Mientras estaba viva

Me lo merezco #33

[Carmen]

Estuve en el hospital estos días llevando un tratamiento, me dijeron que el tiempo dirá que tan efectivos está siendo este proceso, desde que estoy aquí he oído que debo ser paciente y que tenga fe en que todo saldrá bien.

De las que me salvé... Es que sentía que mi rostro se me caía a pedazos aquella noche, sangraba, de aquella cicatriz es de la que se están ocupando más que nada, lo de más logré sacarme con la toalla y la cantidad de agua, mi vista si fue afectada estuvo tan expuesta a la sustancia que había en la crema, así que diariamente le coloco gotas a mis ojos.

Mi tío Ariel se volvió mi mejor amigo, me ha dado información muy importante acerca de las repercusiones que tuvieron Gabriel y Paula, a ella no le hizo nada sólo la enfrentó por ser "cómplice" yo creo que ella tuvo todo que ver con lo que pasó, Gabriel no hubiera podido moverse por toda la casa en tiempo récord.

Nada más que la única que tiene cerebro en esa casa soy yo, me tendré que cuidar aún más, fue algo que jamás hubiera visto venir, no estamos jugando.

Haré que mí vida se vuelva aún más brillante.

Pase lo que pase yo ganaré, ya lo tengo todo, esos imbéciles no les dejaré pasar ni una más, mi boda será en unos meses ¿cómo me voy a casar con este rostro horrible? Aún no puedo hacer nada, ni siquiera me pueden operar la nariz por el estado en el que me encuentro.

Ya me quiero ir de aquí.

[Paula]

Envié una importante cantidad de dinero a través de un amigo, yo puedo encargarme, Carmen estará en mis manos, Gabriel la tuvo como su ratoncito de entretenimiento, pero yo no me puedo permitir ese desperdicio, entre más rápido pueda acabarla mejor.

Pobre Gabriel, aún recuerdo que cuando era más pequeña intentó pasarse de listo conmigo, pero no contaba con que le rompiera un cuadro en la cabeza y comenzara a reírme de eso, le agradé supongo porque luego empezó a obedecerme en casi todo, siempre se echó encima todos mis errores, me cubrió, es muy leal, ahora debo corresponder por todo lo que hizo por mí.

Voy a aprovechar para verlo... No debe estar de la mejor manera ahora, por poco se muere de todo lo que consumió desde que mi papá lo echó de la casa, Gabriel enloqueció por completo de un momento a otro, el tan temible efecto que tienen las drogas en su  sistema lo vuelven como un animal salvaje, pocas veces lo he visto así, le habrá dolido demasiado ser abandonado por papá, Gabriel lo quiere mucho, lo respetaba, tal vez era a la única persona a quien jamás le quiso hacer daño.

Papá también lo quiso, pero desde que Carmen llegó tuvo cero tolerancia con nosotros por cuidarla a esa oportunista.

Llegué finalmente en el centro de rehabilitación en donde lo dejé, le salvé la vida, de verdad se iba a matar, deambuló por ese puente drogado, ebrio, golpeado, le robaron la ropa... No sé cómo conseguía cigarrillos.

Al entrar me dirigió su enfermera hacía su habitación, lo espió antes de abrir la puerta por mí, es una habitación sencilla, su ropa holgada lo hace ver tan delgado, está amarrado a la cama, me acerqué a besar su frente cuando noté que abrió sus ojos, sus ojos están casi oscuros, sus pupilas están enormes.

—Hola, Gabriel— le saludé, me alejé un poco, percibiendo de cerca la tristeza en su expresión, llego a desconocerlo cuando lo encuentro así como si estuviera en otro sitio, me agarró la mano, está helado —. Oye— miré a la enfermera.

—¿Si? Dígame— respondió con curiosidad desde la puerta.

—¿No es demasiado? Está congelado y amarrado aquí ¿si quiera lo alimentan?— le pregunté.