Julieta y Marcos salieron de la reunión con los productores, con la mente llena de pensamientos sobre la sorprendente condición que les habían revelado. Caminaban en silencio por los pasillos del canal, ambos sumidos en sus propios pensamientos y emociones.
-¿Podes creer lo de la habitación privada? -preguntó Marcos, rompiendo el silencio mientras nos deteníamos en un rincón apartado.
Fruncí el ceño, aún tratando de asimilar la información.
-Es... inesperado, tipo, no lo veía venir. No sé qué pensar al respecto. ¿vos? -respondí, mirándolo con una expresión de incertidumbre.
Él solo suspiró, pasándose una mano por el cabello mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que pensaba.
-Es raro. No esperaba tener que compartir una habitación tan... íntima, especialmente con todo lo que pasó entre nosotros en el pasado -confesó, desviando la mirada por un momento-. Pero supongo que es parte del show, ¿no?
Asentí lentamente, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
-Sí, supongo que tenes razón. Tenemos que tomarlo como parte del desafío y tratar de manejarlo de la mejor manera posible. Después de todo, solo son 48 horas -añadí, intentando infundir un poco de optimismo en la conversación.
Él me dedicó una sonrisa tierna y caminamos juntos hasta la salida del canal donde me despedí de él con la promesa de encontrarnos al otro día en el canal, ya a punto de entrar.
Llegué a mi casa donde toda mi familia me estaba esperando con la cena preparada.
Mi mamá había comprado un par de pizzas y mis hermanas habían hecho un postre de dulce de leche para "despedirme", aunque solo eran dos días.
- ¿Cómo te fue mi amor?.- Me preguntó mi mamá mientras dejaba un beso en mi mejilla.
- Bien, dejamos las cosas y nos leyeron un contrato donde decía que podemos hacer y que no.- Me encogí de hombros.
- ¿Y por qué esa cara?.- Lola, que siempre se daba cuenta de todo me interrogó.
Negué con la cabeza intentando ignorar el tema y me senté en la mesa a servirme un pedazo de pizza. Pero la enana era tremenda, ya sabía que iba a volver a insistir con el tema.
- Dale Juli, por que tenes esa cara, que te dijeron?.- Se sentó a mi lado.
Volví a negar con la cabeza, no quería contárselos. Los conozco y eran capaces de ponerse a gritar si se enteraban.
Mi familia siempre ha querido a Marcos como si fuera uno más de nosotros. Desde el primer día que lo conocieron, lo recibieron con los brazos abiertos y lo adoptaron como parte de la familia. Para mis padres, él era como un hijo más, y para mis hermanas, como un mejor amigo al que admiraban y respetaban.
Durante toda nuestra relación, mis padres lo protegieron y mimaron como si fuera su propio hijo. Siempre estaban pendientes de él, preocupados por su bienestar y felices de verlo formar parte de nuestras vidas. Incluso en los momentos difíciles estaban ahí para apoyarlo incondicionalmente.
Por eso, cuando me separé de Marcos, su reacción fue devastadora. Se pusieron muy tristes, como si hubieran perdido a uno de los suyos. Me retaban por haber dejado ir a un chico tan maravilloso, incapaces de entender cómo podía terminar una relación tan sólida y llena de amor.
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Una vez más, vuelve conmigo. - MARCULI
Fanfic;- donde después de seis meses de terminar su relación como novios, Marcos y Julieta se reencuentran en una cena para conmemorar un reencuentro de ex hermanitos.