Alexander ayudó a Ámbar a ponerse de pie, y caminaron juntos hasta el centro de la Sala Blanca.
Todos los estaban mirando, y él lo sabía. Sin embargo, ya nada le importaba. Las cosas habían cambiado muchísimo luego de que Boyer hubiese aparecido en su vida.
Por lo que podía observar, en el Cielo la situación tampoco era la misma de siempre. Faltaban muchos ángeles y Emisarios, había gente herida y caras largas. Demasiadas caras largas.
—Estoy agradecido de que haya habido tantos supervivientes al ataque de Luzbel. Han hecho un buen trabajo, y han acabado con muchos Cazadores y marionetas —proclamó el líder Celestial.
Se escuchó un aplauso en la Asamblea. Alexander notó que el ángel rojo no se encontraba bien: sus alas se veían desplumadas y en su rostro había rastros de pelea ¿Qué había sucedido?
—No se alegren todavía, porque tengo que dar un anuncio importante.
Namael respiró profundamente, se acomodó en su silla y miró con tristeza a la multitud que se encontraba parada frente a él. Luego, soltó:
—Dios ha muerto.
Silencio.
—¿Cómo? —preguntó un ángel blanco, cuyas alas todavía estaban manchadas con sangre.
—Lo que han oído: Dios ha muerto.
—¿Qué? —Alexander empalideció—. No puede ser ¡No puede ser!
Se escuchó un murmullo de desaprobación en la sala. Algunos ángeles se enojaron y otros no querían creer las palabras de su líder. Unos pocos parecían encontrarse a punto de desfallecer. Sin embargo, los dorados y los rojos no reaccionaron ¿Acaso ya sabían la verdad?
—Lo que acaban de oír es cierto —intervino Raguel, frunciendo el entrecejo—. Namael no nos comunicó la verdad en su momento porque quería continuar destinando almas como lo había hecho Dios durante miles de años. Su intención fue mantener su legado por el resto de la eternidad.
>>Sin embargo, su plan fue interrumpido por Luzbel.
Luzbel. Siempre Luzbel.
—Dios no es tan poderoso como creés. Es una marioneta de los ángeles —le había dicho Eurico la noche en la que había intentado atacar a Mateo Pérez—. Como decía mi amigo Nietzsche: "Dios ha muerto".
¿Los Demoníacos siempre habían sospechado que Dios había muerto? ¿Por eso habían actuado con tanta confianza en sí mismos?
Dios no es omnipresente.
Dios no puede atenderlos.
Dios no está aquí.
De repente, ahora todo tenía sentido.
Los murmullos de desaprobación se intensificaron en la sala. Dimitri se colocó junto a Alexander y ambos intercambiaron miradas de incredulidad.
—Eso es lo que me dijo el Demonio en el aeropuerto —les susurró Ámbar. Se veía súper seria.
—¿EL DEMONIO? —los Emisarios inquirieron al unísono.
Ella asintió con la cabeza.
Ahora Alexander tenía menos dudas al respecto. Todos los cabos estaban atándose en su cabeza.
—Tenés que anunciar lo del objeto. Es de vital importancia —Samaras frunció el entrecejo. Él estaba casi seguro que hablaba del mismo artefacto que Alysa le había mencionado.
—¿Qué objeto? —preguntó Dimitri—. ¿Qué me están ocultando?
—¡SILENCIO! —exclamó Poyel, exasperado—. ¡Dejen hablar a Namael! ¡Tiene mucho para decir!
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MI AMANTE INMORTAL (COMPLETA)
RomanceAlexander Samaras es un ser inmortal que se enamora con facilidad. Ámbar Boyer es una humana con un alma muy especial, y está casada con un hombre que no la ama y no la respeta. Los caminos de Samaras y Boyer estuvieron destinados a cruzarse desde h...