Capítulo 25

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Eros:

Me siento tan mal, la veo tratando de acompasar su respiración, me está alejando y se precisamente lo que siente, porque es lo que yo sentía siempre que tenía sexo.
Siempre necesitaba largarme y es porque no estaba completo, me faltaba algo, no estaba satisfecho. La miro dándome cuenta que ella si me brinda todo, yo me iba porque necesitaba sentir un deseo más que carnal y no lo conseguía.
No puedo evitar lo que siente, debajo del sauce sucedió lo mismo, quise engañarme, aprovechar la escusa que me dio, pero hoy confirmé que es la verdad, simplemente comprobó que no puedo darle nada más y me aleja porque ya obtuvo lo que soy capaz de brindar y no la complazco.
Media hora más tarde noto que ya está tranquila, me arriesgo acercarme y no me aparta, se acurruca a mí y me siento nuevamente completo, el vacío en mi alma volvió a llenarse. Ahora sé lo que siente cuando la alejo, pero es que ninguno de los dos podemos controlar esas cosas.
Lo que me hizo sentir hoy por poco me consume, fue una locura hacer lo que hice, pero en el momento exacto que uno de mis dedos entro, que se encontró con esa barrera que tanto e añorado romper, todo mi ser me pidió que la hiciera mía, que le hiciera el amor y que ambos compartiéramos esa primera vez.
Incluso mi mente flaqueo durante un momento cuando sentí como se corría encima de mi polla, solo pensaba en llegar a lo más escondido de su interior y hacerla delirar de placer, dejarle claro al puto mundo que es mía y solo mía, por suerte recuperé la cordura y pude alejarme a tiempo.
Nos quedamos durante un tiempo abrazados, hasta que se remueve dirigiéndose al baño, su cuerpo desnudo que me enloquece, haciéndome suspirar hasta que se pierde y siento el agua caer.
Veinte minutos después sale cambiada con ese vestido verde que mande a traer para ella, me encanta como le queda ese color, su cabello seco vuelve hacer esos preciosos rizos que adoro.
Me mira y sonríe, la miro como lo que es, lo que más amo en el mundo, el puto aire que necesito para respirar. Voy al baño para realizar la misma rutina, ya cambiado con mi traje Armani completamente negro donde prácticamente solo cambian los accesorios en cada prenda. La busco por toda la estancia entre las cortinas que ondean puedo ver su cabellera rojiza mirando perdida al mar.
Tomo su cintura dejando mis labios sobre su cuello, se estremece y eso solo provoca un temblor en mi cuerpo, sus reacciones son una maldita droga para mí, aspiro su aroma, huele a mí, y no sé qué jodido sentimiento posesivo es este que me exista saber que es mía y que su cuerpo solo lo he tocado yo y que mi olor será el único que impregne su piel hasta que nuestras vidas terminen.
-Gracias-susurro sobre su oreja.
- ¿Por qué?
-Tu regalo me encantó-la giro para que vea en la estantería donde coloque la bola de nieve con el muñeco de nieve dentro sujetando un palo de hockey sobre hielo, la cual yo le obsequie en el último partido que me acompañó.
- ¿No has vuelto a jugar? -niego, no podría arriesgarme, una cortada un golpe sangraría y cualquiera podría, sacudo la cabeza, no puedo ni imagínalo.
-Soy muy viejo-trato de sonar divertido, pero ella hace una mueca.
- ¿Porque te limitas tanto Eros? -suspiro.
-Porque no me gustaría que alguien salga perjudicado por mi culpa-niega.
-Es cierto que debes ser cuidadoso, pero no lo que haces, el VIH no es un impedimento, es una condición.
-Una condición crónica-la corrijo.
- ¡Pero no te impide tener una vida! -afirma de forma fuerte y contundente.
-No es tan fácil-para mí no lo es, porque deje de tenerla cuando esa mujer me llamo informándomelo, como si se estuviese riendo de mí.
- ¿Por qué?, ¿porque te escondes?, ¿Es por tus padres? -niego de inmediato.
-Ellos siempre me han apoyado, nunca estuvieron de acuerdo con mantenerlo oculto, siempre me han dicho que no es algo de lo que debo avergonzarme.
-Y es cierto, nada podría cambiar lo que eres-sus palabras me alientan tanto, pero no, no puedo.
-No podría soportar las miradas sobre mí, que me excluyeran y me trataran como un apestado. Los cuestionamientos de las personas, los muchos, se lo dije, se lo advertí ¡Sabes el estilo de vida que llevaba! Mi apellido y mi cara bonita me bajaban el mundo, podía conseguir lo que quisiera y lo aproveché al máximo, no soportaría estar en la boca de todos.
-No lo puedo creer, todo es por el que dirán -su tono no hace otra cosa que expresar decepción.
-Pues sí, quizás me preocupe demasiado lo que piensen de mí, cambiar ante los ojos de los demás, dejar de ser yo -se ríe sin ganas.
-Solo vendes una mentira-suspiro porque a pesar de todo nunca nadie me había enfrentado, ni siquiera Liam, simplemente aceptaban mi decisión, mi situación.
-Quizás, pero por nada en el mundo dejaría que las personas dejen de comprarla.
Se queda en silencio, pero sus ojos, la mirada sobre mí no hace más que decirme que esa decepción se multiplico, convirtiéndose en un sentimiento que está cerca del aborrecimiento.
Hiba a decirle que dejara de verme de esa forma, que por ella sería capaz de dar mi vida y gritarlo al mundo, pero no me deja preguntándome.
- ¿Que tenías pensado hacer? Si tienes algún plan puedo irme -la abrazo de inmediato pegándola fuerte a mi pecho, nunca la dejaría ir, es domingo y pienso tenerla todo el día a mi lado y al amanecer también.
-Ninguno de mis planes te excluyen, todos y cada uno de mis anhelos y tormentos llevan tu nombre -suspira abrasándose a mi pecho, sus labios y respiración agitadas erizan toda mi piel, recordándome aquella electricidad que sentí cunado sus dedos tocaron mi piel desnuda en aquel lago, mi cuerpo tiene la misma reacción, mi polla se pone más dura que un hierro y las pelotas me duelen, todo mi cuerpo aclama su cercanía, aléjate, grita mi mente.
Me separo tomando su mentón para disimular- ¿Te gustaría hacer algo en especial?
Me sonríe como si de una niña pequeña se tratase-Nunca he visitado un acuario.
- ¿Nunca? -me sorprende mucho, sé que le gustan los animales en especial los maniros.
-Mamá siempre me insistía, pero justo en la entrada me ponía a llorar diciendo que no quería verlos encerrados-no me sorprende, de ella se puede esperar cualquier cosa- por eso siempre me buscaba documentales y películas con toda clase de animales, que no me había podidos enseñar en persona. Antes de su enfermedad nos íbanos de safari por muchos países- lo recuerdo se pasaba horas contándome las cosas que aprendía en sus viajes, los animales, la cultura de los diferentes países.
-Sabes, soy accionista de los acuarios más grandes del mundo, pero el de aquí de Nuw York prácticamente me pertenece. Lo remodelamos y quedó hermoso, me encantaría mostrártelo lucecita-me sonríe, dios por esa sonrisa daría mi vida entera.
- ¿Podemos pasar antes por el apartamento? Me gustaría tomar algunas cosas.
-No hay problemas.
Ya estamos dentro de su apartamento el cual es muy acogedor. Sonrío recordando como se pasó todo el camino tarareando canciones de su cantante preferido Ed Sheeran. Me llama la atención un cuaderno color vino tinto, con su nombre en dorado con letras cursivas.
La curiosidad me intriga, lo tomo entre mis manos y lo abro, me recibe una preciosa caligrafía, parece hecha a molde, el italiano me llena la vista, no se hablarlo, pero lo entiendo a la perfección.
Neela en ocasionas pasaba trabajo con el inglés, Liam y yo aprendimos a entenderlo, pero hablarlo se nos complicaba. Miro en el interior del cuaderno, es una especie de diario.
5 de diciembre de 2022
Mamá acaba de regalarme este diario como cada año, pero tengo tanto miedo que sea el ultimo, no quiero perderla, cada que la miro a los ojos siento que es una despedida. En ocasiones solo quiero correr, para que su mirada no me persiga con ese ruego de que debo ser fuerte, porque sabe que pronto me dejará.
Escribe con tanto sufrimiento, ojeo un poco deteniéndome en una fecha más resiente
7 de junio 2023
Marcelo ha insistido mucho para que lo visite, la verdad no deseo regresar a ese país, decir que lo odio seria poco. Apenas han pasado 6 meses de la muerte de mamá, mi tío y mi abuelo no me dan descanso, siempre asegurándose que este bien. Quizás, solo quizás debería de darle una oportunidad a ese hombre que me dio la vida, porque siempre me he odiado a mí misma por no sentir ni el menor atisbo de sentimiento por él, lo amaba, pero el mató ese sentimiento con sus acciones, por eso sé que es una excusa, una excusa para ver a mi hermano lo he extrañado mucho.
Es tan lindo saber lo que piensa, sé que estoy violando su intimidad, pero no puedo detenerme, continúo llegando a los días que estuvimos en la cabaña
10 de agosto 2023
Me dijo que podría darme el placer que ansío, pero nunca he buscado tal cosa, porque no es placer lo que deseo, lo anhelo a él y es imposible sentirse completa cundo no puedo siquiera besarlo como quisiera.
Cada rechazo me hace cuestionarme si seguir con esto que está surgiendo entre los dos. Se que sonará egoísta, pero me pregunto si podría vivir para complacer, cuando soy infeliz, sino estoy completamente para mí, ¿que recibirá él a cambio? cuando me siento utilizada cada vez que me toca y cuando deja de hacerlo solo lo quiero lejos, talvez ahora sean unos cuantos minutos, pero creo que en un tiempo se convertirán en segundos, pero no de lejanía, sino segundos de acercamientos. No lo soportaré porque no solo provoca buenas sensaciones, también las peores.
Sierro el cuaderno de golpe cuando una lágrima rueda por mi mejilla, ¿cómo he podido hacerla sentir así?,¿cómo es necesario que tenga que leerlo de sus propios pensamientos para comprenderlo?,¿cómo es que estoy tan cerca de perderla y no me he dado cuenta?

Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora