Corría entre el bosque, el aire daba directo en mi cara. La oscuridad me abrazaba, mi respiración estaba tan acelerada como el corazón en mi pecho, buscaba con atención como si tuviera que encontrar algo.
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¡Mierda! -maldije al torcerme el tobillo- ¡Ouch! ¡Mierda!
Comencé a ponerme nerviosa, sentía como si estuviera escapando pero no sabía con exactitud de que, traté de ignorar el dolor que sentía en el pie, y caminé tan rápido como podía
Elvi... -escuché su voz tras de mi- Elvi... Elvi... -dijo antes de reír en un tono muy bajo-
Cállate, déjame en paz -dije acelerando mi paso-
Estoy aquí, abre los ojos -dijo, y topé frente a él-
No eres real... -dije al ver su silueta en la oscuridad-
¿No lo soy? Abre los malditos ojos, ve más allá
Déjame en paz, tú estás muerto
¿Muerto? -dijo antes de reír- ¿De verdad piensas que pudiste contra mi? Sólo mira a tu alrededor, sigo estando ahí
Ya no te estás Donovan, ya no te tengo miedo -dije acercándome a él- No eres real, no eres real...
¡Abre los ojos! -me gritó encajando sus dedos en mi abdomen-
¡Mamá! ¡Despierta! ¡Abre los ojos! -Damiano me sacudió-
¿Qué? -dije viendo su cara sobre mi- ¡Mierda! -di una bocanada de aire- ¡Mierda! ¡Mi amor! -me enredé en sus brazos-
¿Estás bien? -dijo mientras me abrazaba- Mami...
Si... Yo... -apreté los ojos y respiré su aroma- Lo lamento...
Tranquila, estoy aquí...
¿Qué hora es?
Alrededor de las 3am, no lo sé...
¿Que haces despierto? -dije separándome de él-
También tuve una pesadilla, fue demasiado extraño...
¿Estás bien? -dije acariciando su mejilla-
Si, al menos no soy el único que tiene miedo -rió nasalmente-
Es tanto estrés mi amor, tranquilo -sonreí- Duerme aquí conmigo
