[Carmen]
Lunes 10:12 AM.
Terminé de lavar mi rostro, salgo del baño veo a Gabriel salir de su habitación sin camiseta, él es muy delgado, algunos huesos de su espalda se ven a simple vista y tiene cicatrices.
—Creí que no estarías aquí todavía.
—Esas cicatrices son nuevas.
—De cuando estuve en prisión.
Se da la vuelta me mira con una sonrisa.
—¿Qué?.
—¿Qué harás?.
—Iré con Leo.
—Lo imaginaba.
Veo la puerta ser abierta, Paula está aquí, intentó llegar hasta mi pero, Gabriel la detuvo.
—Te mataré— dijo Paula.
—Súmate a la fila, querida.
—Carmen será mejor que te vayas ahora— dijo Gabriel.
Asentí con una sonrisa, tomé las llaves de mi auto, antes de salir por la puerta me giro a verlos.
—Adiós hermanitos.
Salgo del lugar, entro a mi auto, mi corazón se acelera a medida que voy llegando a la casa de Leo, espero que me perdone, salgo del auto, camino hacía la puerta, toco el timbre, esperé unos minutos y él abrió la puerta, le sonrío, Leo terminó cerrando la puerta, la golpeo un par de veces.
—Leo, si estoy aquí es porque te amo, necesito que me perdones tienes que ayudarme por favor— no me respondió, mis lágrimas caen —. Te prometo que si me perdonas no volveré a fallar, por favor abre la puerta.
—Regresa cuando hayas cambiado realmente, Carmen, te amo mucho, pero no puedo hacerte mi esposa si no te detienes.
—¿Cómo lo hago? Te necesito, no tengo a nadie más, no quiero estar sola, mi mamá eligió defender a Paula en vez de a mí que soy su única hija.
Antes muerta que decirle que no tengo a donde ir, que humillante sería eso.
—Eres muy inteligente, Carmen, de eso no tengo dudas, puedes encontrar la manera de arreglar lo que has provocado.
Asentí, al menos lo intenté, no creo que vaya a perdonarme, sólo fue un maldito beso y ese imbécil fue el que me besaba.
—Y no tengo a donde ir— dije en voz baja en un intento de plantearme la situación.
Mierda odio todo esto.
—Carmen— me doy la vuelta al verlo apoyado en la puerta —. Quédate aquí el tiempo que necesites— dijo dándose la vuelta entrando a la casa.
Quiero llorar, que vergüenza se habrá dado cuenta de mi situación.
Entro después de él, cierro la puerta con mi corazón a punto de estallar, es por eso que lo amo, es la persona más buena que conozco, él es lo mejor que me pudo pasar en la vida.
—Leo— dije en voz baja consiguiendo que él me mire —. Gracias.
—¿Dónde has dormido anoche?.
—En mi auto— mentí —. ¿Por qué?.
—Porque quiero decirte que por más que las cosas entre nosotros no vayan bien puedes venir aquí y lo entenderé, no quiero que nada malo te pase.
A eso me refería es un encanto.
Me acerco a él, puse mis manos en sus mejillas.
—Mi amor me encanta que te preocupes por mí— intenté besarlo, pero no me lo permitió, tomó mis manos alejándolas de su rostro —. Por favor perdóname.
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Mientras estaba viva
Short StoryCarmen atraída por el dinero y la vida de lujos que puede llevar decide mudarse con su madre a la casa de su nueva pareja, sólo disfrazó su interés con el de sólo querer proteger a su madre argumentando que no toma las mejores decisiones si ella no...