28 - Segundo día normal.

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Los chicos seguían con la inseguridad de lo que ocurriría con Miguel y su madre. Margarita debía hablar con su abogado, y Lucia tendría que conseguir uno, habría todo un intento de conseguir la custodia del pelinegro ya que él no tenía familiares, o al menos, no los conocía.

Estaban yendo hacia el colegio, agarrándose de las manos cuando tenían la oportunidad de, ya que cada día se sentían menos incómodos al mostrarse afecto en público. Notaron que había ido poca gente al colegio, y no sabían por qué.

- ¡Ay dios! Ya llegaron, pensé que iba a quedar solita con Sofi nomás, ¿Saben por qué no vino nadie?- Llegó hablando Fernanda. Mientras el pelinegro sacaba su celular.

-Ah.. en el grupo dice que van a faltar las profes de las primeras horas y que podían venir más tarde si querían.. ¡Hace 10 minutos se mandó! Preceptor hijo de puta.

-Uy, bueno, mejor así no tengo que estar en casa.

Los chicos se sentaron, sabiendo que tendrían un montón de tiempo libre. El castaño hablaba con el pelinegro en una esquina del aula, en dónde él se encontraba sobre su pecho, acariciando el cabello del otro, y entrelazando sus manos.

...

Las dos horas pasaron volando, y comenzaron a entrar más personas al aula, haciendo que la pareja reaccione y se vaya a su lugar otra vez, esperando no ser vistos de esa manera.

-Ah.. mierda, por poco y se me sale un pulmón..

Cierta chica los veía con una ceja alzada, con una expresión de confusión y molestia. No pensaba acercarse a ellos en ese momento, pero si cuando las clases finalmente hayan terminado para todos, cosa que ocurrió.

- ¡Miguel! ¿Estabas acá antes? Madrugador, mira vos..- Comenzó hablando Abril, acercándose demasiado.

-Ah, aja.

- ¿No querés pasear por el recreo conmigo? ¡No quiero estar solita! Vení, porfa.- Exclamaba insistente, mientras que Fernanda la veía con asco al usar "solita" con ese tono.

El pelinegro intentaba negarse, pero la castaña era cada vez más molesta y manipulable, y no sabía él exactamente como reaccionar. Durante un momento la chica agarró de la muñeca al más bajo con fuerza, justo donde la última vez lo había hecho su madre, y el castaño se dió cuenta.

- ¿Cuando lo vas a dejar en paz? Ya te dijo que no.- Separó al pelinegro de ella para desistir el agarre, mientras la veía con cierto rostro de irritación.

- ¡¿Por qué?! No tiene sentido, ¿sos.. gay acaso? Que estás tan insistente de no venir... Mmh

-Que conclusión más idiota, que no me gusten las chicas como vos, que se creen basadas, no significa que sea gay...

-Pero lo sos, ¿O no?

Un silencio inundó el aula, mientras que Abril miraba con una cara de asco y confusión; Luis, con una de preocupación; y Miguel simplemente estaba serio pero sin saber que decir, su boca se mantenía boquiabierta mientras buscaba las palabras adecuadas.

- ¿Que te importa? Anda a chupársela a otro y déjame de joder.- Abril se quedó sorprendida, y se fue bastante ofendida a, bueno, buscar a otra víctima de su insistencia.

- ¿Crees que se van a dar cuenta rápido?

-Me da un poco de miedo que eso pase, pero seguro que va a pasar.

Se tomaron de las manos y se sentaron. El pelinegro apoyaba su cabeza en el hombro del otro, derramando un par de lágrimas al hacerlo.

-Mi vida, ¿Que pasa?

-Nada, nada... solo, me siento extraño, nunca antes me sentí así con alguien.

- ¿Así cómo?

-Amado.

El castaño sintió como si su corazón hubiese sido apretado con fuerza, derramando sangre alrededor de su cuerpo y enrojeciendo sus mejillas. Se acercó a su pareja, y le dió un beso en la frente con cariño.

Sus manos se entrelazaron, y se acercaron un poco más para poder apoyarse sobre el otro, mirando hacía una misma dirección.

-Estoy feliz de tenerte, pero..

- ¿"Pero"?

-Tengo miedo de que te vaya a perder.

Sus lágrimas no cesaban, pero caían lentamente. Ambos se abrazaron, sintiendo como si no hubiese nadie más alrededor, cosa que así era. Fue un abrazo conmovedor, pero ciertamente nervioso.

-No me vas a perder.

El castaño secó las lágrimas de su pareja, y le dió varios besos en su rostro. El pelinegro sonreía, sosteniendo las manos del otro con fuerza, aferrándose.

-Nos van a ver...

-Bueno, bueno, te dejo entonces.- Respondió, haciendo caso a lo que decía.

El día de clases parecía más largo para ellos, siendo que nunca parecía ser así. Era aburrido para ambos, pero cada vez llegaban a un punto en el que era aceptable. Llegaron a casa, se tiraron a la cama, abrazando y dándose dulces y cálidos besos en su rostro, ignorando la mayoría de lo que ocurriría alrededor.

。⁠*゚⁠+*⁠.⁠✧

[Chiquillos,ayer no actualicé porque no tuve buena conexión, además de que falta cada vez menos para terminar esto¡! :D]
[Me gustaría que me den ideas para seguir lo de la custodia con Margarita y eso, ya que.. no sé bien como manejarlo (no se bien como se supone que es) :,v]

¿Estarás cerca de mí? [Papulince x Panafresco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora