Me las pagará #5

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[Carmen]

16:00 PM.

Mi celular recibe una llamada, detengo a Gabriel, no sé como hice, pero me lo quité de encima, tomé mi celular, contesté la llamada es Pilar.

—Hola Pilar.

—Que lindo escucharte, hey estoy afuera ven, quedamos de salir ¿recuerdas?.

—¿Estás aquí afuera?— pregunté en voz alta mirando a Gabriel, su expresión cambió totalmente se ve enojado —. Bueno espérame ahí ahora salgo.

Terminé la llamada, dejo el celular sobre la cama, me pongo mi short, el imbécil lo rompió, iba a buscar ropa, Gabriel me agarra el brazo sus dedos clavan mi piel.

—No te vayas.

—Pilar está aquí, me tengo que ir, sueltame— pedí, intenté que deje mi brazo, pero no lo logré —. Me estás lastimando basta.

Se acerca más a mí, tomándome del cabello, me tira en la cama, su mano sujeta mis mejillas.

—Dile a tu amiga que se vaya ahora.

Negué, lo empujé para luego escapar corriendo de la habitación, bajo las escaleras con miedo de caerme debido a la prisa y también por la imaginación de que Gabriel justo ahora está pisandome los talones, vamos eso es imposible, encuentro a Pilar justo entrando por la puerta, llego hasta ella con la mano en mi pecho sintiendo como mi corazón golpea con fuerza mi pecho, ella me ve preocupada.

—Carmen ¿estás bien?— me pregunta con una notable preocupación, asentí —. Me alegra verte también.

Pilar besa mis labios, le correspondo por un momento, me separo.

—Vamos tengo mucho que hacer antes de salir y no quería que te quedes aquí sola.

—Bien. Ya veo que ni siquiera recordaste que saldríamos.

—No, ni siquiera lo pensé, lo olvidé completamente— confieso.

Subimos las escaleras, Gabriel se detiene en frente de nosotras, se quedó sin camiseta, no disimula ni un poco su enojo, las líneas entre sus cejas no pueden estar tan marcadas, simplemente pasó por mi lado siguiendo su dirección, llegamos a mi habitación.

—¿Quién era él?.

—Gabriel, mi hermano.

—Se veía molesto ¿estás segura de que te están tratando bien aquí?.

—Lo conocí ayer a penas y tenía esa misma expresión. No importa, imagino que él está tan incómodo como yo... bueno aún me estoy adaptando— dije cambiando el tono.

No quiero preocuparla.

—Ah... oye vine más temprano, pensé que podríamos hacer algo antes y salir luego.

—¿Algo como qué?.

Le sonrío ladeando mi cabeza para verla, Pilar tiene un hermoso rubor en sus mejillas, sus ojos se ven tan brillantes.

—Traje unas cosas para divertirnos.

Dijo dejando su mochila en la cama, fue a cerrar la puerta con seguro, se acerca mí, toma mi mano dirigiéndome hasta la cama. Quiere hacerlo.

Pilar me acuesta en la cama con eso mi cuerpo se tensa, se eriza mi piel y mi corazón no está bien... está como loco, todo por culpa de Gabriel, toda está situación me altera en sobremanera, me senté en la cama estiré mi mano apartandola.

—No— dije con la mirada en el suelo —. Ahora no, disculpa estoy algo estresada con mis tareas y no me apetece— la rechacé.

Levanto la mirada, Pilar sólo asintió, se sienta a mi lado, pasa su brazo alrededor de mi cuello.

Mientras estaba vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora