La mañana de ese día es fresca gracias a la lluvia que precipitó en la madrugada haciendo que los rayos de sol que apenas se asoman, refresquen la piel de Mina en su bonito vestido ejecutivo del color de su nombre; esta vez ha optado por dejar sus piernas al descubierto y en su brazo lleva colgando su abrigo blanco por si el clima cambia en la tarde.
La chica arregla su cabello y su atuendo con ayuda de la ventana de la casa de Tzuyu antes de tocar y ser recibida por la chica ya lista.
—Buenos días —le sonríe al abrir.
—Buenos días —sonríe ella también—. Sé que es temprano, pero quería invitarte a desayunar.
—Yo... es que, ¿y si mejor te invito yo? Hice café y estaba por-por cocinar algo.
De todas las cosas que extrañó de Tzuyu, su café se posiciona en el segundo lugar, honestamente, después de su persona. Sin poner peros, se adentra a la casa siendo bien recibida por el olor del exquisito líquido que termina de colarse sobre el desayunador. Tzuyu corre a servir una taza para su invitada entregándole el bote pequeño de azúcar para que endulce a su gusto.
—¿Y Chaewon? —pregunta algo incómoda.
—Con Momo, la está ayudando a mudarse.
—¿Se fue de casa de Sana?
Tzuyu asiente.
—¿Y eso?
Un encogimiento de hombros.
—Siempre me he preguntado por qué gesticulas en vez de dar respuestas verbales, Chou Tzuyu —regaña soplando un poco su bebida caliente.
—Es que-es que a veces no sé qué decir y... entonces yo —se encoge de hombros—. No sé.
—La mejor respuesta del mundo —comenta sarcástica.
—Gracias —sonríe tan orgullosa de sí misma que Mina no tiene corazón para decirle que aquello ha sido sarcasmo.
—Más tarde llamaré a Sana para preguntarle si sabe algo.
Mientras Tzuyu prepara de desayuno un par de tortillas, huevos y salchichas, Mina se bebe con paciencia su primera taza de café saboreando con lentitud cada gota por si es lo único de ese elixir que probará en mucho tiempo; así mismo, con esa paciencia observa a Tzuyu de un lado para el otro con esa concentración y perfeccionismo que pone a la hora de hacer todo. Las salchichas cortadas simétricamente, el aguacate sin ninguna imperfección, el pollo desmechado en pequeñas porciones y cada rollito de tortilla servido en partes iguales para que sea justo.
De sus manos y su expresión concentrada, su mirada se deja ir disimuladamente a su figura. Agradece internamente al diseñador de los uniformes de su empresa por ese hermoso jean ajustado que le marca a Tzuyu sus grandes y largas piernas que bien sostienen su empinado trasero. La alta estatura de Tzuyu siempre le obligó a hacer dos cosas con las prendas superiores, o usar tallas más grandes o su talla adecuada quedándole al ras con la cintura haciendo que al levantar los brazos se descubra un poco la piel de su cintura y estómago, la segunda opción siendo en ese momento la mejor para Mina, aunque en el pasado disfrutaba de usar sus anchas camisetas para dormir después de hacer el amor, el solo recuerdo le pone los pelos de punta.
—¿Mina?
—Dime.
—¿Quieres o no?
—¿Qué cosa?
Por estar perdida en sus pensamientos no escuchó la pregunta de Tzuyu, quien hace su gesto de confusión porque su pregunta fue muy clara.
—Más café.
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UNA PARTE DE MI SIN TI // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)
RomanceMi nueva versión de "una parte de mi alma", habla de cuando perdemos precisamente ese pedacito de nuestra alma y todo lo que nos queda es tal vez nada, solo los recuerdos; se trata de lo que queda de nosotros cuando perdemos a quien amamos, de esa h...