Capítulo 5

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Neela:

- ¿Está bien? Hay muchos restaurantes cerca, no sabía cuál te guastaba. 

-Está perfecto ¿Comiste algo? -continúa comiendo. Se ve tan guapo sentando despreocupadamente en la mesa que preparamos juntos.

-No suelo comer hasta la tarde, mi estomago se despierta después que yo-trata de retener la riza-no te rías-le recrimino, pero es en vano.

- ¿Entonces tu estomago es dormilón? -pregunta en tono burlón. Este hombre es un bombón, hasta comiendo es prefecto y extremadamente sexy.

-Mucho-respondo haciendo un puchero, sus ojos se detienen en mis labios haciéndome tragar fuerte.

-Ven aquí-me llama hacia su posición.

-Solo un poco y me quedare tranquilo. Tú hermano me matará si te desmayas-niego y me mira de una forma que hace despertar a mi estomago con unas cosquillitas tan placenteras y que mi mente trastabille de debilidad.

-Un poco de jugo me vendría bien-el niega, pero me tiende su baso para que me lo beba.

-Buenas, buenas-irrumpe mi hermano en el despacho, llegando rápidamente a mi lugar, me abraza fuerte despeinándome y luego me mira mal.

- ¿Quién es Eduard? -su tono serio, no me gusta nada.

- ¿Por qué?

-Las locas me dijeron que había llamado, pero que tu móvil está apagado-joder me quede nuevamente sin batería, donde carajas tengo la cabeza. 

-Aaa debo haberme quedado sin batería-en ocasiones creo que mis cargadores desaparecen a posta, para hacerme quedar como idiota. Nunca recuerdo cargar el móvil.

- ¿Neela tienes novio? -me pregunta Liam de mala gana.

- ¿Qué? -ambos me miran serios-no, no, él se está encargando del mantenimiento de los viñedos, un señor de 63 años muy amable -enfatizo lo último para que no haya duda -Solo es para mantenerme al tanto. Todo estaba en orden cuando vine, pero igual préstame tu móvil, necesito llamar Alexandra-el me lo da de inmediato-si quieren adelántense, llegaras tarde-miro a Eros.

-No importa.

El teléfono da el primer toque y luego otro hasta que lo cogen y la dulce voz de mi sobrina en italiano llega a mí.

-Aurora cariño soy la Neela.

-Hola tía-no se escucha bien.

-Todo va bien ¿dónde está mamá? -es extraño este tipo de descuidos en Alexandra.

-Se le quedó el móvil -me separo y lo pongo en altavoz.

- ¿Sabes porque se le quedo el móvil? -pregunto extrañada.

-El tío Anthony vino a buscarla.

Suspiro aliviada. Se que mi tío y ella tiene secretos, creo que hay un hombre involucrado. Alexandra es una mujer hermosa, pero no le gusta tener a ningún hombre cerca de su hija.

- ¿Estás con la nana?

-Si tía ¿Cuándo vuelves? Té extrañado mucho-el tono ñoño me estruja el corazón- a mamá y a mí no nos gusta estar sola.

-Falta poco cariño-en verdad este país no me gusta.

- ¿En serio? -suspiro, porque me la puedo imaginar haciendo pucheros.

-Te lo prometo cariño ¿Puedes decirle a mamá que me llame cuando regrese?

-Claro. Te quiero tía.

-Yo también te quiero Auro.

Cuelgo y los dos hombres me miran fijamente. Siempre les gustaba que le hablara en italiano y sus rostros me dicen que eso no ha cambiado.

-Que niña más adorable-rompe mi hermano el silencio.

-Pues sí, es preciosa, es la hija de Alexandra. No quiso acompañarme.

-Se está ocupando de todos los encargos y muy bien que lo hace, lo he supervisado y me he comunicado con ella por correos-asegura mi hermano.

-Ella es fantástica, nos ha ayudado mucho. Mamá la quería como una hija y yo las quiero a ambas como si fueran de la familia-me sonríe-Podemos irnos-miro a Eros que me estudia atentamente- estamos retrasados 10 minutos.

-Vámonos-dice saliendo de la oficina, como si tuviese una avispa detrás. Miro a Liam buscando respuestas, pero él esta tan desconcertado como yo, respondiéndome con un encogimiento de hombros.

Esta reunión fue un poco pedante, nada importante, sólo las firmas. Eros prácticamente los convenció para comprarle otra aerolínea, le dijeron que lo pensarían, pero estoy segura que lo llamaran para confirmar el sí.

Igual de aburridas fueron las siguientes, solo anotando lo más importante, las fechas lugares y horas para las futuras reuniones. Mi hermano se fue hace unos minutos.

- ¿Esa carita? -pregunta Eros tomando mi mentón, acelerándome el corazón con el simple roce.

-Esto es realmente aburrido ¿cómo puedes vivir así? -lo miro directamente a los ojos. 

-Costumbre, alguien tiene que hacerlo. Soy hijo único y mis padres merecen descanso ¿no? -comienza acariciar distraídamente mi mandíbula y yo estoy al tocar suelo en cualquier momento.

-Claro, pero es agotador-se pega más a mí y la verdad es que su cercanía me aturde. Mis piernas parecen gelatina- Tantas inversiones, compras, ventas, es demasiado-trato de disimular mi nerviosismo cuando su rostro está muy cerca del mío- ¿Siempre es así? -pregunto en un suspiro mordiendo mi labio, humedece los suyos, que son tan hermosos, carnosos y parecen tan suaves.

Se separa como si un balde de agua fría le hubiese caído encima. Se aleja sin decir nada, simplemente lo veo marcharse. No entiendo ¿Que fue eso, que dije mal?

Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora