« Nigromante »

Capítulo 28: Brunch

...

Después de cambiarme mil veces decidí usar algo muy casual, era un brunch además de que debía estar lista para cualquier otra cosa.
Joseph azotó la puerta enojado antes de irse; me la debía, el idiota pensaba que sólo él puede recibir placer cuando se le plazca pero no, las cosas ahora iban a cambiar.
Me di los últimos retoques y salí de mi casa, Armando y un par de camionetas me esperaban afuera.

Hola negrito -dije sentándome a su lado-

Nada de negrito -dijo volteando la cara-

Ya mi amor, ¿sigues enojado?

¿En serio lo preguntas?

Estoy aquí, deja el drama -dije volteando a otro lado-

Hey... -me tomó de la barbilla y me volteó para verlo- Yo aquí soy el que manda, oiste -dijo deslizando su mano a mi cuello-

Claro, jefecito -dije viendo sus ojos-

Bien, así que lo mínimo que espero es que tengas disponibilidad y no que me dejes tirado

Lo sé, lo siento no volverá a pasar -me acerqué a sus labios y retrocedió-

No, yo no soy tu pendejo al que lo contentas con sexo

¿Seguro? -dije sonriendo-

Ya wey, mejor pon atención

Te escucho

El chiquito está aquí, le pidió al Dumbo reunirse para hablar de negocios y...

Ese pendejo me conoce

Lo sé, sé que te conoce pero contrató a unas putas y tú vas en el paquete

No jodas Armando, me odian por lo de Donovan me van a matar en cuanto me vean

Confía en mi, carajo... No saben de ti, además usa tus encantos de vieja, le sabes muy bien -sonrió-

-suspiré frustrada- Bien...

Nada puede salir mal Elvira, quiero que escuches lo más que puedas y cuando vayan a salir llámame que al pendejo del chiquito me lo quiero tronar

No te preocupes, yo me encargo

Bien, ¿algo que necesites?

Nope, es fácil

Bien, bájate aquí y usa la camioneta que viene tras de nosotros; vienen más viejas ahí

Te llamo

Ten cuidado -besó mi mejilla-

Siempre -le sonreí-

...

¡Damon! -saludó Jesus-

Buenos días señor -dije acercándome a saludarlo-

¿Listo?

Muy listo -le sonreí-

Bien, primero me acompañarás a un almuerzo, ¿tienes hambre?