¡Convenceme! #3

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[Gabriel]

Domingo 09:10 AM.

Abro mis ojos, quito la sábana, me levanto, voy a sacar mi ropa, al darme la vuelta veo a una chica en mi cama, dejo la ropa en la cama, me acerco en un intento por saber quien es, no la conozco pero es muy bonita, me apresuro a vestirme, tengo que dejar de beber. Me acerco a ella, la muevo.

-Despierta.

Ella abre sus ojos hermosos tiene un azul muy bonito, me ve con enojo, acomodo mi cabello hacía atrás y le digo.

-¿Cómo te llamas?.

Claro la quiero volver a ver.

Ella me empuja, se levanta, está en ropa interior, no sólo una cara bonita, su cuerpo es excelente.

-¿Por qué me preguntas mi nombre? Ayer lo sabías- me responde.

Me acerco a abrir el cajón y sacar un condón, quiero volver a hacerlo con ella, se agachó a levantar su ropa del suelo, la tomé por la cintura, la dejo en la cama, me subo encima, dejo besos en su cuello y en su espalda.

-Estaba ebrio anoche, no recuerdo haber venido aquí.

-Soy Carmen, tu hermana ¡mierda sueltame!- me grita quitándose

Automáticamente me detuve ¿la violé? Ella es Carmen, estoy jodido. Se voltea a verme, pongo mi mano sobre mi boca, Carmen me ve seria.

-¿Enserio eres tú?- pregunté, ella me da una mirada asesina -. Ok escucha, perdón, bebí mucho ayer, te juro ni siquiera te recuerdo.

Soy testigo de como sus ojos se llenan de lágrimas, respira con dificultad.

Que hijo de puta que soy.

-No me toques de nuevo, deja que me vaya.

-No, espera enserio lo lamento mucho, no podemos dejarlo así, no le digas a nadie de esto.

-¿Qué?-preguntó molesta -. Debes hacerte responsable de tus actos, ayer te supliqué un millón de veces que no me hicieras nada, pero no... nunca te detuviste y es más me amenazaste dijiste que me matarías, esto no se quedará así.

Ella se levantó, la tomé del brazo.

-¿Qué quieres a cambio de mantener la boca cerrada?.

-Nada, esto no tiene precio.

-Entonces tienes razón, la amenaza sigue en pie, di una sola palabra de esto y estás muerta, debiste aceptar mi oferta.

-Tú irás a prisión ya iré y le contaré a Alejandro de esto.

-¿Estás loca? Mi padre no hará nada en mi contra, Carmen.

-Ya veremos.

Puse mi mano en su espalda baja la pego a mí, Carmen pone sus manos en mi pecho intentando alejarme.

-Entonces acusame por algo que si recuerde- dije besando sus carnosos labios.

Intento quitar su sostén, la llevo a la cama, ella me golpea mientras me pide que la suelte entre insultos y gritos. Carmen es la mujer más hermosa que haya visto en toda mi vida, me encantaría poder ser su novio al menos.

Dejo besos en su cuello, mientras la mantengo inmóvil en mi cama, ella aún así forsejea para librarse.

-O-oye déjame, si me dejas ahora te prometo que no diré nada por favor- mordí la fina piel de su cuello.

-Mientes.

-¡Ay! Me lastimas, déjame ir, de verdad, si te detienes ahora yo no hablaré de esto con nadie- me acerco a ver sus ojos un momento.

-Quisiera creerte pero no lo hago.

Le quito su braga, meto dos de mis dedos en su boca, a esos mismos los introduje en su vagina, Carmen no dijo nada más, no volvió a verme, veo sus manos en puños, introduzco mi pene en su vagina siento la calidez de su interior, es perfecta, sólo no me corresponde.

-Oye finge que quieres esto al menos porque me estás quitando las ganas, Carmen.

Nada, no he conseguido nada por su parte.

-¿No dirás o harás nada?- pregunté. Comencé a embestir más duro, sujeto su cuello.

Le doy la vuelta, le doy unas nalgadas, sujeto su cintura con fuerza, la respiración se me acelera, estoy a punto de venirme tan sólo un poco más... Finalmente lo hice.

Le daré su orgasmo no me importa lo que diga.

Tal y como quería lo logré, no estuvo fácil fue la segunda vez que se me dificultó tanto conseguirlo. Nos dimos una ducha, nos vestimos.

-Nena no lo olvides esto es secreto.

Sólo me miró con odio antes de salir dando un portazo, adoro a esa chica, tiene algo atrayente, no sé que es, acabo de conocerla.

Soy un gran idiota, no sé que haré si ella fuera a decirle a mi padre o a alguien de esto, sólo negar y negar, tendré que estar pegado a ella por ésta semana y tengo que inventar algo. Escucho golpes en la puerta, ni siquiera me he puesto la camisa, voy a abrir la puerta, sonrío al ver a Aurora.

-Que lindo estar de vuelta.

-Bienvenido, su padre acaba de regresar quiere verlo, está afuera junto a su esposa.

-Su nueva esposa.

-¿Irá o quiere que le diga algo?.

-No, ya voy ¿has visto a la chica que estaba por aquí?.

-A Carmen, sí, se fue a su habitación no ha salido de ahí.

-Bueno, puedes pasar.

-Gabriel... tengo cosas que hacer.

-Si como ordenar mi habitación ahora- abro más la puerta.

-Ah.

Risa interna.

Está enamorada de mí, pero lo nuestro se acabó hace mucho ya. Me puse una camiseta, salgo de la habitación, bajo la escalera, Carmen se cruza por mi camino con mi misma dirección "la puerta" no me ha visto, la sujeto del brazo, le quito su celular del bolsillo de su jean.

-Voy a tomar esto, no te preocupes te pasaré los mensajes luego y te lo devolveré cuando realmente te crea que no quieres contarle a nadie lo que pasó ¡convenceme!.

-Gabriel.

-¿Ibas afuera?- asiente -. No vayas, vete a tu habitación.

-¿Qué?.

-A tu habitación ahora o seré peor para ti.


Bajo mi mano, aprieto su trasero, intenté besarla pero ella no me lo permite, me empujó antes de irse. Salgo me reúno con mi papá, sonrío mirando a ambos, mi papá pone su mano en mi hombro acercándome a su mujer.

-Gabriel, ella es Luisa- ella me sonríe, me acerco a besar su mejilla, ella me abraza.

-¡Ay! Al fín nos conocemos, tan atractivo como tu padre.

-También me alegra conocerla- dije separándome.

-¿Ya conociste a Carmen?- preguntaron ambos. Asentí sonríendo aún más.

-Si la he visto.

Completita.

Mientras estaba vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora