2 | 6: "El antifaz rosa."

180 20 3
                                    

Pov's Julieta

Me desperté temprano esa mañana con un nudo en el estómago, lleno de nervios y emoción por el viaje repentino a Miami. Aunque la noticia había llegado de manera inesperada, no podía evitar sentirme emocionada por la oportunidad de escapar de la rutina y pasar un tiempo de calidad con mi familia.

Me levanté de la cama con un zumbido de anticipación en mis oídos, ansiosa por comenzar el día y prepararme para el viaje. Mamá y Lola estaban ocupadas en la cocina, preparando el desayuno y haciendo los últimos preparativos para el vuelo. Me uní a ellas, ayudando con las tareas domésticas y disfrutando de la atmósfera animada y emocionante que llenaba la casa.

A medida que pasaban las horas, la emoción crecía dentro de mí, impulsada por la perspectiva de nuevas aventuras y experiencias en tierras extranjeras. Aunque sabía que el viaje sería corto, me sentía agradecida por la oportunidad de escapar de la rutina diaria y sumergirme en un mundo completamente nuevo.

Después de desayunar, nos apresuramos a hacer los bolsos que llevaríamos en la mano y organizar los últimos detalles antes de salir hacia el aeropuerto. Mamá y Lola estaban llenas de energía y entusiasmo, y su emoción era contagiosa, llenándome de alegría y anticipación por lo que nos esperaba en Miami.

Llegamos muy justas con el tiempo, tanto así que a penas pusimos un pie en el aeropuerto escuchamos el anuncio del pre embarque para nuestro vuelo.

— ¿Ese no es nuestro vuelo?.— Dije con los ojos abiertos como platos.

— Si!.— Dijo mamá quien venía corriendo tras de mí acompañada de la suegra de Lola.

Busqué rápido con la mirada el número de puerta que teníamos en el boleto, por suerte hicimos el check in virtual y solo nos quedaba subir al avión.

— Puerta 4 es la nuestra.— Agregué y comencé a buscar con más detenimiento en cada una de las puertas que se nos presentaban.

Estábamos en la 10, teníamos que correr si o si hasta la otra punta del aeropuerto o no llegaríamos a embarcar.

Agarre con fuerza mi carry on y comencé a correr entre medio de la gente con desesperación asegurándome de girar mi cabeza cada cierta distancia para verificar que mi familia venía detrás de mí.

Cuando por fin visualice la puerta 4 a unos metros de mi, la señale con el dedo y me predispuse correr los metros que quedaban. Pero cuando estaba ahí, a nada, centímetros, siento un golpe muy fuerte en la cara que me hace trastabillar. Parpadee un par de veces mientras me tocaba mi cara por el dolor que había sentido y cuando abrí los ojos completamente me encontré con un chico alto de pelo marrón frente a mí que me miraba con una expresión de sorpresa y... ¿miedo?. Si, parecía que estaba asustado.

No pude ver su cara con detalles porque la gorra y los lentes que traía me lo impidieron, pero si me quedó impregnado en la cabeza el perfume que tenía. Suave y amaderado a la vez, se me hizo muy familiar ese olor, pero en cuanto iba a reaccionar para hablarle noté que mi familia pasó por al lado mío corriendo y recordé a donde estaba yendo. Me disculpé como pude del chico y llegué a la puerta de embarque que tanto me había costado encontrar.

Una vez adentro del avión, me recosté sobre mi brazo que estaba apoyado en la ventana y cerré mis ojos para así calmar la taquicardia que me había provocado correr todo el aeropuerto en tres minutos y el golpazo que me había dado.

— Ju, tenes el ojo un poco inflamado, que te pasó?.— Lola que estaba al lado mío me tocó con cuidado la parte inferior de mi ojo.

Saqué mi celular y me miré en la cámara, era verdad. Tenía un poco inflamado y rojo la zona de mi ojo, realmente me había hecho mierda, el pibe era muy alto y prepotente.

Una vez más, vuelve conmigo. - MARCULI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora