UNA PARTE DE MI SIN TI // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)

CAPÍTULO 44 LA APUESTA

La fiesta del año no termina hasta que el ramo de la novia sea lanzado. Sana elige el momento después de la comida para hacerlo. En el centro se reúnen las parejas para recibirlo y Tzuyu no entiende nada de lo que pasa, pero motiva a Mina para que vayan.

—Se supone que solo van parejas no comprometidas —trata de explicar con una risa.

—¿Van a jugar a algo? —pregunta con los ojos brillantes de emoción.

—Más o menos.

—Yo quiero jugar también —hace un pequeño berrinche.

—No puedes, cielo, lo siento.

Cuenta regresiva, música de suspenso, empujones entre la multitud, gritos, risas y Tzuyu muy emocionada y a la vez ansiosa por la escena tan llena de personas, no sabe lo que ocurrirá, pero le encanta ver a las personas tan felices.

La emoción por ir a jugar con todos ellos le gana la batalla, por lo que no haciendo caso a las explicaciones de Mina, le deja un beso en la cabeza que ella apenas percibe por estar concentrada hablando con su amiga Ryujin y camina con decisión al centro del público; a punto de llegar hasta donde se encuentra su cuñado Seungmin para que le explique las reglas del juego, el arreglo de tulipanes le golpea directo en la cara y ella lo atrapa viendo a Sana muy confundida, al igual que las personas ahora con su atención en ella.

—Sa-Sana, no... ¿no te gustaron los tulipanes?

El público celebra con risas y felicitaciones a la chica todavía sin entender, bullicio que llama la atención de Mina, quien niega sosteniéndose el tabique con los dedos ante el hermoso cuadro que tiene delante.

—Mina, Sana tiró el ramo, ¿no le gustó? —se acerca Tzuyu preocupadísima.

—Mi vida, sabes que Sana ama los tulipanes, pero se los quiso regalar a alguien especial.

—Son muy bonitos —observa el bouquet y luego a su novia todavía con una sonrisa—. Toma — Mina lo recibe—, son bonitos como tú, te los regalo.

—Te amo Tzuyu.

Momo aprovecha que los nervios de aquel día se han evaporado por completo, que su tristeza se ha convertido en felicidad, que su esposa está bailando con sus amigas y que se ha cambiado por fin su incómodo vestido para embutirse comida del buffet hasta reventar.

—Tranquila Romeo, la comida no se va a ir a ninguna parte —llega Sally a tomar un cupcake.

—Llevo una semana sin comer bien, no voy a desperdiciar toda esta deliciosa comida gratis —habla con la boca llena.

—¿Gratis?, no te hagas ilusiones, me debes un par de libras.

—Ay sí, como si te fuera a creer que todo esto lo pagaste tú y no el ex-prometido feo ese.

Sally responde con un encogimiento de hombros masticando con paciencia su comida bajo la mirada escudriñante de la novia de cabello negro.

—No te creo.

—Te dije que si Sana decidía casarse contigo les pagaba yo la boda, pues bien, yo siempre pago mis deudas.

—Sally... ¡Carajo! —maldice con la boca llena.

—Además, no esperabas que el pobre chico perdiera semejante cantidad de dinero a son de nada —ríe—. Fui la primera a la que Yoongi acudió por consejos un día antes de su matrimonio accediendo a mi plan de entregarte a ti el puesto del novio —cuenta despreocupada.

—Te dije que perderías la apuesta, a pesar de que yo no participé —sonríe Momo con maldad.

—Porque eres una aguafiestas, pero aun así yo quise drama y aquí me tienes... ¿te gustó la pasta Marchetti?