Adiós #11

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[Carmen]

Cinco meses después.

Bien resumiré todos estos jodidos cinco meses, experimenté cosas muy extrañas a pesar de que pensaba que estar embarazada era una maldición, a pesar de odiar con todo mi ser a Gabriel increíblemente en todo ese período se creó una extraña e inesperada... mmh llamémosle "afinidad" con Evan, ese es el nombre del bebé que llevé en mi vientre, debo admitir que me dolió dárselo a mi mamá, pero era el acuerdo que teníamos desde antes, me forcé a sólo verlo como algo que no debió ser, su padre es el mismo demonio.

No sé si Evan llegó así para castigar a Gabriel, nació con una malformación en su labio superior, tenía una pequeña abertura vertical como un corte, ya fue operado, sólo le quedó una cicatriz, mi mamá no se separa de él, ahí supe que mi madre anhelaba tener un hijo varón, deseaba eso y me tuvo a mí únicamente, que decepción para ella supongo.

Después de tener a Evan tuve depresión posparto ¿qué tal? Alejandro me cuidó muchísimo, fui a terapia, me llevó de viaje, me dio todo y más de lo que alguna vez pude soñar, me alejó de todo, no lo disfruté deseaba morirme, si Gabriel hubiera aparecido lo hubiese provocado para matarme, pero es tan inútil  nunca llegó.

Aunque me recuperé muy pronto gracias al cielo, las sentí  infinitas las noches que pasé sin dormir, llorando y sobre pensando todo, mis emociones eran tan complicadas, porque aveces me importaba Evan y otras veces que no era nadie para mí.

No volví a verlo después de la terapia ni siquiera, estuve tan ocupada con mis otros asuntos.

Por último... nadie sabe que estuve embarazada, un secreto de familia.

Domingo 14:07 PM.

Erik y Christian vienen hacía aquí, la fiesta en verdad me está aburriendo, no sé que pasa con esta gente, no he dormido en toda la noche, ya lo pensé más, estoy decidida a llevar esto a otro nivel, Gabriel te daré lo que te mereces.

—Carmen— dijo Christian —. Aquí tengo el celular, lo demás está en el auto.

Asentí, tomé el celular, es robado, no puedo comprometerme a ser descubierta.

—¿Y Leo? Este lugar me está aburriendo.

Una mano cubre mis ojos, otra mano se posa en mi abdomen atrayendome hacía atrás.

—Adivina.

—Oye no, no me gusta esto ¿quién eres?.

Su mano acaricia mis curvas, besa mi cuello.

—¡Bien! Olvidalo.

Me quita sus manos, sonreí dándome la vuelta, dejo mis manos en sus hombros, Leo ve a Christian y a Erik por un momento, ellos decidieron irse a otra parte, nuestras narices se rozan al vernos de nuevo.

—¿En qué te ayudo?— pregunta con esa linda mirada determinada.

Lentamente deslizo mis labios cerca de los suyos, su piel es suave, Leo besa mis labios sin pensarlo, sin importarle nada, tengo novia, hay mucha gente viendo, jamás creí que él llegaría a perder el control, lo hace con una intensidad que jamás conseguí en tan sólo un beso, su lengua roza la mía, es uno de los mejores besos que he tenido, le sigo el juego.

Llevo tantos meses jugando con los tres, pero Leo es el más arriesgado y me gusta mucho por eso, porque vive el momento, porque no es como el resto de ellos, hace lo primero que se le venga a la mente sin miedo.

Leo nos metió en la piscina, el agua está helada, nos besamos con más fuerza, nadie se había metido al agua, el resto al vernos decidieron entrar también, Leo me quitó la camiseta que Erik me había prestado, no traía bikini sólo mi ropa interior, pero a Leo eso no le importa, consiguió que un amigo suyo le diera una botella de vodka, bebió de ésta para luego acercarla a mis labios.

Leo tiene una risa contagiosa, me reí también acepté que me diera de beber.

—¿Quieres?— preguntó sujetando mi mano llevándola a su miembro, le doy un ligero apretón haciéndolo gemir —. Ah... si bebé.

Quito mi mano de ahí, sonrío al ver como reaccionó cuando lo toqué, Leo sujeta mi cintura manteniéndome cerca, puse mis manos en su pecho.

—¿Puedo confiar en ti?.

Igual ya pasé por lo peor.

—Sí— me responde.

—Déjame beber antes.

—¿De verdad? ¿por qué no ahora? Yo si me muero por estar contigo, Carmen, pero tomarte cuando estés ebria es algo...— dijo con disgusto.

—Uh ¿yo no te gusto? Bueno olvidalo.

Tomé la botella la bebí.

—Carmen, si lo haré, haré todo lo que quieras.

Dejo de beber.

Unos días pasaron, estuve evitando a mi madre, a Alejandro e incluso a Pilar, necesitaba dinero, estos días me los pasé pérdida, bebía y bebía sin importarme mucho de cuanto mi cabeza o mi estómago dolían, me detengo hoy, me detengo ahora, descansé para luego poder salir estoy a unos pasos de que mi plan se lleve en marcha, será algo horrible, pero tiene que hacerse.

Necesito mostrarles, que sepan que no pueden sólo joderme y no tener consecuencias. Me vestí, Leo me ve, él se pierde por mí, no sé como lo consigo, como consigo que la gente deseé tenerme y en su defecto quieran complacerme, quieran mi aprobación, es una locura, pero eso me ocurre, la gente no puede olvidarme.

—¿Puedo ir contigo?.

—No.

—¿Volverás?.

—Claro, papá.

—¿Acaso quieres que no te deje ir?.

—Eso no será fácil, adiós.

Entro en la casa sin ser vista, subo a mi habitación, tomé un poco de ropa, dinero que también robé de la habitación de Gabriel, tengo su dinero y su droga, una parte de mí me dice "no seas idiota" y la otra parte me dice "sólo prueba" y yo necesito algo fuerte por una vez, algo que me borre un poco la mierda que me invade.

Bajo la escalera mi mamá y Pilar me ven desde la puerta de la entrada, llego hasta ellas, beso a mi mamá en la mejilla, hice lo mismo con Pilar.

—Adiós— dije intentando irme.

—Carmen, yo no puedo vivir así, no sé nada de ti, yo permito todo esto, pero lo he pensado ¿y si un día te pasa algo malo un accidente o algo por el estilo tú dime como lo sabré? No estás sola, tienes una madre, yo sé que no me consideras de lo mejor y que entre más te alejes e ignores mi existencia más libertad tienes siempre usaste ese método ¿esto cuándo cambiará? Ahora ni siquiera Pilar sabe de ti.

—También lo estoy pasando horrible mamá, no quiero venir aquí y tratarte de esa manera porque no te lo mereces, por eso prefiero tomar distancia con ustedes, no quiero lastimarlas, quiero que me vean cuando esté bien.

Unas lágrimas recorren mis mejillas, ellas tambien se ven mal, Pilar me dio un abrazo antes, se hicieron a un lado dejándome ir, no tengo que ser débil, tengo que poder con esto, voy a mejorar, pero antes de eso quiero llegar a mí límite, sólo eso me hará capaz de superar todo lo que la vida me de.

Regresé con Leo, discutimos, él no quiere que consuma, intentó deshacerse de eso, luego me explicó porque ese tema logró ponerlo así, perdió a su mejor amigo por ello, decidí mentirle que ya no tenía nada, lo oculté en mi auto, hay algo en éste chico, me da curiosidad, parecía ser de esos que sólo quieren follarte y olvidarte, él ahora quiere cuidarme y vengarse por algo que no tiene nada que ver con él... sin algún interés de por medio al parecer.

Mientras estaba vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora