CAPÍTULO 51 LA PEOR DE MIS PESADILLAS, PARTE 2

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Momo escucha la voz de Sana muy a lo lejos de su sueño... más bien de su pesadilla. Con dificultad abre los ojos empezando a toser por la falta de aire limpio en el ambiente, todo es oscuridad a excepción de la linterna en el teléfono de su esposa que la ilumina para comprobar que esté bien. Un hilo de sangre nada más baja por un costado de su cabeza haciéndola sentir algo atolondrada, pero lo suficientemente bien para ponerse de pie y abrazarse a la peli castaña, ambas con lágrimas en sus ojos.

—¿Estás bien?

—¡Tenemos que salir de aquí, Sana, es peligroso! —otra explosión.

—¡No puedo, Félix! —grita Chanty de dolor.

—Tienes que hacerlo, Chanty, te prometo que estamos a salvo aquí —alienta el hombre—. Necesito que pujes fuerte, vamos.

—¡Sana! —apura Momo al escuchar el alboroto de afuera.

La mirada en la cara de Sana es desesperación absoluta, mira de la chica en el suelo dando a luz a la que sostiene en un abrazo sin saber qué hacer.

—¡Sana, por favor!

—Lo siento —se disculpa para retomar su posición de apoyar a la madre que grita de dolor pujando una vez más.

—¡Momo, has algo útil y cierra la maldita puerta antes de que vengan todos y nos descubran! —demanda Félix sacándola de su estado catatónico.

—¡No pensarás dejar a todas esas personas ahí arriba sin refugio, pedazo de imbécil!

—¡Hay más sótanos, Momo!

—¡Pero este es el más seguro, no podemos dejarlas morir!

—¡¿Tienes una mejor idea?! ¡Nos matarán de cualquier forma si dejamos que entren, ¿acaso no ves lo que está ocurriendo aquí?!

Con bastante frustración, la chica de cabello naranja corre a poner el cerrojo y el enorme bloque de madera a la puerta del sótano, justo a tiempo para sentir cómo la multitud de afuera aporrea la puerta con intenciones de refugiarse en el oscuro lugar. Los bombardeos afuera no cesan y Momo siente su piel transpirar con más ahínco por el pánico de estar viviendo su peor pesadilla otra vez.

—Solo un poco más, Chanty, veo la cabeza del bebé, uno más.

—No puedo —jadea con cansancio.

—Sí puedes, uno más y terminará, lo prometo.

La chica de cabello naranja retrocede en sus pasos de la puerta del sótano con terror. Jamás imaginó al encaminarse allí que tendría que volver a revivir sus traumas con las explosiones de afuera; minas antipersona, guerra, atentados, para ella todo es igual, no le importa el motivo, solo sabe que su corazón se le va a salir del pecho por lo rápido y fuerte que late, que sus piernas se hacen gelatina al escuchar los pedidos de auxilio de afuera, que su piel suda frío y que su respiración se altera con el pasar de los minutos.

De repente los sollozos del bebé la alertan de este lado corriendo a ayudar a sostener el teléfono de Sana que sirve de linterna, pues la otra se ha roto en algún rincón del polvoriento lugar.

—¡Está aquí, está aquí! —celebra Félix con lágrimas en sus ojos—. Es un niño, Chanty, tú...

Otra explosión y el chico atrae en sus brazos protectoramente al pequeño para resguardarlo de las partículas de polvo que vuelan en el aire. El recién nacido no para de llorar, más por el abrupto sonido ensordecedor de las bombas.

—¡Chanty, tenemos que salir de aquí!

La estructura por encima de ellos empieza a desboronarse advirtiendo que pronto cederá, pues los bombardeos de fuera esta vez demuestran que la edificación sobre ellos esta vez no los protegerá. Félix entrega el bebé a Momo, quien lo sostiene como puede en su mantita en lo que él y Sana ayudan a Chanty a ponerse en pie.

UNA PARTE DE MI SIN TI // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora