Eros

Epílogo

Dos años después:

Eros:

Un par de ojos oscuros conectan con los míos buscando aprobación, haciendo un puchero cundo no consigue rección alguna. Se me escapa una carcajada cundo pone sus manitas en jara, como si me riñera por no darle mi ayuda.

Lo tomo en brazos, sacándole ricitas infantiles Eldar, mi hijo mayor, está enfadado porque una ola se llevó su castillo de arena, aunque en realidad eso no se podía llamar castillo, no era más que un pequeño montoncito de arena, pero para él era lo más fantástico del mundo.

Su cabello pelirrojo le cae en espesos rizos sobre la frente,en contraste con sus ojos oscuros y sus rasgos asiáticos lo hacen ver como un pequeño príncipe sacado de una clase de cuento, es una pequeña fotocopia mía, exceptuando el cabello y las pecas. Por primera vez está viendo el mar, está encantado con las claras aguas que bañan Sicilia. Exige que lo baje para encontrarse con su madre.

El pecho se me oprime, está rodeada de arena blanca provocando que su cabello rojo parezca llamas incandescentes, su traje de baño deja al descubierto el abultado vientre.

Me acerco tendiéndome a su lado Neela es todo cuanto deseo, ella y nuestros hijos son mi vida entera. Nuestro pequeño corretea buscando caracolas, dejo mi mano en su vientre sintiendo una patada fuerte que nos hace sonreír, los pequeños pateadores están por nacer, son mellizos, una niña y un niño que me convertirán nuevamente en padre, ella me concederá nuevamente ese privilegio.

-Te amo.

Jamás me cansaré de repetir esas palabras, de darle gracias a la vida por las fuerzas de Neela, por su amor incondicional y confianza ciega en mí.

En algunas ocasiones aún se queda ensimismada, como si recuerdos la avasallaran, sus recuerdos han acudido esporádicamente a o largo de los años, pero ya lo recuerda todo. Aún así a visitado a Marcelo, no puedo cambiarla, por eso me enamoré de ella, por su dulzura y su manera de ver la vida, si le diera la espalda a su padre no sería mi Neela, no lo perdonará, nunca lo hará, pero eso no cambia que lo quiera.

-Papá-la vocecita de mi pequeño me saca de lo pensamientos.

- Eldar-lo llama dulcemente mi mujer-ven conmigo pequeño.

Él la obedece de inmediato, cuando ve mi mano sobre el vientre de su madre sonríe, corriendo como puede a su encuentro, ya sé lo que hará. Deja un pequeño beso.

-Fratellini(hermanitos)-apoya su oreja sonriendo tiernamente,sintiendo las pataditas de sus hermanos.

No sé cuántas veces al día lo hace, es como si quisiera comprobar que están bien, continúa hablándoles cosas que no logramos entender. En ocasiones se expresa muy bien, en otras no hay forma de entenderlo, pero no hay nada más hermoso, su extraño hablar, la manera en que Neela lo mira, la adoración con la que ambos me miran a mí, no existe nada más perfecto que ellos, mi familia.

Incineraré el mundo por ellos. Lo reduciré a cenizas, acabaré a quien intente alejarlos a mí. No sabía el significado de la vida, ahora comprendo que lleva nombres de personas.