Capitulo 27

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Desperté con el ruido de una bocina que sonaba a la lejanía, me estire y mire el lado de la cama donde durmió Aarón y estaba vacío. ¿Se habría ido?, ¿Sería capaz de dejarme aquí?. Me levanté y quedé sentada en la cama ¿Que hora serían ya?, me levanté y busque mi teléfono viendo que ya eran las ocho de la mañana, fui al baño y me lave la cara, agarrando mi ropa que ya no estaba mojada, un poco húmeda Pero pasable. Me vesti y tome mis cosas para luego salir, el sol me dió en la cara y me molestó un poco, pero seguí el camino de nuevo a la tienda. Dónde encontré a la señora tras el mostrador y apenas me vio una dulce sonrisa se dibujo en sus labios.

—Buenos días cariño como amaneciste, quieres café. —se ofreció muy amable.

—Muy bien gracias, ¿usted ha visto al chico que vino conmigo? — le pregunté.

—Si está revisando su auto. —me tendió una taza caliente de café y el aroma me devolvió el alma.

—Muchas gracias, Pero ya debemos irnos, le agradezco todo. —sonrió la señora.

—No fue nada cariño, estamos para ayudar y mucha suerte. —tome unas metas, le pagué y salí tras darle una sonrisa amigable.

Aarón estaba recostado en su auto fumando y viendo el camino, seguro pensando, me acerque y quedé frente a el mirándolo fijo. Este me miró y me escaneo lentamente por completo, desde mis pies, hasta mi cara deteniendo sus ojos en mis labios, seguro viendo el pequeño corte que seguia allí. Mi cuerpo tembló bajo su mirada y decidí que era el momento de preguntar otra vez por todo lo que pasó entre ambos y lo que estaba pasando.

—Quiero que hablemos y no acepto un no por respuesta. —su cara se puso sería y frunció las cejas, al parecer no le gusto que preguntara, Pero me importo poco, pues yo quería saber la verdad.

—Tenemos que irnos. —busco subir a su auto y yo me interpuse en un movimiento veloz entre él y la puerta del piloto, se detuvo a solo un paso de mi.

—No seas injusto.

—Todo en esta vida es injusto Vanessa. —me miró los ojos, y en los de el pude ver aquella batalla interna que tenía. ¿Por qué se retenía a decirme lo que sentía?, ¿Por qué no dejaba de luchar contra el mismo?.

—Pero uno decide si seguir o buscar otra salida, pero tú solo te retienes, ¿Por qué no me dices lo que quieres?, ¿o es que acaso vas a ignorar lo que paso?. —se puso tenso y colocó ambas manos en el techo del auto dejándome prisionera entre sus brazos.

—Si supieras lo que quiero estarías huyendo en este mismo momento, tu cuerpo temblaría por mi. —su aliento con sabor a tabaco y menta me dieron en el rostro y un estremecimiento me invadió el cuerpo entero.

Quería volver a besarlo, fundirme en el. Y lo peor es que en sus ojos vi lo mismo, aquel deseo que se negaba a dejar salir. Alce más el menton y lo mire sería.

—Quiero la verdad de todo. —nego con la cabeza y se separó de mi, Pero yo fui más rápida y enrolle mi mano en su franela y lo detuve para que me mirara. —No seas cobarde. —eso no se lo espero y vi en su mirada que se puso molesto.

—Ya pronto sabrás todo, ahora déjame y vámonos o juro que te dejo aquí. —solto en un tono que decía cuan molesto estaba.

—Pues lárgate, me tienes exasperada. —pase por su lado y comencé a caminar en la carretera con dirección al pueblo, que se joda el muy estúpido, no le iba a rogar nada.

Escuche el motor del auto rugir y acelera todo lo que daba y pasar veloz a mi lado, levantando un poco de tierra, el muy desgraciado me dejó, juro que si lo tenía en frente lo ahorcó. Apreté las tiras de mi mochila con fuerza y me dispuse a caminar, no dejaría que el me viera mal, de que llegaba al pueblo, llegaba.

Saque el teléfono y tenía algunos mensajes, de mi mamá y Charlotte, así que mande mensajes a ambas de que iba de regreso y todo estaba bien.

Seguí caminando bajo el sol que ya estaba un poco caliente y me abrace a mi misma, como ese idiota pudo dejarme aquí en plena nada, sin saber si algún loco pasaba y me secuestraba, bueno exagero un poco. Pero igual, me dejó y eso es lo importante, mire el reloj de mano y ya tenía unos diez minutos caminando, cuando a lo lejos divisé un auto, estaba estacionado y me alegre enseguida, seguro iban hacia el pueblo. Cuando ya estuve más cerca mi felicidad se fue al carajo, esto era una broma, una jodida broma, llegué al auto y la música invadió mis oídos y el olor a cigarrillo me dió en la nariz.

—Pense que tardarías más en llegar , sube se hace tarde. — Aarón asomo su cabeza por la ventana y me estaba mirando divertido.

—Bipolar. —abri la puerta y me subí sin mirarlo.

—Y tu chismosa. —¡¡¡pero....que!!!, me dijo chismosa, eso me ofendió, pues aunque lo fuera no tenía que decirlo así.

—Mejor conduce o no respondo. —lo escuché soltar una risotada y eso me gustó pues era la primera vez que lo escuchaba reir y se sintió tan bien, se que el tenía su lado lindo por allí, algún día lo sacaría a la luz.

En el transcurso del camino solo se escuchó la música de la radio y y ninguno dijo más nada, de vez en cuando nos echamos miradas pero nada  serías. Al llegar me dejo frente a mí casa y baje rodeando el auto para cruzar a mi cerca, Pero antes de atravesarla me voltee y lo mire.

—Gracias. —asistió y como no ví respuesta devuelta me gire para entrar Pero su voz me detuvo en seco.

—¿Quieres ir al baile de verano conmigo?.— yo quedé allí parada y sin voltear, estaba escuchando mal, ¿Acaso me estaba invitando al baile?.

Me gire y lo mire, tenía el brazo izquierdo sobre la ventana y con la cabeza un poco ladeada hacia mí, esperando mi respuesta, no sabía que decir, pues la verdad me tomo por sorpresa, pero si quería ir con el, pero también estaba la oferta de Derek, ¿Ahora que hacía?, ¿con quién iría?. Lo ví a los ojos y solté el aire por la nariz antes de hablar, en sus ojos ví ese brillo en espera de la respuesta. ¿Y si decía que no?, seguro se cerraría más, y sería difícil conseguir alguna pista.

—Si acepto. —me sonrió con una sonrisa de lado que lo hizo ver sexy, jodidamente sexy y mi corazón salto ante eso.

—Nos vemos. —yo asisti y lo ví arrancar el auto sin detenerse en su casa, si no pasando de largo hacia....la fábrica no, no podía ser.

No pensé más y entre, dejando todo en el sofá y yendo a la cocina, Pero mamá no estaba, y por la pinta no había dormido aquí.

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