Una vez más, vuelve conmigo. - MARCULI

Episodio 19 ; Promesa.

Después de aceptar la compañía de mis amigos, nos dirigimos hacia el ascensor y subimos al piso más alto del hotel. Me llamó la atención que mi habitación estuviera en ese piso, generalmente reservado para suites grandes.

Salí del ascensor con la llave en la mano, frunciendo el ceño mientras buscaba mi habitación. Recorrí el pasillo revisando cada puerta, completamente absorta en mis pensamientos. Sin embargo, no me di cuenta de que mis amigos no estaban a mi lado; habían bajado nuevamente en el ascensor sin que yo lo notara.

Cuando llegué al cuarto 760, me di cuenta de repente de que mis amigos no estaban conmigo. Giré en círculos, buscando a Nacho y Daniela, pero no los encontré por ninguna parte. Un ligero sentimiento de preocupación comenzó a crecer en mi pecho, pero al mismo tiempo estaba tan cansada que decidí no preocuparme demasiado. Me detuve frente a la puerta del cuarto, con la llave en la mano, y observé el pasillo vacío a mi alrededor. Las luces tenues del pasillo proyectaban sombras sobre las paredes, añadiendo un toque de misterio al ambiente. Me sentí un poco inquieta, preguntándome dónde podrían estar mis amigos y por qué no me habían seguido. Sin embargo, el cansancio comenzaba a dominarme, y con un suspiro decidí entrar en la habitación y descansar un poco.

Al abrir la puerta del cuarto, me quedé completamente sorprendida al descubrir que estaba decorado como para una cena romántica. Globos, velas y pétalos de rosa adornaban cada rincón, y sobre la cama había varios regalos envueltos con esmero. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, sin saber qué pensar de toda esa situación inesperada.

Antes de que pudiera reaccionar, unas manos cubrieron mis ojos por detrás, provocando que me tensara de inmediato. Mi mente se llenó de especulaciones y nerviosismo, pero cuando finalmente las manos se apartaron y vi quién estaba frente a mí, todo cobró sentido. Era Marcos, con una expresión avergonzada pero tierna, sosteniendo un ramo de rosas en la mano.

—¡Sorpresa!— , dijo con una sonrisa, tratando de ocultar su nerviosismo.

— Marcos, no puedo creer todo esto, yo...— Quería explicarme pero mis emociones me ganaban.

— Sé que tenes un montón de dudas, pero todo se resume a que te estaba planeando esto desde que te fuiste de mi casa está tarde y todos fueron cómplices. — Me agarró de la mano y me llevó hasta el balcón que daba a una vista preciosa a la ciudad.

Bajé mi cabeza con una sonrisa y ahí vi a todos los que habían sido participes de esta sorpresa. Mis amigos, mi hermana, la amiga de mi hermana, la recepcionista y la morocha con la que había estado hablando Marcos en el baño, que finalmente era una de mis amigas del colegio.
Negué con la cabeza entre risas sin poder creer todo lo que estaba viendo y lo importante que tenía que ser para marcos para que hiciera algo tan hermoso.

— Estoy en shock, por que hiciste todo esto?.— Nos metimos otra vez en el cuarto y me senté sobre la cama mirándolo a los ojos.

Él se acomodó el pelo con su mano y se sentó de igual forma que yo, pero frente a mí.

— Lo hice porque me di cuenta de cuánto te necesito en mi vida, Juli. Desde que te fuiste, me di cuenta de lo mucho que te amo, de lo vacío que estoy sin vos. Me arrepiento de no haberte valorado como merecías, de no haberte demostrado cada día cuánto significas para mí. Sé que cometí errores, que te lastimé y te decepcioné, pero te juro que nunca dejé de amarte. Extraño cada momento que compartimos juntos, cada sonrisa, cada abrazo. Me duele profundamente haberte perdido, y hoy quiero intentar enmendar mis errores, quiero luchar por nuestro amor y demostrarte que puedo ser la persona que necesitas a tu lado.

Sus palabras me dejaron sin aliento, se veía y se sentía un discurso sincero. Podía notar su nerviosismo en cada oración y como movia sus manos intentando buscar las palabras justas para hacerme entender todo lo que sentía.