Capítulo 85: Hamel

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...

Nick hacía el desayuno, Eddie y Tony jugaban videojuegos, Arabella abría los regalos que le había traído de México y Damiano aún no estaba despierto.

¿Te gusta? -le pregunté a Arabella-

Me encanta, es bellísima mamá

Es hecha a mano mi amor, no vas a encontrar una por este lado del mundo

Dile a Armando que gracias, de verdad creo que será mi accesorio los próximos meses -dijo viéndola a detalle-

Yo se lo digo -le sonreí-

Cuando te conteste -Nick besó mi frente-

¿Quien los llevará a la escuela? -cambié de tema-

Damiano nos prestó su auto, con la condición de que lo lleváramos a lavar -dijo Anthony-

Super, entonces vengan a desayunar niños -dije acomodando la mesa-

Tú también tienes que desayunar -dijo Nick-

Ya sabes mi secreto -le sonreí-

Los niños se sentaron, desayunaban en silencio mientras yo hacía algunos papeleos para mi nueva contadora; Nick y yo teníamos demasiado trabajo que hacer después de haber cerrado el trato con los colombianos...

Quien diría que a tu edad estuvieras haciendo el desayuno para una familia -dije sin verlo-

Nunca lo imaginé, pero me encanta esto -sonrió mientras se llevaba el tenedor a la boca- Veo mi vida haciendo esto, contigo -acarició mi mano- Todos los días

Mamá, estaba pensando en que deberías comprarme un auto -dijo Anthony-

¿Un auto? -lo volteé a ver-

Si, llevaría a Arabella a la escuela y me serviría para mis próximas presentaciones

Suena bien -bebí de mi café- Pero necesito hablarlo primero con tu papá

Tú estás a cargo de mi, tú puedes decir sólo si o no -dijo mientras comía-

No es tan fácil Tony, tu mamá aún comparte custodia con tu padre -dijo Nick-

Bueno, pero no vive con nosotros así que da igual

Lo hablamos después, sigue comiendo

Es que... Vi uno, no es tan caro e incluso Damiano me ayudaría a pagarlo si es que tú no puedes

Mi amor, te repito que es conversación para otro día ¿está bien?  No es sólo darte un auto y ya

Nick, ayuda -lo volteó a ver y Nick sólo río-

Nada de pedirle a Nick que me convenza, esta vez no va funcionar -el timbre sonó-

Eso piensas tú mami -dijo Arabella-

...

Joseph, a mi oficina -dijo sin detenerse-

« Nigromante »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora