Episodio 9 ; San Valentin.

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La sorpresa de escuchar a Marcos afirmar que éramos novios nuevamente me dejó atónita. ¿Desde cuándo habíamos vuelto a ser novios?. Mi mente giraba tratando de entender lo que acababa de suceder, mientras observaba la reacción de los demás participantes.

La expresión de asombro en sus rostros se mezclaba con muestras de alegría y emoción por nuestra supuesta reconciliación. Por un momento, me sentí abrumada por la situación y no supe cómo reaccionar.

— ¡AYYYYY!.— Dijo Rosina muy emocionada.

Marcos, por otro lado, parecía seguro de sí mismo, con una sonrisa radiante que iluminaba su rostro. Me aferraba a mí como si estuviera tratando de transmitir un mensaje con su gesto, pero yo seguía confundida y desconcertada por sus palabras.

Antes de que pudiera decir algo más, Santiago del Moro hizo su aparición, interrumpiendo la conversación y desviando la atención hacia la próxima actividad que nos esperaba en la casa. Con un suspiro de alivio, aproveché la oportunidad para alejarme un poco y procesar todo lo que acababa de suceder.

— Bueno chicos, como tomaron esta visita doble?.— Preguntó.

— Excelente santi, todavía no lo podemos creer.— Respondió Lisandro.

— ¿Qué loco no? Tener a los mismísimos Marcos y Julieta ahí, unos grandes jugadores de gran hermano, ¡Finalistas!.— Recordó el conductor.

— Re, y encima como novios! Vamos a presenciar Marculi en vivo.— Rosina no paraba de pegar gritos emocionada, de vez en cuando podías confundirla con una niña.—

Del Moro se despidió de nosotros y rápidamente fuimos a dejar nuestras valijas a la que ahora iba a ser nuestro cuarto por dos días.

Era un cuarto muy amplio, que se ubicada donde para nosotros antes era el sum. Se ve íntimo y lujoso, con una cama king size, iluminación suave, sábanas de satén, detalles dorados y espejos estratégicamente colocados. Hay un pequeño bar con licores finos, velas aromáticas, pétalos de rosa y una bañera de hidromasaje, creando un ambiente sensual y romántico. Tal cual como si fuese un telo. Se habían ido al carajo.

— Podes venir para acá.— Agarré a Marcos del hombro antes de que saliera por la puerta. Necesitaba preguntarle porque había dicho que éramos novios otra vez.

Marcos se detuvo y me miró con una expresión expectante, como si estuviera esperando que le dijera algo en privado. Los demás participantes se dispersaron por la habitación, dejándonos a solas por un momento.

— ¿Qué pasa, Ju? —preguntó, notando mi mirada inquisitiva.

Respiré hondo, tratando de organizar mis pensamientos antes de hablar.

— ¿Desde cuándo somos novios otra vez? —inquirí, sin rodeos, necesitando una respuesta clara y directa.

Marcos pareció sorprenderse por mi pregunta, como si no esperara que lo confrontara de esa manera.

— Bueno... —titubeó, buscando las palabras adecuadas—. Pensé que sería mejor para la estrategia del juego, ¿sabés? Creo que sería divertido hacerles la cabeza con algo que no es. Para divertirnos un rato, sino re aburrido si no le ponemos un poco de onda digamos..

Sus palabras me dejaron dudando, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. ¿Estaba sugiriendo que fingiéramos ser novios por conveniencia en el juego?

— No puedo creer que pienses así, Marcos —murmuré, sintiendo una mezcla de decepción y frustración.

Él pareció darse cuenta de que había cometido un error al hablar y se apresuró a rectificar.

Una vez más, vuelve conmigo. - MARCULI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora