a saltar de la emoción, nunca le ocultó que tenía un padre y que algún día lo conocería y últimamente se lo pedía mucho, está muy feliz porque se lo cumplió. Estoy completamente segura que esa pequeña los unirá nuevamente.

Recuerdo la cabaña, Eros y mi hermano solían llevarme cada verano que pasaba con ellos. Liam me dijo que la habían remodelado, sé que es de ambos. Recuerdo muy bien son los grandes pinos, la tierra roja y ese olor a resina tan profundo cuando amnesia, adoraba ese lugar.

Liam y Eros son como hermanos, se conocieron de pequeños, estudiaban en el mismo internado, luego en la misma universidad, se fueron juntos a Japón, se hicieron inseparables.

Liam es ese hermano que Eros siempre quiso tener y que sus padres no pudieron darle, ya que fue un milagro que él naciera. Sus padres lo intentaron durante años hasta que al final lo tuvieron, pero a pesar de todo su mamá no pudo salir nuevamente embarazada, por lo que él puso toda su atención en mi hermano y cuando yo venía era los más importante para ambos. Se desvivían por mí y hacían todo cuanto les pedía, era su niña bonita y caprichosa, a la que debían cumplirle todo lo que pedían.

Estamos en el auto, Eros va conduciendo, estoy a su lado, mi hermano, Alexandra y Aurora van detrás. La verdad no sé cómo llamar Alexandra, ellos le dicen Elena, no sé qué prefiera ella. 

Él me mira y yo volteo el rostro encontrándome con el hermoso paisaje. Tiene un hematoma en su pómulo derecho y sé que en su torso tiene algunos golpes porque le oí quejarse un poco cundo se sentó en el auto. 

No sé cómo pasaré estos días, estaremos prácticamente solos, no es como que esos tres nos presten atención ¿cómo sobrellevaré los cambios de humor de Eros? No quiero sentir eso que despertó en nuestra última discusión, o más bien en su discusión, porque yo no sé qué me reclamaba en verdad.   

Nos detenemos frente a la cabaña, aunque no debía recibir ese nombre, es más grandes que muchas casas, es preciosa, está suspendida a unos cinco metros, grandes terrazas las rodean, cuenta con una chimenea, es de madrera y sé que tiene inmensas cristalerías, en especial mi habitación. Daba la impresión de que podía tocar los árboles. Recuerdo como saltaba sobre la cama y Eros se reía diciéndome que me faltaba poco para alcanzarlos burlándose de mí, hasta que me agotaba y me ponía sobre sus hombros para que pudiera tocar lo más alto de los cristales. 

-Vamos-nos llama mi hermano, refiriéndose a los dos, ya que Eros se quedó justo detrás de mí. Aurora da saltitos subiendo los escalones como si fuera un canguro, riéndose cuando Liam la toma en brazos dejándola sobre su hombro. Ya en la sima mi hermano abre la puerta, mientras Eros continúa a mi retaguardia.

-Venga hermanita de seguro has extrañado tu habitación- le sonrío y subo-ya llevo luego el equipaje.

-No, yo te ayudo-dice Eros y ambos toman todas las maletas.

Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora