💔ILUSIONES PERDIDAS💔

22. De tu forma tan cruel de abrazarme

Baekhyun se retorcía las manos sobre su regazo sin ser capaz de controlar los nervios. Estaba sentado en su pequeña salita, justo frente a uno de los alfas más acaudalados y poderosos del continente y él no lograba encontrar alguna razón para su presencia en ese lugar. Los demás los habían dejado solos a regañadientes, Taemin protestó, pero se rindió ante el pedido de Baekhyun, fuera lo que fuera que Byun Yifan necesitara hablar con él, debía ser algo importante.

─Señor Byun...

─Yo sé que estás impaciente, lo lamento, es solo que... Por la Luna, no encuentro las palabras.

─¿Usted conoció a mi madre? ¿Vino por su funeral?

─Sí, yo conocí muy bien a Zitao. ─Fue inevitable que una sonrisa nostálgica se dibujara en el rostro del alfa confundiendo más a Baekhyun.

─Él nunca lo mencionó.

─Claro que no... Yo me imagino que Tao se esmeró en borrar todo rastro de mí de su vida. No debió ser nada sencillo, ahora que te veo... Tú heredaste mis ojos.

A Baekhyun le tomó algunos segundos y varios parpadeos acelerados el procesar esas palabras y entender de lo que hablaba Yifan. Se sintió como un baldado de agua fría y quiso negarlo con vehemencia, por supuesto que no, ese hombre no podía ser su padre; sin embargo, solo bastaba ver su cabello rubio y sus ojos azules para darse cuenta de que era verdad. Ese imponente alfa era el desgraciado que había engañado a su madre y los había abandonado.

Baekhyun se puso de pie de inmediato y lo miró con los ojos llenos de lágrimas y enojo señalando la puerta.

─Le pido por favor que salga de mi casa y no vuelva nunca más. Yo no tengo nada que hablar con usted.

─Baekhyun, por favor déjame explicarte. Te suplico que me escuches, he pasado veinticinco años buscándolos, te lo juro. Y llegué tarde para encontrar a tu madre, pero no me voy a rendir contigo, tú eres mi hijo, solo déjame contarte la parte de la historia que Tao no conocía. Por favor.

─Tiene cinco minutos.

Yifan se lo tomó a pecho y procuró resumir los detalles innecesarios, relatando lo que había sucedido y cómo perdió por completo el rastro de Tao, sin imaginar que había viajado a Corea, él jamás se enteró de que el omega tuviera amigos o familiares en ese país y solo se concentró en buscarlo en el extenso territorio chino.

El gigante alfa lloró como un bebé pidiéndole perdón de rodillas y jurando que nunca lo rechazó, que nunca fue su intención dejar a Tao, que todo fueron artimañas de sus padres y para cuando pudo solucionarlo, el omega ya había desaparecido sin dejar rastro. A Baekhyun le parecía estar escuchando a Chanyeol, ahora entendía mejor la rabia de su madre y el empeño en alejarlo de ese tipo de personas.

Obviamente no le creyó, era una historia de película y las razones que le dio no fueron nada convincentes. No quiso escucharlo más, su mamá ya no estaba para confirmar o desmentir esas palabras y nada de lo que pudiera decir el alfa iba a cambiar las cosas; lo soñó y lo anheló de niño, pero ahora ya era tarde, era un adulto que no necesitaba mimos ni palabras bonitas, o tal vez sí, pero de su madre que ya no estaba, no de ese hombre que era un extraño para él.

─Me pidió que lo escuchara y ya lo hice, ahora le pido de nuevo que se marche.

─Baekhyun, por favor...

─Señor Byun, mi madre acaba de morir y tengo muy pocas ganas de discutir sobre su pasado. Debo ir a atender a mi hijo, así que le agradezco que cierre la puerta al salir.

Baekhyun se encaminó a su habitación sin siquiera voltear a mirarlo de nuevo y Yifan se quedó con el corazón en la mano. Una parte de él albergaba la ingenua esperanza de que su hijo se arrojara a sus brazos buscando el consuelo que él se moría por darle. Le picaban las manos por acariciar su preciosa carita, por darle un beso en la mejilla, por estrecharlo muy fuerte y no volver a soltarlo jamás. Su alfa estaba a punto de rasgarle la piel por la desesperación de tener cerca a su cachorro después de tantos años de infinita agonía.