« Nigromante »

Capítulo 82: Bajo las luces

...

Utilicé un vestido negro con tirantes pequeños, me hice unas ondas en el cabello, apliqué mi muy distintivo labial rojo sobre mis labios, un delineado sutil en el mismo color que mi vestido, aplique perfume y me di una ultima vista en el espejo.
Tomé mi teléfono, un par de fajos de billetes y mis cigarrillos; los eché en mi nueva y cara bolsa que Armando me había regalado, me sentía como hace mucho dejé de sentirme
«Poderosa»

¿Listo señora? -preguntó uno de sus guaruras abriendo la puerta de una camioneta blindada-

Lista -le sonreí antes de montarme en ella-

Me tomé un par de fotos, las subí a mi olvidado Instagram y no tardaron mucho mis viejas amigas en decirme lo linda que me veía; Nick también me escribió, que estaba en medio de una fiesta y que le encantaría estar junto a mi, el tiempo se pasó volando cuando llegamos a nuestro destino, un antro en plena ciudad de Guadalajara, Jalisco.
La fila era enorme, había un montón de gente por la banqueta a lo que los escoltas de Armando me ayudaban a pasar entre ellos, al llegar a la entrada el cadenero me sonrió y me dejó pasar sin siquiera decirme nada; ¡Extrañaba estos tratos!

Entré al lugar, habían luces por todos lados y la música era muy diferente a las fiestas en Londres; me guiaron hasta un pequeño "VIP" donde estaba Rodrigo, un hombre más y unas cuantas chicas a su alrededor.

¡Pero que belleza trajo el agua! -dijo Rodrigo viéndome con una sonrisa-

Hola chino -le sonreí-

¿Como sigues? -preguntó mientras besaba mi mejilla-

Mucho mejor, solo mi estómago no resistió la buena comida -reí-

Aún no llega el negro, pero te presento -abrazó al tipo a su lado- Serafín ella es Elvira

Un gusto -sonrió y tomó mi mano para después besarla- Serafín Dominguez

El gusto es mío...

¿Que quieres beber? -preguntó Rodrigo-

Un perla negra está bien

Un perla negra te daremos, lo mejor para la reina

¿Tardará mucho Armando?

No creo, tú diviértete -me guiñó un ojo- Mesero... -alzó un poco la voz-

Me quedé en medio de ellos, ambos hablaban y bailaban a la vez. Las chicas muy seguramente eran de compañía, se veían muy jovenes y eran demasiado lindas.
Tomé mi primer perla, después la segunda y cuando me había dado cuenta estaba pidiendo la 5ta.

No tomes mucho -dijo Serafín-

Déjala, yo la cuido. Mi padrino me la encargó

¿Pasó algo? -dije tomando el vaso- Con Armando

No... Sólo cerró unos tratos con ciudades vecinas y se enredó en eso

¿De quien es este lugar? ¿Es seguro?

Lo es muñeca, es mi socio y además viene gente muy famosa aquí