Capítulo 16

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Todos en el mundo mágico sabían que se avecinaba una guerra, pero no muchos sabían que Dumbledore había organizado un equipo con algunos de los estudiantes. Yo no era parte de eso, pero si estaba al tanto, sabia que Luna pertenecía y aunque varias veces ella intento que me uniera, yo siempre me negué.

Ahora las cosas eran diferentes, Harry me pidió que me uniera a ellos, inmediatamente rechace su oferta, pero el insistió bastante. Si llegaba a ser cierta la suposición de Potter, Hogwarts dejaría de ser el lugar seguro que todos conocíamos, lo que me preocupaba bastante. No había razones para que Voldemort quisiera matarme, pero si se llegaba a enterar, que estaba en el bando de Dumbledore mis hermanas serian su primer objetivo. Con mortifagos en Hogwarts no sería muy fácil proteger a Charlotte, pero más me preocupaba Penny, si se enteraban de donde estaba, sería muy fácil para ellos llevársela.

Harry insistió toda la cena, al igual que Ron y Hermione, ellos sabían que yo era su única forma de infiltrarme entre los slytherins, sin que sospecharan y conseguir la información que necesitaban.

Nunca haría algo que sé que pondría la vida de mis hermanas en peligro, pero con mortifagos en el colegio todos estaban en peligro, mientras más rápido los descubrieran mejor. Así que acepte el pedido de Harry, pero solo les daría la información que necesitaban, luego de eso no seria parte de su bando, simplemente seguiría con mi vida como si no supiera sobre la orden del Félix.

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Caminaba hacia las mazmorras, cubriendo mi cuerpo con un tapado de cuero negro. Llegue a la puerta de la habitación de Nott y golpee tres veces.

-Mhm, si viniste...- dijo Nott mientras me hacia espacio para pasar por la puerta.

-Necesito el dinero.

-Claro...- murmuró.

Me senté sobre el borde de su cama y Nott, como las ultimas veces que nos vimos, se sentó en la silla de su escritorio. Observaba sus brazos, pero estaban cubiertos con la camisa que traía puesta, miraba alrededor de su cuarto sin saber que buscaban mis ojos realmente, algo que quizás me diera una pista sobre él.

- ¿Puedo ayudarte en lo que estas buscando? - pregunto Nott al ver como mis ojos escaneaban cada parte de su habitación.

-No...estoy buscando... nada...- solté una pequeña risa nerviosa.

Él asintió un poco dudoso, y luego se levantó de su silla y se acostó en su cama.

- ¿Vas a dormir con la camisa? - pregunte mientras me recostaba a su lado, pero siempre manteniendo una gran distancia de él.

Se giro a mirarme y tenía una sonrisa pícara en su rostro.

- ¿Quieres que me la quite?

Sentí como mis mejillas inmediatamente se prendían fuego.

¿Qué es lo que me pasa? Siempre me habían dicho cosas peores a estas, y nunca ningún chico, logro hacer que me sonrojara o me pusiera nerviosa.

Nott se percato de eso y soltó una pequeña risa.

- ¿Qué pasa? – estiró una de sus manos y rozo mi mejilla con sus dedos, pero aleje mi rostro al sentir su tacto. - No sería la primera vez que me ves desnudo.

-Lo sé.

Y ese era el problema.

¿Por qué me sonrojaba si ya lo había visto?

¿Por qué me sonrojaba si los últimos años de mi vida había visto más chicos desnudos que al sol?

Nott giro sobre su cuerpo dándome la espalda.

-Para tu mala suerte, tendrá que ser otro día principessa... hoy estoy cansado.

¿Había hablado en italiano?

Como sea...

Me cubrí con las sabanas de la cama, pensando en lo que podía hacer para darle al trio de oro la información que necesitaban.

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A la mañana siguiente desperté antes que Nott, lo escuchaba respirar de manera pesada y de vez en cuando se le escapaba un ronquido.

Ya era de mañana y yo no había averiguado nada, tenia un plan en la cabeza, pero era un poco riesgoso. A pesar de ser así lo intente.

Lentamente me senté sobre la cama y me acerque hasta la espalda de Nott, cuidadosamente y aguantando la respiración para que no se despertara, tome con la yema de mis dedos el puño de su camisa. Los brazos me temblaban y estaba sudando como un perro, comencé a levantar su camisa y cuando pensé que por fin iba a lograrlo, noté que la respiración de Nott ya no se escuchaba como cuando estaba dormido.

Carajo, Carajo.

No quería mirar para atrás, sabia que estaba despierto, porque sentía su mirada en la nuca. Con un nudo en la garganta y todo mi cuerpo temblando voltee lentamente.

-Buenos días...- dije en voz baja intentando disimular el temblor en mi voz.

- ¿Qué estabas haciendo Isadora? - su tono de voz ya no era amable como lo solía ser, era de enojo.

No sabia que decir, estaba congelada. Tenia que encontrar una excusa, pero no sabía cuál.

-Yo...es que...- no podía dejar de tartamudear- quería... quería ver si tenias mi pulsera, la perdí anoche mientras dormía.

La peor excusa, quería golpearme a mi misma por ser tan mala mintiendo.

Nott encarnó una ceja y seguido a eso se fue a duchar. Agradecía que no hubiera hecho más preguntas, sabía que se había dado cuenta de mi mentira y era raro que no me había dicho nada.

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- ¿Entonces? - Granger estaba desesperada.

-No... no lo sé- me encogí de hombros- no pude averiguar nada.

- ¿No miraste sus brazos?

-No, no pude, estuvo todo el tiempo con la camisa- expliqué.

- ¿No se quitó la camisa? - Potter y Weasley me miraron confundidos.

-No- dije tomando un trozo de pan de la mesa.

-Pero... entonces... ustedes no...

-No- respondí rápidamente- Y no vuelvan a pedir que haga esto, Nott casi me descubre y ahora debe estar sospechando, así que yo no hago más favores.

Me levante tan rápido de la mesa que el trio de oro no llego a cuestionar lo que dije. Y antes de salir del gran comedor, eché una vista a la mesa de slytherins y vi como Nott con sus amigos me miraban y no de la mejor forma posible.





Nota de la autora:

Holiss, ¿Cómo están? Espero que se encuentren bien.

Cuenten si les esta gustando la historia!! Y además quería agradecer todo el apoyo que le están dando, gracias, gracias.

Pequeño aviso que quería hacerles, el jueves me voy de viaje y vuelvo el domingo 18, así que seguramente no voy a actualizar durante ese tiempo, perdón!!!!!

Nos vemos dentro de unas semanitas, Besos!

𝐎𝐉𝐈𝐓𝐎𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐄𝐒 | 𝑻𝒉𝒆𝒐𝒅𝒐𝒓𝒆 𝑵𝒐𝒕𝒕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora