...Salí molesta de la habitación, un montón de hombres ya estaban listos para atacar pues se había escuchado la detonación hasta la fiesta.
¿Está todo bien? -Rodrigo me preguntó al verme-
Que ni se me acerque la pendeja esa -dije saliendo enojada de la casa-
¿Qué pasó? -preguntó Armando al verme-
¡Les dije a los pendejos de tus hombres que tuvieran cuidado de esa mujer y parece que les dije todo lo contrario!
¿Qué? ¿De qué mujer hablas?
De Anabel, Armando. Me viene siguiendo desde Londres -peiné desesperada mi cabello-
Puta madre -rodó los ojos- ¡¿La mataste Elvira?! -me vio molesto-
No, no la maté -me crucé de brazos- ¡Ganas no me faltaron! Empezó a decir mierda sobre mi y mis hijos
Es su manera de sacar información, así es la prensa -tocó mi mejilla-
No me toques, no estoy de humor -retrocedí-
Ya preciosa, relájate -tomó mis hombros- Ahorita la saco de aquí, y ya...
Quédate aquí, le diré a alguien que me lleve a tu otra casa.
No, no... Ve a dormir aquí, yo no me siento seguro si te vas sin mi
Sé cuidarme sola
Y eso lo sé, pero no quiero más inconvenientes
-respiré frustrada- ¡Te juro que quiero matarla!
No le des el gusto, ignórala. Es lo que yo hago
¡Y tu gente que no me hace caso! -dije molesta-
Ya... Ya... Los castigaré, toma -me dio un vaso- Disfruta la fiesta, es por nosotros
Bien... -rodé los ojos- ¿Hablaste con Nick?
Andaba en un antro, con unos colegas
Si, lo mismo me dijo
Ha de andar con una morena de esas -hizo una curva con las manos-
¿Y? -me encogí de hombros- Nos dimos permiso
Mira que conveniente, y a mi si me andas celando
No te celé, tu esposa me odia y no puedo hacer nada
Bueno, en lo de que te odia tienes razón y en lo de mi esposa no tanto
Ella se presentó así
Si pero no estamos casados, así se dice aquí cuando haces familia con alguien
¡Que conveniente! -dije en su mismo tono-
Con Renata si estoy casado, y desde hace mucho -rió- Pero ella es más tranquila, sabe como es esto
Bien, alguien menos que me quiera hacer enojar hoy -dije caminando-
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« Nigromante »
RomancePt. 1: Un trato con el diablo Pt. 2: Bienvenido al infierno ¿Qué tan rápido puedes ser cuando se trata de huir del pasado?