Capítulo 7

233 26 0
                                    

Neela:

No sé qué le sucede, porque cambio de un día para el otro ¿Que hice mal? ¿Que para que me trate así? Aunque me haya equivocado no merezco que me trate así, nadie merece esa humillación, es un imbécil, un completo gilipollas. 

Me encierro en mi despacho, siento como entra y sale barias veces del suyo, ni siquiera levanto la mirada, si me necesita ahí está el teléfono para informarme. El día transcurre llegando su última reunión que es con mi hermano, al cual no quiero ver, sé que lo invitará a salir en la noche.

Las gemelas insistieron, saldremos con unos amigos de Liam. Como las chicas me vieron emocionada por mi primer día de trabajo, le pidieron a mi hermano que lo invitara, di que para conocerlo.

-Hermanita, pero que linda que estas -me da media vuelta y me abraza, lo quiero tanto. En lo único que pienso es en llorar, retengo las lágrimas provocando que mi garganta queme, como si tomara lava ardiendo.

-Estoy convenciendo al imbécil para que nos acompañe, está siendo difícil-asiento sin mostrar interés-Vamos te llevo a casa, Eros me dijo que ya terminaron.

Ya en el estacionamiento se gira en dirección a su amigo.

-Te espero, no me dejes solo Eros, no podré con esas gemelas locas, Eric y Lucas-Eros se tensa y mi hermano sonríe como si lo hubiese dicho a posta, pero de igual forma se adentra en el auto sin decir nada y yo lo imito, esperando a Liam. 

- ¿Todo bien? -pregunta preocupado.

-Si, solo un poco cansada-me mira sin creerme.

-Segura o es que ese imbécil te hizo algo -sé que se refiere a su amigo y por su tono y el cambio en su semblate sé que está dispuesto a decirle unas cuantas cosas.

-No-aseguro y el parece un poquito más convencido- estoy perfecta-me sonríe.

-Liam no sabes lo que pasa entre Natalia y Marcelo, es raro, su relación es algo extraña. 

-No lo sé, lo único que sé es que Natalia es buena chica. No comprendo como terminó con Marcelo.

-Yo tampoco-no parece una interesada, de lejos se nota que no necesita dinero, fue criada con comodidades.

Cambiamos de tema hablando de locuras suyas cuando era joven y descubro que se enamoró una vez, pero no me quiso decir nada más, solo que era esa chica que me dijo que llevaría a Italia un verano. Elena, pero al final no pudo visitarme y no me dijo la razón, ahora lo comprendo, se separaron, puedo notar que todavía le duele, que aun la ama.

Al llegar voy directo a la ducha, ese hombre es exactamente lo que dice mi hermano, un imbécil, un real imbécil. Al salir las chicas me esperan.

- ¿Qué tal el día? -preguntan emocionadas mis primas. Junto a Natalia eligieron mi atuendo, se pasaron el día de ayer de compras y prácticamente me compraron un armario entre las tres, atuendos completos.

-Pésimo, no sé qué le sucede a ese hombre, de seguro es bipolar-bajo la mirada, suspirando decepcionada. 

-Ho cariño, no pasa nada.

Me abrazan y un sollozo se me escapa, en verdad soy estúpida, creí que se fijaría en mí, pase por alto el hecho que tiene novia. No entiendo esta necesidad, esta obsesión de que me vea como una mujer, quiero que deje de verme como la niña con la que jugaba al fútbol, lo necesito y puse toda mi confianza en un estúpido vestido, que ilusa. 

-No pienses en eso, en la noche nos divertiremos, tomaremos, nos emborracháremos, bailaremos y te pondrás hermosa. No tienes que captar la mirada de ese hombre para sentirte una mujer completa. Deja las estupideces que hoy tus primas te enseñaremos lo que es salir de fiesta -dice Mariana de forma contundente y su hermana la apoya con un gritico.

Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora