Múltiples

Capitulo 17

Capitulo especial y revelador.

Aarón:

Salí de mi casa con la cabeza echa un lío, tenía tanto tiempo sin sentirme así, estaba como asfixiado, pero con las ganas que tenía de tocarla, apretar su cuello y verla palidecer por la falta de oxígeno, deseaba lastimarla, llenarla de ese deseo oscuro que vive dentro de ella, hacerla enloquecer, hacerla pedir que parará, pero ante todo ese deseo, habia una mas fuerte que no queria admitir. Quería que fuera mía solo mía.

Tome el camino a la fábrica, necesitaba un rato para centrar mis pensamientos. O terminaría haciendo algo de lo que después me podía arrepentir, pues ya perdí la cordura una vez y terminé perdiendo algo muy valioso, no queria volver a hacerlo, esta vez la bestia tenia que seguir dormida.

Yo no era el único que estaba tras ella, Derek estaba jugando sucio otra vez y ya no estaba dispuesto a dejarle el camino libre. Está vez si quería ver correr sangre con gusto se la daría. Lo acabaría en un solo abrir y cerrar de ojos.

Mire que nadien me siguiera y tome un atajo, quería estar seguro que está vez ella no estaría detrás de mi, hoy no podía verme en mi peor faceta, eso acabaría con mi plan con ella.

-No esperaba verte por aquí a esta hora.-hablo uno de los chicos del grupo.

-Necesito espacio. -el sabia que eso significaba que no quería que nadien me molestará.

-Todo tuyo. -me hizo señas que hiciera lo que quisiera, a esa hora no habían llegado los chicos, en total éramos seis, todos hombres, entre ellos estaba Lucas.

Llegué al mini bar tome una botella de whisky y me serví uno, para luego beberlo todo, senti el liquido quemar mi garganta, deje el vaso y me fui a mi espacio privado, aqui yo era el lider, mi padre me cedió el puesto antes de morir, habían muchos secretos escondido en estas paredes , Vanessa solo había descubierto las migajas de una torta entera. Cuando estuviera lista sabría la verdad, pero una vez supiera todo estaría bajo mi mando y mi poder. ¿Vanessa se dejaría dominar por mi?, ya me había demostrado que era fuerte y decidida igual que su madre, ella fue una líder en nuestro grupo.

Llegué a la mesa que tenía en mi habitación. La fábrica era vieja, estaba desgastada por todos lados, y está tenía varios espacios, cada uno escogió el suyo e hizo con el lo que mejor le pareció. El mío tenía un sofá grande, una mesa repleta de mis cosas, una silla y en el fondo estaba lo que más me encantaba, una plataforma, así como una pequeña tarima que tenía de altura lo mismo que un escalón, del techo colgaban dos cadenas con esposas, del piso salían igual dos cadenas con esposas.

Allí colgaba a mis víctimas y quedaban inmóviles, dispuestas para hacer lo que mi mente quisiera. Me tire en el sofá y cerré los ojos, imaginando como sería tener a Vanessa allí colgada de manos y con sus pies atados, abierta y dispuesta a todo lo que mi mente quisiera. Un gruñido ronco broto de mis labios y me pared acercándome a la mesa y tomando mi juego de navajas suizas, me acomode y lance una tras otra al blanco pegado en la pared, tenía que sacar toda esa frustración ya.

No podía dejar que bestia tomara mi cuerpo y controlara mi mente, allí si Vanessa estaba en peligro. La pelea conmigo mismo cada día era agotadora, ser pasivo no me era fácil, porque más me dominaba ser arrogante, brusco y calculador, que tierno y cariñoso, esa basura no era para mí. Pero si bestia tomaba el control todo se iría a la mierda.

Por eso prefería confundir a Vanessa, que dejarla ver como era en realidad, ella ya tendría su tiempo para descubrir todo los secretos que la rodeaban. Su destino estaba escrito desde que nació y venir a este pueblo era cumplir con el, no tenía escapatoria.