[Nadia]
Apago la alarma de mi celular con mucho pesar de por medio porque son las seis de la mañana, Carmen me dijo que vendrá a buscarme como en media hora, eso acordamos anoche, me siento en la cama, desbloqueo mi celular, pronto recibo una notificación de una transferencia con una importante suma de dinero, creí que se quedaría dormida tal vez... Honestamente me parece una locura reunirnos tan temprano.
En fin dejo el celular en la cama, me levanto, enciendo las luces, mi habitación es pequeña, el clóset de Carmen es más grande que todo esto, vivo con mis padres y mi pequeña hermana, tengo un hermano mayor al que no volví a verlo desde que era pequeña.
Me vestí rápidamente, Carmen me dijo que me pusiera algo cómodo, que deje mi cabello suelto y algo desordenado.
De repente el tono de una llamada se hace presente, me apresuro a responder, es Carmen.
—Hola— contesto.
—Nadia, ya estoy afuera— me responde con un tono divertido.
—Ok, ya voy—respondí.
Me coloque una gorra, guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón, salgo en silencio de mi casa, veo a Carmen en un auto distinto, no es el suyo, tampoco es de su prometido... Ah, es de su papá, es muy lujoso, ella me da una sonrisa grande, es idéntica a mi tía Luisa cuando sonríe así. Llego a acercarme a donde está, me apoyo en la puerta.
De cerca de le nota lo dañada que tiene la piel de su rostro.
—¿Qué esperas? ¡Sube!— me apura.
Rodeo el auto para entrar en el asiento junto al suyo, cierro la puerta, Carmen me estrecha su mano.
—Mírate... Estás mudando de piel tal y como una serpiente jajaja— bromeo.
—Que maldita eres, con eso no, prima. Lo que invertí contigo es justamente por esto— no le dió ninguna gracia la broma.
—Perdona, no me puedo imaginar ni un poco de como te sientes, te has aislado de todo y de todos desde lo que te pasó, la abuela te extraña, mis padres, mi hermana, Pilar me llamó preguntándome por ti, nuestros amigos. Veo que sí fue tan grave, nunca estuviste así y eso que te pasó de todo— le hablo mientras ella conduce a gran velocidad.
—Ya estaré bien como para regresar en poco tiempo. Ahora si te diré lo que haremos, esto no es un juego, Nadia, te lo advierto, si quieres hacerte para atrás es ahora ¿ok?— me preguntó posando sus ojos fijos en mí en lo que frenó frente al semáforo.
—Sólo dime qué tenemos que hacer— insisto.
—Te explico, vamos a un internado donde se encargan de rehabilitar a personas con adicciones, hablarás con una enfermera que en su camisa lleva su nombre que es Loren, le dirás que estás ahí por un paciente, cuando ella te pregunte por cuál paciente le dirás por Gabriel Stoermer— dijo ese nombre y mis ojos se abrieron de par en par.
—¿¡Quién!?— pregunté sin poder creerlo —. ¿Quieres que visitemos a tu hermano? ¿para qué? Dios me estás preocupando— le expresé.
No quiero ir allá, ya no ¿cómo salgo de esto?.
Carmen rasca su cabeza sin alguna paciencia.
—Tal vez te pasé el dinero muy pronto, Nadia ¿hasta ahora me sigues?— me pregunta.
—Ay, no sé, la verdad es que esto no me está dando una buena impresión... Carmen— me lamento.
—Tú no harás nada más que acompañarme, Nadia, lo prometo, no pasará nada malo— me miente, lo sé.
—Esta bien, lo haré, lo haré— le respondí.
No le puedo decir que no y menos al dinero que dió, sólo por acompañarla, lo estoy sacando fácil.
—Bueno, de seguro te preguntará quien eres y que relación tienes con él, le dirás que su novia... Que estás embarazada y quieres comprobar si realmente su hermana te dijo la verdad, le dirás el nombre de ella será más creíble, si insiste en comprobar dile que no vinieron juntas porque ella tuvo un accidente, le enseñarás la foto de ser necesario, finalmente yo confío en que te llevará a verlo, pídele que quieres estar a solas con él, te dejará, entraré con mi disfraz, entiende que nadie puede verme ahí, tendrás la libertad de quedarte o salir de la habitación, eso es todo— me lo explicó a detalle, pero me siento tan nerviosa y creo que vaya a olvidarme todo.
Llegamos al internado, yo entré primera, cuando llegue a recepción no encontré a nadie, ojalá no nos dejen pasar, me quedé esperando, me volteó de golpe choqué con una anciana, leí su nombre se llama Loren.
—Discúlpame, hijo, se acaban de romper mis lentes no veo casi nada ¿qué necesitas, eh?— ¿me confundió con un chico? ¿tan ciega está?.
—Eh... Hola, estoy... Yo, eh quiero ver a un paciente— le respondo con nerviosismo.
Su rostro se arruga aún más en confusión.
—¿Cómo? Perdón no te oigo.
—Quiero ver a un paciente— repetí fuerte y claro.
—Ah, hija, te confundí con un muchacho ¿qué paciente?— me pregunta con una sonrisa.
—Gabriel Stoermer— respondí.
—¡Ah! Paula ¿cómo te va? No has venido muy seguido, ven, te acompaño— me confundió con Paula esta anciana.
Me llevó a la habitación de Gabriel contándome los avances y cosas así, ahí entendí mejor de lo que le pasó, Carmen no se tomó la molestía de contarme lo justo para su plan, a veces ella es tan reservada.
La anciana me dejó sola sin tener que pedírselo, cerró la puerta, me acerco al famosísimo Gabriel Stoermer, está lindo, pero enfermo de la cabeza, abusó sexualmente de Carmen, la golpeó muchas veces y amenazó con matarla.
Escuché la puerta ser abierta, veo a Carmen entrar con el uniforme de una enfermera, su nombre es Nicole, lleva una mascarilla, se acerca divertida hasta donde está Gabriel, le da unas fuertes palmadas en la mejilla consiguió despertarlo, Carmen se quita lentamente la mascarilla sorprendiendo así a su hermano.
—Buenos días, Gabriel ¿cómo va todo? Mira te traje unos medicamentos que te van a mejorar— le habla con tanta emoción y maldad.
—Carmen...— le llamé.
—Ya puedes irte si quieres— me avisa sin prestarme atención, es que está tan ocupada asustando a su hermano es todo —. ¿Por qué estarás tan callado?— le preguntó, mientras sacaba unas jeringas con un líquido marrón.
No quiero quedarme... no debería seguir viendo más, ella vino a hacer una sola cosa, asesinarlo.
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Mientras estaba viva
Short StoryCarmen atraída por el dinero y la vida de lujos que puede llevar decide mudarse con su madre a la casa de su nueva pareja, sólo disfrazó su interés con el de sólo querer proteger a su madre argumentando que no toma las mejores decisiones si ella no...