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¿Qué? -lo vi confundida- ¡No! -reí- ¿De dónde sacas eso?
No lo sé, fue lo primero que se me ocurrió -se encogió de hombros-
Para nada -bebí de mi copa-
Cielos... -Nick rió nasalmente- Hasta yo me asusté
Nick, cierra la boca -golpee su rodilla con la mía-
Bueno ya, basta de misterios. Yo también quiero decirte algo mamá así que, ¿por qué no empiezas?
Bien, saben que estaba ahogándome en deudas por la mudanza de país y todo eso. Bien... -respiré hondo- Pagué las deudas, las casas han vuelto a ser de nosotros -sonreí mientras los veía-
Wow, eso es genial mamá -sonrió Anthony-
Alguien pagó una de las casas, bueno la deuda que tenía hipotecada pero...
Fui yo...
¿Qué? Mi amor... -lo vi confundida-
Tranquila, yo... Tú tranquila ¿si?
¿De donde sacaste el dinero?
Fue un golpe de suerte, lo vi necesario... Necesitaba hacerlo mami, es poco
Damiano muchas gracias cariño -tomé su mano- No tienes idea lo orgullosa que estoy de ti, y no por el dinero. Si no por lo maduro que eres, y lo mucho que me ayudas a sostener la familia mi amor.
Soy el hombre ahora -acarició mi mano-
Tengo aquí las llaves... -sonreí- Y quiero que nadie vuelva jamás a arrebatarles algo que es suyo ¿está bien? Si alguien viene a decir mentiras sobre nosotros...
Solo ignoramos, lo sabemos -dijo Arabella-
Tomen, están al azar así que será suerte -dije dándoles una llave a cada uno-
Habrá más de estas, lo prometo mamá -dijo Damiano tomándola-
Todo estará bien a partir de ahora mi amor -le sonreí-
Felicidades mami, de verdad sabemos lo duro que trabajaste por esto -dijo Anthony-
Bueno, es trabajo de todos -sonreí- También gracias a Nick que ha estado junto a mi, y a Armando que no pudo acompañarnos por alguna razón
