Capítulo 97: Odiar

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[Una semana después]

...

Un café, un ramo de flores y un vestido ajustado era lo que más llamaba la atención al verme caminar. La misteriosa y bien escondida oficina del FBI que tenían en cubierto sobre Londres miraba pasar a una de la que por tanto tiempo buscaron.

¿Puedo ayudarla? -preguntó la señorita tras el mostrador-

Necesito hablar con el agente Quinn, es una urgencia

¿Urgencia? -me barrió con la mirada- Claro -sonrió- Veré que día tiene disponible

No estás entendiendo cariño, soy su esposa -sonreí- No sabe que vengo pero quiero darle una sorpresa

No es así como funciona, lo siento. Puede entender que en un lugar como este no dejamos entrar a cualquier persona

Tu mono allá -señalé al de seguridad- Me reviso hasta la ropa interior así que puede asegurarte que no llevo nada conmigo

¿Montgomery? ¡Que linda sorpresa! -su irritante voz se escuchó tras mi espalda-

Me encantaría decir lo mismo -me giré para verla-

Déjala que pase Diana, viene conmigo

Dijo que venía con el oficial Quinn -le respondió-

Si, bueno. Puede que sea yo a quien le interesé más hablar con ella

¿Estás en cubierto? -me crucé de brazos- Que bien escondido ¡eh! -golpee su hombro con el mío- Vaya que si estás cubierta

Para nada Elvira, vengo a actualizar mi protección política. Tú debes saber de eso -me guiñó un ojo- Pero vamos, conozco a la gente de aquí incluso a tu esposo

No me sorprende, eres como la humedad Anabel. -tomé las rosas y el café que había dejado sobre el mostrador-

Es un halago para cualquier periodista -sonrió- Pero agradéceme hoy, que no iban a dejarte pasar hasta que Joseph lo supiera -hizo una seña con la cabeza- Por aquí...

Sabes... -la seguí- Pensé que te habías dado un poco por vencida, pero me sorprende tu entusiasmo

Yo siempre obtengo lo que quiero, quizás en eso me parezca un poco a ti

Ahora entiendo de donde venían las fotografías de Guadalajara -reí- Casi logras tu cometido ¡eh! Pero no te sientas triunfadora, Joseph siempre me ha demostrado que confía plenamente en mi

¿Estás con Armando ahora? O es con ese chico del que se empieza a hablar ¿cuál es su nombre? Raymundo, Ramón...

Ni idea de a quien te refieras cariño, fuera de Armando desconozco quien está en sus fiestas

-elevó las cejas y sonrió un poco- Bueno... Te vi tan junta en aquella fiesta que podría pensar que le gustaste

Le tiras al lado equivocado Anabel, no seré yo quien alimente tu dichoso libro. No soy más la mujer del capo

Bueno, con eso de que estás separándote de Joseph quizá sea él, quizá sea el ex de la jefa de la mafia quien quiera alimentar mi libro -se detuvo en una puerta-

« Nigromante »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora