CAPÍTULO 11 BATALLAS PERDIDAS

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Tzuyu y Mina se encuentran en un duelo de miradas no sabiendo muy bien por dónde empezar a desenredar su nudo de emociones, ni una mosca se oye volar. Tzuyu se aventura en una búsqueda de un poco de color en las ventanas marrones del alma de Mina sin ningún resultado; Mina siente cómo las mariposas en su vientre ahogado por el alcohol le empiezan a hipnotizar el inconsciente liberando más serotonina que la que ella se permite al rededor del amor de su vida, sobre todo cuando la mira con tanta devoción.

—¿Cómo estás?

—No me gustan.

Hablan al tiempo.

—Tzuyu —Mina suspira profundamente—, acostúmbrate a verlos así de ahora en adelante.

La pelinegra niega con el más tierno de los pucheros que Mina le ha conocido derritiéndose y rindiéndose ante ese gesto.

—¿Te-te falta mucho?

—Un poco, sí, ¿tienes prisa?

Tzuyu asiente.

—¿Y eso?

—Gimnasio. Yuna entrena conmigo a esta hora.

—¿Yuna?

Celos modo "ON".

—Es mi amiga —sonríe con inocencia.

—¿Tu amiga? ¿Y desde hace cuánto la conoces?

Las palabras de Momo comienzan a hacer eco en la cabeza de Mina envenenándola a más no poder. Tzuyu se encoge de hombros simplemente.

—Te hice una pregunta, Tzuyu, no me vengas con tus gesticulaciones, dame respuestas verbales, mierda —expresa con frustración.

Tzuyu se queda pálida de la impresión por su reacción. Mina decía esas cosas únicamente cuando estaba enojada y eso solo en el tiempo en que fueron novias, ahora no lo es, ¿por qué se pone así?

—¿Estás...? —se acerca con cautela—, ¿estás celosa?

La chica del café no lo pregunta con malicia, sino con preocupación, pues recuerda muy bien lo que ese sentimiento negativo le hizo sentir tiempo atrás y no le agrada para nada recordarlo.

—¡¿Celosa yo?! ¡Por favor! —dramatiza.

—No me gustan los celos porque me duele aquí —toca su corazón desarmándola por completo con ese solo gesto.

—Eres imposible...

La bióloga se aleja hacia el ventanal esperando que su corazón desacelere el ritmo y logre tranquilizar la bandada de emociones que se están atropellando entre sí por saber quién habla primero.

Tzuyu la observa con pesar cuando se sirve lo último que queda de aquella botella y en dos tragos grandes se la termina. Un escalofrío le eriza los vellos de la piel al recordar el estado en que se ponía Yungeun Chou cuando ese fuerte y amargo líquido le empezaba a afectar el sistema; sin embargo, su Mina no es así, violenta, ella es buena y amorosa, tal vez algo le debe estar robando la tranquilidad y por el inmenso amor que una vez sintió y que todavía siente por ella, la ayudará.

—¿Bien? —se acerca con cuidado.

Mina niega sin voltear a verla, sabe que si lo hace se rendirá.

—Mina...

Flashback.

Tzuyu y Mina se encuentran acostadas en la cama de la pelinegra después de su momento de amor, repartiéndose besos y caricias agradeciendo la soledad de su domingo a media tarde. El cuarto en penumbras apenas iluminado por el sol de la tarde que traspasa las rendijas expuestas es el perfecto filtro a la imagen de fotografía de sus dos cuerpos enlazados a la medida uno del otro entre las sábanas.

UNA PARTE DE MI SIN TI // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora