[Carmen]
12:50 PM.
Encendí la cámara, sonreí mirando directamente hacía la misma mientras me acomodo en la silla, saludé sin tanto entusiasmo.
—Hey hola ¿cómo están? Estuve leyendo sus comentarios, sé que muchos me dijeron que quieren conocer mi nueva casa, lo haré más tarde. Estos meses fueron sensacionales lamento no habérselo compartido todavía pero tranquilos, tengo los vídeos de mi viaje están en mi celular el cual por un muy extraño motivo no está conmigo, cuando lo recupere se los muestro, aún sigo leyendo sus comentarios, responderé. Me preguntan si ¿qué tal mi sábado?— suspiro, froto mi frente —. Bueno adivinen que... no he salido anoche, me quedé en casa con mi novia viendo películas, fue un día muy raro... y creo que mi mamá me está llamando, es culpa mía olvidé decirle que estaría grabando, no importa, haré una pausa.
Pausé la grabación, cerré mi laptop, salgo de la habitación, veo a mi mamá con una gran sonrisa.
—Carmen ¿te sientes mal? No has salido de tu habitación.
—Estoy bien ¿ya está la cena?.
—Si por eso vine.
—Okey.
Mi mamá no para de hablar de su tiempo con Alejandro, yo sólo puedo debatirme entre decirle o no, Gabriel me dijo que me mataría de ser así y que nadie haría nada en su contra, maldita sea, no sé que mierda hacer, sería estúpido si no digo lo que me pasó, pero tengo una reputación o sea no quisiera ser conocida por "la chica violada" carajo eso suena horrible.
Tengo que hacer algo, todo esto acabará, ésta casa, el dinero, hasta tengo un chofer, mi Ferrari llega el siguiente mes desde Italia, tengo miedo de que ya nadie quiera acercarse a mí ¿y si Gabriel tiene razón y no pagará por lo que hizo? Yo tengo mucho que perder por el momento.
—Mamá...— cuando me di cuenta ya habíamos llegado al comedor.
Alejandro y Gabriel están juntos conversando, ellos nos ven, odio la manera en la que me mira, soy su hermana no de sangre pero nuestros padres están casados, es un maldito.
Me encargaré yo misma por el momento, tarde o temprano haré que pague por lo que me hizo, nos sentamos a comer, Gabriel está justo al frente de mí, me sonríe.
—Gabriel, debiste regresar hace dos meses ¿qué pasó?.
—Ah escuché un buen consejo de mi colega.
—¿Qué consejo?— le pregunta Alejandro.
—Relájate.
—No deberías de tomarte fechas a la ligera.
—Mi licencia se termina en dos semanas papá tranquilo, será la última de éste año ya la necesitaba ¿y qué tal el matrimonio?.
—No me quejo— respondió tomándole la mano a mi mamá y sonriendo.
—¿Carmen y tú? Estudias supongo.
—¡Sí! Carmen dile— dijo mi mamá con gran entusiasmo, miré a Gabriel.
—Si, Odontología— respondí. Bajé la mirada, muevo la comida de mi plato de un lado a otro con él tenedor.
—Oh eso está super, me gusta, si quieres te puedo ayudar en lo que sea...—
—Bueno— respondí interrumpiendo —. Mamá terminé, estaré en mi habitación.
Lo odio.
Dejo un beso en la mejilla de mi mamá, le doy una palmada a Alejandro en el brazo, él me sonríe. Me voy a mi habitación, no puedo estar donde esté Gabriel, me molesta, quiero mi celular, supongo que sólo dormiré una siesta. Me puse mi pijama y me metí en la cama, abrazo mi almohada, no soy de llorar, he tenido una linda vida antes de lo de mi papá yo estaba bien, desde entonces sólo estoy como programada, sintiendo lo que debería o eso creo.
Ahora me siento tan mal, no quiero arruinar las cosas, mi mamá está muy enamorada y feliz, sólo tendré que olvidarlo. Cerré mis ojos un momento quedándome dormida.
[Gabriel]
15:07 PM.
Mi papá con Luisa tienen visitas, salieron afuera, saqué el celular de Carmen de mi bolsillo, trae muchas notificaciones, revisé todo su celular, ella tiene muchos... amigos. Tiene invitaciones para salir está noche, apago su celular, me levanto, subo la escalera, voy hacía su habitación, abro la puerta, paso lenta y silenciosamente, cierro la puerta a mi espalda, ahí la encuentro en su cama dormida.
Trae una pijama blanca, su blusa tiene un escote que deja a la vista la mitad de sus senos, a medida que me acerco puedo notar su almohada mojada, estuvo llorando, me acuesto a su lado, le quito la almohada, ella sigue dormida, tiene un sueño profundo se ve, la acomodo más cerca, saco su celular.
—Carmen.
Ella se mueve, en eso abrió sus ojos, al verme se alejó mucho de mí, negué un par de veces.
—Ven aquí conmigo decidí prestarte tu celular un poco, pero sólo si te acuestas a mi lado podrás usarlo.
Carmen rodó sus ojos pero aún así viene hacía aquí, me quito mi camiseta, ella se acerca con cuidado manteniéndose con sus manos y sus rodillas, puedo ver sus senos no completamente pero está bien, estiro mi brazo acostandola en mi pecho, su perfume me hipnotiza, huele a vainilla, me enloquece no tenerla cerca y poder sentirla, su piel es tan suave, sus labios son tan dulces como cereza, estoy fascinado
¿Por qué tiene que ser mi hermana?.
—Gabriel.
¿Qué decir de su melosa voz? He escuchado su risa, su llanto, sus gemidos y en cada acción mantuvo su dulce encanto.
—Carmen.
—¿Me darás mi celular o qué?.
—Si, si.
La veo usar su celular, lo miro todo, ella subió unos vídeos, no lo puedo creer, con el carácter que tiene guau.
—Me sorprende, Carmen, eres famosa— ella me ve.
—¿Y por qué te sorprende?.
—No pareces el tipo de chica que le guste estar frente a una cámara, sonriendo, hablando y hablando repito, tienes que hablar mucho para eso, tú no hablas mucho.
—No me conoces.
¿Puede gustarme más?.
—Entonces déjame hacerlo.
—Ya deberías grabartelo, soy tu maldita hermana ¿no sabes lo mal que está que sientas esto por mí?— levanté mis hombros un momento —. Estás loco.
—Que seas mi hermanita lo hace más excitante.
—Que asco.
Le sonrío, tomé su celular, lo dejé en la mesita, me volteo a verla, hago el intento de quitar su short, pero ella me detiene.
—Gabriel, basta creí que te detendrías ¿me violarás siempre que estés conmigo?.
—No, no, maldición deja de hablar así y de usar esa palabra, sólo quiero asegurarme de que no hables de eso con nadie, te seguiré adonde sea.
—Ojalá te descubran.
—No lo harán, prácticamente no están aquí.
Le quito su short se rasgó un poco debido a que Carmen intentaba evitar que se lo quite, paso mis dedos por encima de su braga ese rosa la hace ver tan sexy, mi pene palpita debajo de mi ropa, ni siquiera me está tocando aún y mi cuerpo se siente tan acalorado.
—No...—
—No me digas no, deja resistirte, ahora sólo deseo que disfrutes esto conmigo.
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Mientras estaba viva
Short StoryCarmen atraída por el dinero y la vida de lujos que puede llevar decide mudarse con su madre a la casa de su nueva pareja, sólo disfrazó su interés con el de sólo querer proteger a su madre argumentando que no toma las mejores decisiones si ella no...