« Nigromante »

Capítulo 86: Leyenda

...

Pov Damiano:

Terminé de almorzar y a los 10 minutos estaba Josh afuera de mi casa tocando el claxon. Me apuré en salir, subí al auto y lo saludé como de costumbre.

Bonito auto -dije viéndolo a detalle-

Un regalo del jefe -sonrió-

¿Y? ¿Cómo te fue en California?

De maravilla bro, no te imaginas... ¿Y tú? ¿Qué tal la pasaste estas semanas que no estuve?

Pues sólo trabajé y fui una noche de antro con mi hermano. ¡Una maldita locura! Estaba demasiado emocionado, además lo llevé a un campo de tiro y estuvo genial

¿Ya sabe para quien trabajas?

¡Ni de loco! -reí- Le dije que quería entrar al FBI y que por eso sabia a donde ir a disparar

Pues suerte con ese cuento -rió- ¿Y qué? ¿Ya hablaste con la madre Teresa de Calcuta?

Idiota no le digas así a mi madre -golpeé su brazo-

Sólo bromeo bro, es que... Tu madre es una santa -dijo con sarcasmo-

No he hablado con ella, no creo que tome bien el hecho de que quiero independizarme sin haber entrado a la universidad

Pues suerte con eso viejo, hará un drama te lo aseguro

Lo sé... -suspiré cansado-

Drew está vuelto loco -rió- La vuelta que hicieron tú y él lo dejó traumado

Estuvo sádico, pasé varias noches sin dormir después de eso

Son maricas -rió- Nada como sentir el poder de descargar tu arma contra alguien. ¡Ni siquiera el sexo te da ese placer! Pero que vas a saber tú señorito no tengo sexo casual

Yo no veo a las mujeres como un pedazo de carne Josh, ni voy por la vida metiendo mi pene a lugares que pueden ser un nido de enfermedades

Paranoia, homosexualidades, idioteces -enumeró- Y cosas de virgenes

¿Sabes que le hicieron al tipo aquél?

Lo desaparecieron, no sé de que manera pero dijo Maylli que no habrá forma de que lo encuentren

Pues... Es lo mejor, imagínate tener que dispararle a tu madre -trague saliva con dificultad- Que maldita basura -negué con la cabeza- Manolo está loco

Lo está, pero ese pez gordo es quien nos da todos estos lujos -golpeó el volante- Y no nos queda otra opción más que obedecer -sonrió-

...

¿Sigue sin contestarte? -dijo mientras se sentaba frente a mi-

No sé si se le vaya a pasar... -lo volteé a ver-

Mi amor, deja de preocuparte por eso -acarició mi mano- Obviamente se le va pasar

Es que siento que le destruí su ego

¿Y qué? Se supone que te contrató por tus habilidades en el negocio no por el sexo