Capítulo 08: Desconocido

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...

Elvira, Montgomery -dijo entre pausas-

Manolo -sonreí forzosamente- Que gran sorpresa

Lo mismo digo querida, pero si hubiera rencores -se estiró y pude ver su arma- Otra historia sería

¿Intentas asustarme?

¿A la empusa? No lo creo chica -rió- Te ves -me vio de arriba a abajo- Diferente

Los años Manolo, pero tú te ves igual de bien

Gracias -abrió sus brazos- ¿Qué dicen mis sobrinos?

¿Tus sobrinos?

Arabella, Damiano... Aunque bueno éste último estaba en duda. Y del tercero pues mejor no hablamos

-reí- Debo irme Manny -me acerqué y besé su mejilla- Pero espero verte pronto

Lo mismo digo, mi querida Elvira... Nos veremos pronto

Queridísima -retrocedí- Salúdame al señor Montana

Recibirá tus saludos, le dará gusto saber que sigues aquí

Creo que no pude esconderme en Brasil -dije mientras me alejaba-

El lugar favorito de Donnie -elevó su trago-

~Con algo de miedo le di la espalda, caminé con prisa hacia donde estaba inicialmente, podía sentir mi respiración demasiado pesada, sentí mis manos sudar mientras que mis lágrimas salían una tras otras; llevé mi mirada hacia los turistas y sólo podía ver la cara de Donovan en cada uno de ellos. Estaba volviéndome puta loca, podía escuchar la risa de Donnie rondando en mi cabeza, como si disfrutara el verme asustada, el verme temblando y llorando al sentir que él estaba aún aqui.~

Elvira... -me gritó alguien pero no me atreví a voltear, seguí caminando con prisa hasta que alguien jugando voleibol me derribó sobre la arena-

Mi amor, ¿estás bien? -dijo Joseph ayudándome a levantar-

¡Está aquí! -dije llorando-

¿Qué? -me miró confundido-

Está vivo Joseph

Mi amor, ¿qué pasa? -dijo tomándome de las mejillas-

Donovan... -sollocé-

¿Don?

DONOVAN, JOSEPH -lo miré asustada- Está vivo

Mi amor, es solo una crisis -dijo mientras me ayudaba a levantarme- Elvi...

Está vivo, puedo sentirlo -dije desesperada- Él, él sobrevivió... Él sabe de mi...

Es imposible

Manolo está allá, nos encontró -peiné desesperada mi cabello-

¿Dónde? -dijo viendo hacía todos lados-

¡Allá mi amor! -le grité- Deja de verme como si fuera una puta loca

Te están sangrando las rodillas

Necesitamos irnos, ellos saben de mis hijos, ellos...

Elvi -tomó mis mejillas- Mírame

Vámonos, por favor... A donde... ¡mierda Joseph! Por favor vámonos -dije viéndolo directo a los ojos-

« Nigromante »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora