...Hola mami -dijo Arabella subiendo al auto-
Hola mi amor, ¿qué tal la pijamada?
Genial, nos dormimos muy tarde -sonrió-
Bien, podrás dormir todo el día si lo necesitas
Estoy bien, me sentí mejor con los medicamentos
Me da gusto escuchar eso mi amor, esperemos siga así el tratamiento. ¿Tienes hambre?
Un poco, ¿Y Damiano?
Ya está en California, llegó hace un rato y al parecer todo esta bien. ¿No te ha llamado?
Me envió un mensaje hace un rato, nada relevante
¿Podemos llegar por algo de comer? -preguntó Tony-
Claro cariño, lo que ustedes quieran -acaricié su cabello-
Anthony manejaba con calma, la música apenas alcanzaba a escucharse y mi ansiedad había desaparecido. Casi todo el camino mis hijos venían hablándome y contándome cosas al azar, mientras yo mantenía mi vista sobre los mensajes que Armando me dejaba; todo en el negocio estaba en orden, y al parecer la droga nueva era una basura que no quería comercializar. Confiaba en él, sabía que si era un NO tenía una razón.
Toma... -dije dándole dinero- Yo no quiero nada
¿No vas a comer?
Hmm, no tengo mucha hambre
Cierto, Nick cocinó -dijo en tono de burla-
-reí nasalmente- Compren algo igual a lo suyo, comeré más tarde
Voy contigo Anthony -dijo Arabella-
No, estás en pijama
¡Anthony! -le dijo molesta-
Que vergüenza, no te llevaré así conmigo
Tú llevas pantalones de chica, eso debería darte vergüenza
¡Mamá! -se quejó Tony-
Niños, niños ¿cuál es el problema?
Dijo que se avergonzaba de mi -lo señaló-
No, dije que me avergonzaba tu pijama
Y yo de tus pantalones ajustados
¿Es necesario discutir? -los vi a ambos- Dame eso, iré yo a comprar las cosas
Gracias Arabella -dijo Tony cruzándose de brazos-
Gracias Arabella -lo imitó con una voz infantil-
Dejen de pelear, o voy a castigarlo -les sonreí-
¡Quiero una malteada! -escuché a Anthony antes de bajar del auto-
Caminé hacía el restaurante, abrí la puerta y había un montón de gente. Me planté en la fila mientras scrolleaba en Instagram, nada interesante que ver...
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« Nigromante »
RomansPt. 1: Un trato con el diablo Pt. 2: Bienvenido al infierno ¿Qué tan rápido puedes ser cuando se trata de huir del pasado?