El corazón me dio un vuelco al verlo entrar por la puerta y que se sentará al lado de esa rubia. Mi exnovio, con esa sonrisa que solía ser solo para mí, ahora dirigida a otra persona. Su nueva novia estaba a su lado, radiante y feliz. Sentí un nudo en la garganta y un dolor punzante en el pecho al darme cuenta de que él ya había encontrado a alguien más. Aunque traté de aparentar indiferencia, por dentro me consumía una mezcla de tristeza, nostalgia y un toque de envidia. Era como si el mundo se hubiera detenido por un instante, y todo lo que alguna vez compartimos se desvaneciera ante mis ojos.
— Juli, no vas a comer ?.— Romina golpeó suavemente mi pierna haciendo que salga de mis pensamientos.
Traté de mantener la compostura mientras forzaba una sonrisa y jugueteaba con mi tenedor.
— Si, es que todavía esta un poco caliente, Ro.— La miré.
Mis manos temblaban ligeramente y mis ojos evitaban encontrarse con los suyos. Intenté parecer ocupada, revisando mi teléfono o mirando hacia cualquier lugar menos hacia él. Pero por dentro, sentía una tormenta de emociones que amenazaba con desbordarse en cualquier momento.
— ¿Y qué les pareció la carne? esta buena?.— Preguntó él marido de Romina.
Todos asintieron con sus cabezas e inmediatamente aplaudieron demostrándose conformes.
La cena terminó y mientras los demás se encargaban de juntar los platos y vasos para arrancar a tomar tragos y picar cosas dulces, Julieta tomó a su pequeña ahijada en brazos y comenzó a dar vueltas por el enorme jardín que tenia la casa de su amiga.
— No tenes nada de sueño, no?.— Dijo entre risas mientras movia sus brazos para mecer a la bebé que observaba todo con atención.
Aimé la miró a los ojos atenta, como si la hubiera entendido y la rubia le sonrió tiernamente.
— Tenes las mismas pestañas que tu mami, me muero.
Siguió caminando en círculos por el patio hasta que notó que a unos metros estaban reunidos Marcos, su novia, Alfa y Coty.
No quería parecer una metida, por lo que se dió media vuelta y retomó su camino.— ¡Juli! Vení con nosotros, no tenes que irte.— Una voz un poco desconocida para mi, me llamó.
Giré mi cabeza y pude ver a esa rubia llamándome con su mano.
Negué con la cabeza mientras mi mirada se penetraba con la de aquel salteño, necesitaba su aprobación.
— No me molesta que te quedes.— Dijo él, como si hubiera leído mi mente.
Asentí con la cabeza baja y me uní a ellos, estaban recordando momentos de GH.
— Y me acuerdo cuando julita salio del living con esas botas color flúor y marquitos no paraba de mirarla embobado.— Dijo entre risas Alfa.— Yo me acuerdo que en ese momento dije "estos están hasta las manos" y bueno no me equivoque porque después fueron novios.
Sonreí un poco incomoda por su comentarios y seguí moviendo mis brazos para dormir a Aimé, que ahora había empezado a llorar.
— Su relación fue de las más famosas, estaban todo el tiempo con los medios encima.. ¿Cómo hicieron?.— Dijo la novia de Marcos.
Crucé miradas rápido con él y negué con la cabeza.
— No hicimos nada, por eso mismo nuestra relación murió. Nos dejamos sobrepasar por los medios y bueno, nos terminó ganando. — Contestó Marcos en un tono seco e incómodo.
— ¡Vengan! Vamos a jugar al "yo nunca nunca".— Propuso Romina mientras nos gritaba desde su cocina.
Mis mejillas se tornaron rojizas y mis manos comenzaron a sudar. Esto podía terminar muy mal, lo veía venir.
— Yo... no quiero jugar, me da vergüenza, ustedes pueden salir con cosas que no dan..— Dije suspirando.
— Amiga, no te conozco! ¿Cuando Julieta Poggio le hubiese dicho que no a juegos de este estilo?.— Daniela me retó.
Me encogí de hombros y asentí rendida. Sabía que contra ella no iba a poder negociar nada y me iba a terminar obligando.
— ¿Quién arranca?.— Dijo Thiago.— Amor, vos no podes tomar, ya te dijo el medico, dame eso.— Le quitó el vaso a Daniela y le dió una botella de agua.
— Sos re malo Thiago, no me dejas disfrutar! Hace más de un año que no tomo ni un sorbo.— Se quejó.
Ambos comenzaron a tener una breve discusión muy incomoda enfrente de todos nosotros.
— Basta primos, dejen de pelear y juguemos a esto.— Dijo Marcos, para mi sorpresa.
Él no era de estar muy de acuerdo con jugar a juegos de este estilo donde quede tan expuesto, era bastante vergonzoso. Bueno, conmigo.
Daniela bufeo rendida y se sentó a mi lado, a varios metros de thiago.
— Ya que NO ME DEJAN TOMAR, voy a empezar yo.— Dijo la morocha mientras pensaba su pregunta.
Todos la mirábamos con atención y con nuestros vasos en la mano.
— Yo nunca nunca me volví a culiar a mi ex una vez separados.
Y la fulminé con la mirada. Se notaba sus intenciones. Era la única que lo sabía.
Desde hace cinco meses, había jurado que nunca volvería a ver a Marcos después de nuestra tumultuosa separación. Pero el destino parecía tener otros planes para mí. Recibí una llamada inesperada para participar en una campaña de fotos para King Of The Kongo, en un conocido shopping. Cuando llegué al local de ropa, no podía creer lo que veían mis ojos: allí estaba él, Marcos, mi exnovio, también había sido contratado. Estaba tan lindo, como siempre.
Durante la sesión de fotos, traté de mantener la compostura, pero era imposible ignorar la tensión entre nosotros. Después de tantos meses de distancia, sentia que odavía había una chispa entre nosotros, una conexión que ni el tiempo ni la distancia habían logrado romper.
Después de la campaña, mientras caminaba por el pasillo del shopping para buscar la salida e irme, me encontré con Marcos. Ambos nos miramos con sorpresa y luego, sin decir una palabra, nos dirigimos al baño que estaba a unos metros de nosotros. Allí, en la intimidad de ese lugar público, sucumbimos a la pasión que aún ardía entre nosotros.
Fue un momento fugaz pero ardiente, un momento en el que todo parecía caer en su lugar de nuevo, aunque solo fuera por unos instantes. Después de eso, nos vestimos en silencio y salimos del baño como si nada hubiera pasado.
Solo Daniela sabe lo que ocurrió entre Marcos y yo esa tarde en el shopping. Desde entonces, no hemos vuelto a tocar el tema ni hemos vuelto a vernos. Quedará como un eterno secreto entre nosotros tres.
— ¿Nadie va a tomar?.— Contestó Daniela.
Todos negaron con la cabeza, menos él y yo que a la vez, como si hubiese estado planeado tomamos un trago de nuestros vasos sin dejar de mirarnos a los ojos.
Sentí la tensión en esa mesa, éramos los únicos que habíamos tomado y casualmente éramos ex novios. Si queríamos hacerlo más obvio no nos salía.
— Pura casualidad mi amor, no?.— Escuché como victoria interrogaba a su novio.
— Si gorda, posta que desde que corté con ella no volví a verla más.
Solté todo el aire que llevaba en mis pulmones y coloqué mis manos en mis mejillas que estaban ardiendo.
— Bueno, sigamos..— Sugirió Constanza un poco intimidada por la tensión que se había generado.
— Voy yo.— Dije.
Todos se giraron para mirarme a mi, y esperaron mi pregunta con sus vasos en la mano.
— Yo nunca nunca fingí estar enamorado de alguien para olvidar a otra persona.— Fue lo primero que se me ocurrió, pregunta más boluda no había.
Nadie tomó, a excepción de él.
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Una vez más, vuelve conmigo. - MARCULI
Fanfiction;- donde después de seis meses de terminar su relación como novios, Marcos y Julieta se reencuentran en una cena para conmemorar un reencuentro de ex hermanitos.