Capitulo 24

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La camisa me llegó hasta la mitad de las nalgas y me sentí desnuda así que tome una toalla y la amarre en mi cintura, Aarón seguía de espaldas dándome mi privacidad, cosa que agradecí.

—Listo. —se giró y me miró, algo cambio en su semblante y este nego con la cabeza y me dió espacio para que pasara a la cama.

—Yo me quedaré en el sofá, usa tu la cama. —yo camine a la cama y suspire, no podía dejarlo allí sentado toda la noche.

—Creo que aquí podemos dormir los dos, espalda contra espalda, ese sofá es muy pequeño. —este saco unas papas y un refresco de la bolsa.

—No me importa, ¿Quieres?. —yo me acerque y tome un paquete de papas, unas galletas y un refresco, eso sería suficiente para aguantar hasta mañana.

—No está en discusión, come y te acuestas yo haré lo mismo. — a pesar de todo no podía ser tan mala y dejarlo allí, aunque eso fuera una tentación, tenía que dejar a un lado todo y ser adultos por una noche. Olvidar que era un asesino y un chico, así dormiría sin problemas.

Ambos comimos en silencio, recibí un mensaje de Charlotte diciendo que se detuvieron en el camino y a penas pudieran seguirían, yo le dije lo que estaba pasando y me dijo que mañana le debía una explicación. Una vez terminado de comer deje todo en la bolsa y me acosté cubriendo mi cuerpo con la manta que cubría la cama, estaba haciendo frio y la manta no era suficiente, tenía que aguantar por esa noche. Escuche como se quitaba los zapatos y el pantalón, luego el colchón se hundió a mi lado y con eso se disparó mi corazón, ya estaba sospechando que tendría graves problemas del corazon cuando fuera mayor.

Sentí su espalda rozando la mía y como cubría su cuerpo con la manta, ambos quedamos pegados de espaldas y la lluvia se podía escuchar golpear el techo del trailer y la ventana que tenía.

—¿Puedo hacerte una pregunta?. —tenia que aprovechar que estábamos solos.

—Depende que sea. —sono precavido, no estaba dispuesta a obtener un no por respuesta.

—¿Que te paso?.

—¿En qué?.

—Para que seas así, ¿Quien te lastimo?. —solte la bomba y lo sentí tensarse y moverse un poco, dejando un vacío en mi espalda, me gire un poco y este miraba el techo, tenía los brazos bajo su cabeza, estaba pensativo.

—¿Que tiene eso de importante?. —me miró, así que me puse en la misma posición que el.

—Quiero saber de ti.

—¿Te importó Vanessa?. —sus palabras me dejaron pensativa le confesaba que si me importaba, que se metió poco a poco en mi cabeza y ahora en mi corazón. Que despertaba algo en mi, que a pesar de ser un asesino quería conocerlo, saber que lo llevo a eso.

—Si te digo algo, ¿Eso cambia algo?. —se sentó en la cama dándome la espalda.

—Tienes que irte del pueblo Vanessa. —me miró de lado y yo me senté en la cama quedando frente a el.  No dejaría que está vez me dejara incompleta.

—¿Por que quieres que me vaya?, ¿ que sucede Aarón que no me quieres decir?.— estaba batallando con el mismo.

—No puedo decirte nada, es más esto que hago es traición a mi grupo...—se quedó callado cuando sintió que dijo demás.

—¿Tu grupo?, de que hablas. —me acerque a el y puse mi mano en su hombro desnudo, sintiendo su cuerpo estremecerse por mi contacto.

Se levantó dándome la espalda, no quería mirarme y eso me decía que algo muy malo estaba pasando y yo no estaba enterada. Pensé en decirle todo lo que yo sabía, que había visto la fábrica, que sabía que el tenía algo en su sótano y lo de las cosas que recibí, he incluso de la persona que me estaba siguiendo.

Pero algo me decía que no dijera nada, que guardara eso solo para mí. Que esto era un peligro.

Me levanté y quedé frente a su espalda viendo como cada músculo de ella estaba contraído, como el boxer que traía puesto se ajustaba a sus glúteos, como su respiración se escuchaba más dificultosa. El tenía una lucha interna consigo mismo. ¿Que será lo que le hicieron para que fuera así?, ¿Por qué sentía que en sus hombros cargaba una tormenta?, ¿Que algo muy oscuro y malicioso lo acompañaba?. Yo estaba dispuesta a llegar al final de todo, sentía que tenia que hacerlo.

—Confia en mí. —le susurré cerca de su espalda, estire mi mano y la coloque en su espalda, sintiendo como su cuerpo reaccionaba a mi toqué, ya sabía que Aarón sentía algo por mi, pero no sabía que le impedía decirlo.

—No soy lo que crees Vanessa. —hizo una pausa y soltó el aire por la boca lento y pausado, se giró y quedó frente a mí, mirándome directo a los ojos. Yo solo quedé con la camisa ya que cuando me levanté la toalla quedó en la cama.—Y tu no eres lo que crees. —solto una bomba que me deje en confusa, como que yo no era lo que creía, ¿Que significaba eso?, ¿A caso todo lo que yo era hasta ahora, era una mentira?, ¿Y el quiem era?.

—Dime quien eres en realidad, que sabes de nosotros —me acerque un poco más, quedando solo a centímetros de su cuerpos, coloque mi mano en su mejilla. —Dime toda la verdad por favor. —le pedí en un susurro, este miró mis ojos y luego bajo a mi boca, llevando un dedo a mis labios y precionando un poco con el.

Me volvió a mirar a los ojos y sentí que algo en el cambio de un momento a otro, se acercó por completo y ya no hubo espacio entre ambos, yo alce mi cara para no perder de vista todo lo que sus ojos en ese momento me decían.

"Dicen que los ojos son la puerta del alma".

Pues pude ver en los de Aarón una tormenta que creía cada vez más y esta prometia arrasar todo a su paso.

Se acercó a mí sin despegar el dedo de mis labios y dejo su frente junto con la mía, haciendo que su aliento chocará en mi. Mi corazón se volvió loco ante la cercanía de Aarón y sentí que me besaría, que probaría sus labios después de todo.

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