Momo despierta con tremendo dolor de cabeza como si se hubiese ido de fiesta toda la noche anterior y se hubiese bebido todo el alcohol del mundo. La luz colándose por la ventana la obliga a soltar un gruñido de dolor contra la almohada.
La habitación de Sana, seguro que está esperando a que baje para que le cuente de su episodio del día anterior, cosa de la que no quiere hablar. Es más de mediodía cuando se encuentra a la rubia en el desayunador con una taza de café ojeando el periódico del día.
—Buenas tardes —saluda con la voz todavía ronca por el sueño.
—Buenas tardes —corresponde Sana a su saludo sin levantar la vista de la sección de cómics.
—¿No trabajas hoy?
—En la tarde, ya atendí a mi paciente de la mañana.
La psicóloga está pulcramente vestida y en su cabello lleva atado un listón rosa dándole ese toque tierno que la caracteriza, preciosa.
—Sana, ¿me puedes mirar por favor?
La mencionada aparta el periódico haciendo por fin contacto visual con su amiga. Momo nota de inmediato las bolsas bajo sus ojos brillantes de preocupación con que la estudia de pies a cabeza como queriendo leer su mente.
—Todavía no —responde la nadadora como si quien pudiese leer la mente es ella.
—¿Y cuándo entonces, Momo? —se pone de pie—. ¿Eh?
—Es complicado, te agradecería que me entiendas.
—No puedo entender algo que no sé, algo que no conozco, algo que todavía no me cuentas.
—Es algo con lo que lucho todavía, Sana, te prometo que cuando esté lista para pronunciarlo en voz alta serás la primera en saberlo, tú y Mina.
Sana le acaricia el rostro intentando descifrar su mirada, pero nada, todo lo que ve a través de sus pupilas es tormento, trauma, sombras, oscuridad; su mejor amiga está librando una batalla tremenda dentro y ella no puede hacer más para ayudarla que esperar a que esté lista para hablar de lo que siente, y abrazarla como la noche anterior cuando vengan las tormentas. De su experiencia como psicóloga ya tiene varias hipótesis y diagnósticos que prefiere reservarse para ella misma, eso sí, con la esperanza de que todos sean erróneos.
—¿Tienes hambre?
—Mucha, ¿qué preparaste?
—Espagueti a la boloñesa, tu favorito —sonríe sirviendo tres platos sobre el desayunador.
—¿Viene Mina a comer con nosotras? —sonríe ilusionada.
—Al parecer tu amiga amaneció con resaca hoy y así se fue a trabajar, dice que tiene un proyecto muy importante en la empresa y que no puede venir.
—¿Y Tzuyu?
—Trabajando también y no me vas a creer en donde —se dirige a la heladera.
—No me digas que volvió a vender café en la CSU.
—No —sonríe—, ahora trabaja en Axtro Corp.
—¡¿Con Mina?!
—Fue una mera casualidad, pero sí, trabaja con el primo Minho en el departamento de diseño.
—El destino como sea las quiere juntar, ¿verdad?, ¡qué envidia! —empieza a comer.
Momo levanta la cabeza de su plato cuando oye la puerta principal abrirse. Sana no parece sorprendida, pues en cuanto Yoongi entra a la cocina se lanza a sus brazos con toda la felicidad del mundo bajándole algo más que el apetito a la peli castaña.
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UNA PARTE DE MI SIN TI // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)
RomanceMi nueva versión de "una parte de mi alma", habla de cuando perdemos precisamente ese pedacito de nuestra alma y todo lo que nos queda es tal vez nada, solo los recuerdos; se trata de lo que queda de nosotros cuando perdemos a quien amamos, de esa h...