Capítulo 81: Entre dos mundos

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Pov Joseph:

Estaba en mi oficina a tenía 3h pegado en la computadora pues estábamos investigando el caso de un feminicidio el cual muy probablemente haya sido provocado por uno de sus hijos; la información estaba muy revuelta pero era una gran oportunidad de demostrarles el buen agente que soy, y que no necesitaba ayuda de nadie para resolver el caso.  Pues además de llevar años en esto, estuve rodeado de mentes criminales.

Joseph... El oficial Skinner lo necesita en su oficina

Claro -le sonreí-

Me puse de pie, guardé bien todo mi trabajo y me dirigí a la oficina de mi jefe.
Toqué un par de veces la puerta de cristal, al abrirla vi de espaldas a un hombre el cual mi jefe reía junto a él

Para que soy bueno señor -dije al estar dentro-

Para nada -respondió el tipo que estaba sentado frente a él-

¿Disculpa? -lo vi con algo de molestia y caminé hacía él-

Hola Joseph, espero no te haya interrumpido -dijo mi jefe-

Sigo en el caso, pero no se preocupe ya necesitaba un descanso -sonreí-

¿No vas a saludarme? Abuelo

-fruncí las cejas, cuando escuché ese apodo una sonrisa se me dibujó- ¿Brian? ¡Mierda Brian! ¿Que haces aquí?

A mi también me alegra verte -se puso de pie y me abrazó- Sigues igual de anciano

Cierra la boca -palmee su espalda- Y tú sigues igual de idiota

Chicos, chicos... -nos llamó Skinner- Ya, mucha emoción

Lo siento -sonreí- Dígame oficial, ¿hay algo que hacer?

Toma asiento -señaló- Como sabes esto se está uniendo, es decir los problemas de california son nuestros problemas y viceversa

Claro -asentí con la cabeza-

Brian tuvo aquí una junta con el director y pasó a saludar, entre la plática saliste a el tema

Eres el único idiota que no pasa desapercibido -dijo Brian-

Sabemos de tus antecedentes, lo supimos desde que entraste aquí pero nunca se me ocurrió hacer algo como lo que Brian me propuso

No estoy entendiendo

Tenemos un problema de narcóticos, sabemos que de alguna manera estuviste involucrado

Bueno, en realidad fue su esposa -dijo Brian-

Brian... -lo vi con molestia-

Sólo queremos ayudar a la sociedad, y por supuesto colgarnos la estrellita Joseph. Hay una mujer protegida por el gobierno, no ha ayudado mucho porque es nueva en esto -tomó el control del monitor- Ella... -señaló- Anabel Hernandez

¿La escritora? -preguntó Brian- De que nos sirve

Es amiga de capos muy poderosos alrededor del mundo Brian, y sabe donde es que están. Si trabajamos juntos podemos hacer grandes cosas

« Nigromante »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora